viernes, octubre 16, 2009

Como robar al contribuyente

Muchos se creen que auditar las cuentas de una compañía o de una empresa pública, supone comprobar que todos los gastos tienen su correspondiente factura. Si se ha hecho un gasto y se comprueba que hay una factura, o sea que el gasto ha existido realmente pues todo correcto y los auditores al bar a descansar.

Hoy vemos en prensa un ejemplo de que este tipo de auditoría limitada no sirve para nada.
El ejemplo al que me remito es, como no, un gasto efectuado por el Gobierno de Valencia, ocasionado en esta ocasión por la visita del Papa a Valencia.

La Televisión Valenciana (no es de extrañar que tenga un superagujero) pagó por sonorizar los actos de la visita del Papa, 6,4 MM. de euros. Una burrada.

Naturalmente las auditorías bien hechas comprueban que el coste de lo pagado se corresponda con lo recibido. Es decir, ¿valía 6,4 MM. "sonorizar"?

Más aún, este tipo de gastos deberían llevar asociada la oferta de precio de tres proveedores, así siempre es más complicado colar un gasto desorbitado, basado en el acuerdo Cliente (TV Valencia) - Proveedor (TECONSA, ¡una constructora en este caso! que lo subcontrató) para inflarlo y así la mitad de lo inflado para ti y la otra para mí (o para el partido, tanto da).

A cualquier hijo de vecino se le ocurre pensar que 6,4 MM. en un gasto de este tipo es una salvajada, por lo tanto…

Pues por lo tanto, queridos aficionados a que os monten eventos públicos, cuando os propongan Olímpiadas, Campeonatos del Mundo de lo que sea, Visitas Papales, Copas de América, Forums, Expos y Fórmulas I, poneros rápidamente la mano en la cartera, porque irán a por ella descaradamente aprovechando el evento, el cual, lo más probable, es que además no sea necesario para nuestra vida diaria y totalmente prescindible.

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