Ya hemos visto la que se ha liado hace pocos días al conocerse la intención del Gobierno de alargar la jubilación hasta los 67 años. Ya se sabe que las crisis las pagan los trabajadores y las pagan por todos los flancos posibles. Era de esperar que la "Economía del bienestar" recibiría un buen apretón, ya que es lo más fácil de estrujar, vía Real Decreto.
Pues bien, para colaborar en el estrujado, Fernando Azpeitia y José A. Herce escribieron un artículo el miércoles en El País intentando colar el gol de siempre, es decir, que esto no tiene remedio y que es inevitable alargar la edad de jubilación, porque en el año 2050, o 2030 según se mire, las cuentas no saldrán. “Qué largo me lo fiáis”, que diría Don Juan Tenorio.
Ya estoy cansado de leer artículos así, en los que se sacan conclusiones, pero sin que nadie nos informe de las hipótesis en que se basan. Sería de agradecer que algún día alguno de estos sesudos agoreros (alguno de los cuales lleva diciendo lustros que el sistema es insostenible y ahí lo tenemos, vivito y coleando, como siempre) nos dieran todos los parámetros de su modelo (y las formulitas utilizadas): tasas de natalidad, cotizaciones esperadas, pagos esperados, vida media, edad de jubilación, prejubilaciones, edad de inicio al trabajo, nivel de empleo, etc, etc.
Pero no lo hace nadie. Se atreven a advertirnos de problemas futuros, pero las bases de cálculo (que son con toda seguridad muy discutibles) se las guardan en el bolsillo. Así, cualquiera.
Respecto al artículo citado (“Las pensiones de una España envejecida”), hay cosas que no son de recibo. La primera que nos digan que en países como Reino Unido, Holanda o Alemania, la gente cobra del 50 al 30% del último salario como pensión, mientras que en España cobramos más del 80%. Resulta que el pensionista español es un privilegiado (Hay que tener valor para calificar el sistema de “generoso”. Morro no les falta. Es evidente que no se enteran, o no se quieren enterar de como viven muchas pensionistas en España).
Lo que no nos dicen estos señores es que los salarios medios son muchísimo más altos en estos países, próximos al doble. Por lo tanto, si mis cuentas no fallan, el 50% de 2 es más que el 80% de 1 ¿no? Por lo tanto sus pensiones son más altas.
Pero nos recalcan que, además, en esos países se ahorra y así se hacen unos planes de pensiones privados magníficos y que por lo tanto no necesitan tanta pensión pública. Pues muy bien, paguen la empresas españolas como las de los países indicados y no habrá ningún problema en obrar igual. Mientras llega eso, como aquí el 43% del personal gana menos de 1.000 euros, pues se hará un plan de pensiones privado Rita Giménez García, o sea, "Rita la cantaora", para entendernos).
Las soluciones que dan son de Perogrullo. Evidentemente todo sistema de pensiones soluciona sus problemas financieros haciendo trabajar la gente hasta la muerte (¡dicen los autores del artículo que habría que alargarlo aún más allá de los 67!). Del trabajo a la caja de pino. Así se cotiza siempre y no se cobra nunca. El Estado siempre gana, como en la lotería. Es una buena solución ¿no? Espabiladillos que son (son AFI's).
Y finalmente lo que no nos dicen los Sres. Azpeitia y Herce es si con los cálculos de su modelo, al final el pensionista va a cobrar finalmente menos dinero del que ha pagado en su nómina cada mes para asegurarse una pensión. Si no es así lo que nos plantean estos señores es una estafa orquestada en toda regla a los trabajadores.
Y un comentario adicional. Es evidente que en la medida que los que se jubilan han cotizado más, por haberlo a hecho a escalas más altas que las de los jóvenes mileuristas que cotizan todos a niveles de miseria (y así tendrán la pensión que tendrán), el sistema puede ser que sufra, pero claro, el tema es otro, se trata del hundimiento a todos los niveles del trabajador español, ya que el fracaso de las pensiones pasa por el fracaso previo de los salarios.
Esto es España. Mucha Europa, pero cada vez más próximidad al tercermundismo.
Agradecería a los AFI’s que se dediquen a lo suyo y no mareen más la perdiz. Gracias.
Pues bien, para colaborar en el estrujado, Fernando Azpeitia y José A. Herce escribieron un artículo el miércoles en El País intentando colar el gol de siempre, es decir, que esto no tiene remedio y que es inevitable alargar la edad de jubilación, porque en el año 2050, o 2030 según se mire, las cuentas no saldrán. “Qué largo me lo fiáis”, que diría Don Juan Tenorio.
Ya estoy cansado de leer artículos así, en los que se sacan conclusiones, pero sin que nadie nos informe de las hipótesis en que se basan. Sería de agradecer que algún día alguno de estos sesudos agoreros (alguno de los cuales lleva diciendo lustros que el sistema es insostenible y ahí lo tenemos, vivito y coleando, como siempre) nos dieran todos los parámetros de su modelo (y las formulitas utilizadas): tasas de natalidad, cotizaciones esperadas, pagos esperados, vida media, edad de jubilación, prejubilaciones, edad de inicio al trabajo, nivel de empleo, etc, etc.
Pero no lo hace nadie. Se atreven a advertirnos de problemas futuros, pero las bases de cálculo (que son con toda seguridad muy discutibles) se las guardan en el bolsillo. Así, cualquiera.
Respecto al artículo citado (“Las pensiones de una España envejecida”), hay cosas que no son de recibo. La primera que nos digan que en países como Reino Unido, Holanda o Alemania, la gente cobra del 50 al 30% del último salario como pensión, mientras que en España cobramos más del 80%. Resulta que el pensionista español es un privilegiado (Hay que tener valor para calificar el sistema de “generoso”. Morro no les falta. Es evidente que no se enteran, o no se quieren enterar de como viven muchas pensionistas en España).
Lo que no nos dicen estos señores es que los salarios medios son muchísimo más altos en estos países, próximos al doble. Por lo tanto, si mis cuentas no fallan, el 50% de 2 es más que el 80% de 1 ¿no? Por lo tanto sus pensiones son más altas.
Pero nos recalcan que, además, en esos países se ahorra y así se hacen unos planes de pensiones privados magníficos y que por lo tanto no necesitan tanta pensión pública. Pues muy bien, paguen la empresas españolas como las de los países indicados y no habrá ningún problema en obrar igual. Mientras llega eso, como aquí el 43% del personal gana menos de 1.000 euros, pues se hará un plan de pensiones privado Rita Giménez García, o sea, "Rita la cantaora", para entendernos).
Las soluciones que dan son de Perogrullo. Evidentemente todo sistema de pensiones soluciona sus problemas financieros haciendo trabajar la gente hasta la muerte (¡dicen los autores del artículo que habría que alargarlo aún más allá de los 67!). Del trabajo a la caja de pino. Así se cotiza siempre y no se cobra nunca. El Estado siempre gana, como en la lotería. Es una buena solución ¿no? Espabiladillos que son (son AFI's).
Y finalmente lo que no nos dicen los Sres. Azpeitia y Herce es si con los cálculos de su modelo, al final el pensionista va a cobrar finalmente menos dinero del que ha pagado en su nómina cada mes para asegurarse una pensión. Si no es así lo que nos plantean estos señores es una estafa orquestada en toda regla a los trabajadores.
Y un comentario adicional. Es evidente que en la medida que los que se jubilan han cotizado más, por haberlo a hecho a escalas más altas que las de los jóvenes mileuristas que cotizan todos a niveles de miseria (y así tendrán la pensión que tendrán), el sistema puede ser que sufra, pero claro, el tema es otro, se trata del hundimiento a todos los niveles del trabajador español, ya que el fracaso de las pensiones pasa por el fracaso previo de los salarios.
Esto es España. Mucha Europa, pero cada vez más próximidad al tercermundismo.
Agradecería a los AFI’s que se dediquen a lo suyo y no mareen más la perdiz. Gracias.
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1 comentario:
La semana pasada leía en el blog de Vincenç Navarro también acerca de las mentiras sobre las pensiones.
Y es que claro, hemos permitido a los bancos meternos en esta crisis. La responsabilidad es nuestra, por tanto lo vamos a pagar (y bien caro, por cierto).
El párrafo anterior es, por si no entiende así, puro sarcasmo, claro.
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