Nueve meses en el dique seco le ha supuesto a Xavi Díez el tonto percance que tuvo en Abril cuando enseñaba a escalar a unos niños en el rocódromo portátil de la Federación.
Una pequeña caída de tres metros (o menos), suficiente para que la planta del pie sufriese las consecuencias. Una pequeña tontería, pero de largos efectos.
El Domingo recibió el alta para escalar de nuevo y ahí está, con cuerda por arriba (prudencia obligaba), algo difícil de ver y que hubo que inmortalizar en una foto.
Nos fuimos a Les Banyadores en Cabrera de Mar (junto con Josep Emili y Sara). Escalar con el mar a la vista se agradece en invierno. A mí el granito pulidito no me va y por lo tanto este no es un sitio de mi agrado. A mí me gusta el calcáreo.
Por cierto, el desayuno en Vilassar de Mar, perfecto.
Una pequeña caída de tres metros (o menos), suficiente para que la planta del pie sufriese las consecuencias. Una pequeña tontería, pero de largos efectos.
El Domingo recibió el alta para escalar de nuevo y ahí está, con cuerda por arriba (prudencia obligaba), algo difícil de ver y que hubo que inmortalizar en una foto.
Nos fuimos a Les Banyadores en Cabrera de Mar (junto con Josep Emili y Sara). Escalar con el mar a la vista se agradece en invierno. A mí el granito pulidito no me va y por lo tanto este no es un sitio de mi agrado. A mí me gusta el calcáreo.
Por cierto, el desayuno en Vilassar de Mar, perfecto.
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