Y de Almagro nos fuimos hacia los límites sur de la región, justito antes de Despeñaperros y de Sierra Morena. Se trataba de visitar Viso del Marqués, (antiguamente se denominaba Viso del Puerto, al estar ya a los pies de Despeñaperros), pequeño pueblecito que tiene tres cosas que no hay que perderse.
La primera es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (siglo XVI). Nada especial, si no es por dos cosas. La primera es el sacristán que te hace de guía y te da un concierto de órgano particular, con Albinoni y pasodoble adicional en el programa, y segundo, lo mejor de todo: única iglesia del mundo que cuenta en sus paredes con un cocodrilo del Nilo disecado. Regalo que le hicieron al marqués que, muy original él, lo colocó allí. En el pueblo le llamaban el lagarto, ya que no habían visto nunca un cocodrilo. Fue el sacristán quién nos indicó donde comer y acertó, porque el restaurante La Almazara del Marqués bien merece una visita (segundo motivo pa ir al Viso).
Y la tercera, la que realmente motiva la visita, el magnifico palacio renacentista del Marqués de Santa Cruz.
Estas tierras fueron señorío de Don Alvaro de Bazán el Viejo, nacido en tierras navarras y que recibió estas tierras (término de Santa Cruz de Mudela) como donación de los Reyes Católicos por sus servicios como Almirante.
Pero su hijo alcanzó aún mayor fama. Como puede comprobarse, nunca fue derrotado y no fue por falta de ocasiones, ya que la lista de batallas ganadas es impresionante.
Bazán estuvo al mando de la escuadra de reserva con una decisiva actuación en la batalla de Lepanto. Se cuenta que ganó el título de Marqués de Santa Cruz cuando el rey se compadeció de él al verlo estar al sol y le mandó cubrirse, y al agradecérselo aquél, el monarca le dijo: «por el sol, señor marqués, por el sol».
La vida militar de Álvaro de Bazán va indisolublemente unida a los principales hechos de armas de la marina. Fue hombre de confianza de Felipe II y nombrado Capitán de la Mar Océana y Almirante de la Marina.
Le sorprendió la muerte en Lisboa, ocupado en la preparación de la Armada Invencible. La muerte le salvó de la que habría sido su primera derrota que se adjudicó Alonso Pérez de Guzman, VII Marqués de Medina Sidonia (1). Su tumba (y la de la familia) se visita en la capilla del palacio.
El Marqués de Santa Cruz eligió el Viso para hacerse un palacio como pocos hay en España. Se construyó entre 1564 y 1588 siguiendo la tipología de los mejores palacios renacentistas italianos, alzándose sobre planta rectangular con esquinas torreonadas para infundirle un sello militar.
Lo realmente llamativo son las pinturas murales que cubren absolutamente todas las paredes y algunas esculturas. También pueden contemplarse lámparas de popa de sus barcos que eran el trofeo prioritario cuando se conquistaba un barco. Como no fue derrotado nunca, las lámparas de sus barcos nunca cayeron en manos enemigas.
Fue una visita muy interesante acompañados del guía del palacio (gratuito todo) que inundó la visita de anécdotas, salpicadas de mucha ironía, especialmente con la mitología, que es el tema más socorrido en gran parte de las pinturas.
Hoy en día el edificio está alquilado irreversiblemente a la Marina por la familia Bazán por el precio simbólico de una peseta (con el cambio al euro no sé como habrá quedado el precio) y cumple la función de Archivo General (que puede consultarse previa petición) utilizando los sótanos del palacio.
Nota (1): La decadencia de los Medina Sidonia llegó con el IX Marqués. Protagonizó un intentó de secesión, conspirando contra Felipe IV, para ser una especie de sátrapa andaluz. Fallarón los conspiradores y el marqués de Ayamonte fue ejecutado y Gaspar Alonso Pérez de Guzman desterrado. Todo esto está muy bien explicado en un reciente artículo de Francisco Ledesma en Revista de Libros, comentando el libro de Luis Salas Almela, "Medina Sidonia. El poder de la aristocracia", 1580-1670.
Fotos: Arriba el palacio del Marqués (izquierda) y la iglesia a la derecha.
Abajo: Las tres primeras correspoden a la iglesia con cocodrilo y sacristán organistas incluidos.
Las posteriores son del Palacio.
La primera es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (siglo XVI). Nada especial, si no es por dos cosas. La primera es el sacristán que te hace de guía y te da un concierto de órgano particular, con Albinoni y pasodoble adicional en el programa, y segundo, lo mejor de todo: única iglesia del mundo que cuenta en sus paredes con un cocodrilo del Nilo disecado. Regalo que le hicieron al marqués que, muy original él, lo colocó allí. En el pueblo le llamaban el lagarto, ya que no habían visto nunca un cocodrilo. Fue el sacristán quién nos indicó donde comer y acertó, porque el restaurante La Almazara del Marqués bien merece una visita (segundo motivo pa ir al Viso).
Y la tercera, la que realmente motiva la visita, el magnifico palacio renacentista del Marqués de Santa Cruz.
Estas tierras fueron señorío de Don Alvaro de Bazán el Viejo, nacido en tierras navarras y que recibió estas tierras (término de Santa Cruz de Mudela) como donación de los Reyes Católicos por sus servicios como Almirante.
Pero su hijo alcanzó aún mayor fama. Como puede comprobarse, nunca fue derrotado y no fue por falta de ocasiones, ya que la lista de batallas ganadas es impresionante.
Bazán estuvo al mando de la escuadra de reserva con una decisiva actuación en la batalla de Lepanto. Se cuenta que ganó el título de Marqués de Santa Cruz cuando el rey se compadeció de él al verlo estar al sol y le mandó cubrirse, y al agradecérselo aquél, el monarca le dijo: «por el sol, señor marqués, por el sol».
La vida militar de Álvaro de Bazán va indisolublemente unida a los principales hechos de armas de la marina. Fue hombre de confianza de Felipe II y nombrado Capitán de la Mar Océana y Almirante de la Marina.
Le sorprendió la muerte en Lisboa, ocupado en la preparación de la Armada Invencible. La muerte le salvó de la que habría sido su primera derrota que se adjudicó Alonso Pérez de Guzman, VII Marqués de Medina Sidonia (1). Su tumba (y la de la familia) se visita en la capilla del palacio.
El Marqués de Santa Cruz eligió el Viso para hacerse un palacio como pocos hay en España. Se construyó entre 1564 y 1588 siguiendo la tipología de los mejores palacios renacentistas italianos, alzándose sobre planta rectangular con esquinas torreonadas para infundirle un sello militar.
Lo realmente llamativo son las pinturas murales que cubren absolutamente todas las paredes y algunas esculturas. También pueden contemplarse lámparas de popa de sus barcos que eran el trofeo prioritario cuando se conquistaba un barco. Como no fue derrotado nunca, las lámparas de sus barcos nunca cayeron en manos enemigas.
Fue una visita muy interesante acompañados del guía del palacio (gratuito todo) que inundó la visita de anécdotas, salpicadas de mucha ironía, especialmente con la mitología, que es el tema más socorrido en gran parte de las pinturas.
Hoy en día el edificio está alquilado irreversiblemente a la Marina por la familia Bazán por el precio simbólico de una peseta (con el cambio al euro no sé como habrá quedado el precio) y cumple la función de Archivo General (que puede consultarse previa petición) utilizando los sótanos del palacio.
El Palacio, en situación bastante delicada hace años, fue restaurado gracias a la Fundación Caja Madrid, recuperando las excelentes pinturas murales que de otra forma habrían acabado perdiéndose.
Nota (1): La decadencia de los Medina Sidonia llegó con el IX Marqués. Protagonizó un intentó de secesión, conspirando contra Felipe IV, para ser una especie de sátrapa andaluz. Fallarón los conspiradores y el marqués de Ayamonte fue ejecutado y Gaspar Alonso Pérez de Guzman desterrado. Todo esto está muy bien explicado en un reciente artículo de Francisco Ledesma en Revista de Libros, comentando el libro de Luis Salas Almela, "Medina Sidonia. El poder de la aristocracia", 1580-1670.
Fotos: Arriba el palacio del Marqués (izquierda) y la iglesia a la derecha.
Abajo: Las tres primeras correspoden a la iglesia con cocodrilo y sacristán organistas incluidos.
Las posteriores son del Palacio.
1 comentario:
El Viso es una gran tierra con muchas cosas que ver, me han encantado tus fotografías del lugar.
Te dejo un enlace que me ha traido a tu blog, ando buscando más info de esta localidad... quizás te sea de interés para ampliar la oferta.
Viso del Marqués
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