Llevo ya muchos libros leídos sin comentar ni una palabra en mi blog. Voy a escribir sobre ellos en los próximos días un poco, ya que alguno es muy interesante.
En primer lugar mi primera lectura (dicen que es libro óptimo para empezar) de este autor tan especial: Thomas Bernhard, cuya obra principal se ha desarrollado en el género teatral (17 obras) y en la novela (19 obras). Thomas Bernhard nació en los Países Bajos (1931), pero de ascendencia austriaca, país donde vivió y murió. Varias de sus obras son una saga autobiográfica (El origen, El sótano, El aliento, El frío y Un niño) que analiza sin piedad el mundo que le ha tocado vivir. Ello lo convierte en un autor intenso, insoslayable, que hay que leer minuciosamente. Debido a una complicada enfermedad pulmonar, Bernhard estuvo desde 1949 a 1951 en el sanatorio Grafenhof, donde coincidió (aunque en pabellones diferentes, porque las enfermedades de cada uno lo eran) con su amigo Paul Witgenstein, sobrino del célebre filósofo Ludwig Wittgenstein. Mientras que Ludwig dicen que llevo al papel su filosofía y no su locura (quién conozca su biografía sabe que es un ejemplo de proximidad entre genialidad y locura), Paul no publicó su filosofía y únicamente mostró su locura, hasta el punto de necesitar su ingreso en Sanatorios durante largas temporadas. Un libro con mucha autobiografía que relata su vida, el arte, los premios literarios (esta parte no tiene desperdicio), los cafés vieneses, las manías de Paul, la enfermedad, la muerte y soliloquios relatados de forma especial y única que hacen que este libro sea diferente. Narración sin miramientos que en el fondo habla de la amistad. Bernhard murió en 1989 en Austria. Su casa de Ohlsdorf es actualmente un museo; una de sus características más llamativas es la presencia de cientos de pares de zapatos de Bernhard (característica muy típica de determinada clase de maníacos obsesivo compulsivos). En su última voluntad, Bernhard prohibió cualquier nueva puesta en escena de sus obras y la publicación de su obra inédita en Austria. Su muerte fue anunciada sólo después del funeral. Está enterrado en Viena.
Sobre la Viena de Witgenstein hay un libro fabuloso y no me refiero a La Viena de Wittgenstein, bastante duro de leer. Me refiero al libro Afinidades Vienesas de Josep Casals, que fue XXXI Premio Anagrama de Ensayo. Un recorrido sensacional por genios de la cultura que poblaron la Viena de inicios del Siglo XX y que difícilmente puede repetirse: Klimt, Otto Wagner, Loos, Musil, Schönberg, Freud, Mahler, Schiele, Weininger, Kraus, etc.
He leído solo los capítulos que me interesaban, pero puedo asegurar que es excelente.
Entrevista a T. Bernhard
Javier Marías escribe sobre Bernhard
En primer lugar mi primera lectura (dicen que es libro óptimo para empezar) de este autor tan especial: Thomas Bernhard, cuya obra principal se ha desarrollado en el género teatral (17 obras) y en la novela (19 obras). Thomas Bernhard nació en los Países Bajos (1931), pero de ascendencia austriaca, país donde vivió y murió. Varias de sus obras son una saga autobiográfica (El origen, El sótano, El aliento, El frío y Un niño) que analiza sin piedad el mundo que le ha tocado vivir. Ello lo convierte en un autor intenso, insoslayable, que hay que leer minuciosamente. Debido a una complicada enfermedad pulmonar, Bernhard estuvo desde 1949 a 1951 en el sanatorio Grafenhof, donde coincidió (aunque en pabellones diferentes, porque las enfermedades de cada uno lo eran) con su amigo Paul Witgenstein, sobrino del célebre filósofo Ludwig Wittgenstein. Mientras que Ludwig dicen que llevo al papel su filosofía y no su locura (quién conozca su biografía sabe que es un ejemplo de proximidad entre genialidad y locura), Paul no publicó su filosofía y únicamente mostró su locura, hasta el punto de necesitar su ingreso en Sanatorios durante largas temporadas. Un libro con mucha autobiografía que relata su vida, el arte, los premios literarios (esta parte no tiene desperdicio), los cafés vieneses, las manías de Paul, la enfermedad, la muerte y soliloquios relatados de forma especial y única que hacen que este libro sea diferente. Narración sin miramientos que en el fondo habla de la amistad. Bernhard murió en 1989 en Austria. Su casa de Ohlsdorf es actualmente un museo; una de sus características más llamativas es la presencia de cientos de pares de zapatos de Bernhard (característica muy típica de determinada clase de maníacos obsesivo compulsivos). En su última voluntad, Bernhard prohibió cualquier nueva puesta en escena de sus obras y la publicación de su obra inédita en Austria. Su muerte fue anunciada sólo después del funeral. Está enterrado en Viena.
Sobre la Viena de Witgenstein hay un libro fabuloso y no me refiero a La Viena de Wittgenstein, bastante duro de leer. Me refiero al libro Afinidades Vienesas de Josep Casals, que fue XXXI Premio Anagrama de Ensayo. Un recorrido sensacional por genios de la cultura que poblaron la Viena de inicios del Siglo XX y que difícilmente puede repetirse: Klimt, Otto Wagner, Loos, Musil, Schönberg, Freud, Mahler, Schiele, Weininger, Kraus, etc.
He leído solo los capítulos que me interesaban, pero puedo asegurar que es excelente.
Entrevista a T. Bernhard
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