Ayer el Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad Camilo José Cela presentó en la Bolsa de Madrid el estudio El golf cotiza en Bolsa.
Una de las principales conclusiones de este estudio es que las acciones de las 62 empresas cotizadas en el mercado continuo de bolsa cuyos directivos juegan al golf se han revalorizado un 45,2% desde 2006 hasta el pasado mes de septiembre, mientras que la ganancia de los valores de las 69 restantes en las que este deporte no se fomenta se limita al 28,9% en este mismo período. La noticia no profundiza en el análisis de las causas que llevan a estos resultados.
Interpretaciones caben muchas sobre este estudio, pero he aquí una de las posibles que seguro será de vuestro agrado.
Las empresas que van bien porque sus directivos juegan al golf, van bien precisamente porque los directivos están ausentes frecuentemente (naturalmente lo justifican diciendo que se ausentan por otras razones) y no molestan a los empleados, lo cual les permite a estos trabajar libre y eficientemente sin interferencias.
Contrariamente las empresas cuyos directivos no juegan al golf están todo el día presentes en la empresa limitando la creatividad y buen funcionamiento de sus empleados y por eso no van tan bien.
Ya sabéis aquel principio de Peter (publicado por Dr. Laurence J. Peter en el año 1969) que dice “en una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia”. Muchos directivos se hallan ya en esta situación y su incompetencia cae como lluvia fina a través de toda la organización y por lo tanto lo mejor que pueden hacer es desaparecer durante la jornada laboral y beneficiar así a su empresa y a sus empleados.
Estoy seguro que muchos estarán de acuerdo... y ya sabéis, si vuestro Presidente no juega al golf regalarle unos palos.
Una de las principales conclusiones de este estudio es que las acciones de las 62 empresas cotizadas en el mercado continuo de bolsa cuyos directivos juegan al golf se han revalorizado un 45,2% desde 2006 hasta el pasado mes de septiembre, mientras que la ganancia de los valores de las 69 restantes en las que este deporte no se fomenta se limita al 28,9% en este mismo período. La noticia no profundiza en el análisis de las causas que llevan a estos resultados.
Interpretaciones caben muchas sobre este estudio, pero he aquí una de las posibles que seguro será de vuestro agrado.
Las empresas que van bien porque sus directivos juegan al golf, van bien precisamente porque los directivos están ausentes frecuentemente (naturalmente lo justifican diciendo que se ausentan por otras razones) y no molestan a los empleados, lo cual les permite a estos trabajar libre y eficientemente sin interferencias.
Contrariamente las empresas cuyos directivos no juegan al golf están todo el día presentes en la empresa limitando la creatividad y buen funcionamiento de sus empleados y por eso no van tan bien.
Ya sabéis aquel principio de Peter (publicado por Dr. Laurence J. Peter en el año 1969) que dice “en una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia”. Muchos directivos se hallan ya en esta situación y su incompetencia cae como lluvia fina a través de toda la organización y por lo tanto lo mejor que pueden hacer es desaparecer durante la jornada laboral y beneficiar así a su empresa y a sus empleados.
Estoy seguro que muchos estarán de acuerdo... y ya sabéis, si vuestro Presidente no juega al golf regalarle unos palos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario