Nuevo deporte el que hemos practicado hoy en Montserrat.
Como la Meteo anunciaba lluvias, pero por la tarde, nos las prometíamos muy felices y hemos vuelto a Gorros. Ya se ve que nos gusta la zona. Hasta hemos madrugado y estábamos dispuestos a coger el primer “funi”, y así ha sido. Pero hoy no había absolutamente nadie. Primeros en cruzar la puerta de la estación.
Y es que por arriba estaba totalmente tapado sin que se viese la cumbre de una sola aguja. Pero convencidos de que se abriría de nuevo nos hemos ido para la Magdalena inferior otra vez. Para acabar de complicarlo, el viento (así lo indicaban en las pantallas de TV que hay en la estación del funi) era de más de 40 Km./h.. Eso sí, a rachas.
Nos hemos ido al recurso de siempre, a la Miranda, que está más protegida de las inclemencias, pero nos hemos encontrado que la humedad originada por las lluvias diarias de las últimas semanas está haciendo estragos y los comienzos de las vías se han ido cubriendo de musgo. El verde aparece por todos los sitios y el riesgo de resbalar es enorme. Los pies de gato no están evidentemente hechos para esto. A eso hay que añadirle el maravilloso día que disfrutábamos con la roca impregnándose de agua por la niebla. Y la visibilidad...
La vías Dokpas y Niágara Falls estaban especialmente pintadas de verde en sus primeros metros. Por lo tanto nos hemos ido al otro extremo de la pared. Creía yo que estaba al pie de la vía Master Forever, pero en realidad era la vía Singularidad. Craso error. Como Carlos ya adivinaba que podíamos acabar practicando el Resbaling, me ha cedido la iniciativa. Después de colocar siete cintas ya tenía más que claro que aquello era quintillo húmedo y lo he tenido seguro cuando me he encontrado poco antes de la reunión un murillo, debido a que me he ido muy a la izquierda, saliéndome un poco de la vía. Total, que no lo veía y me he bajado cediéndole amablemente los trastos a Carlos que ya estaba más confiado al ver que yo no había resbalado. Estas cosas pasan por no llevar las reseñas.
Visto el panorama hemos vuelto al otro extremo de la pared y allí nos hemos encontrado con conocidos de Carlos: Assumpcio y Jordi, que estaban comprobando lo del Resbaling. Carlos, que está muy fanático, nos ha abierto la Dokpas y la Niágara y así las hemos podido hacer, eso sí, yo he practicado el Resbaling en las dos, y uno de los Resbalings con los dos pies a la vez, que tiene mucho mérito. A eso se le llama saque…a dos metros del suelo. ¡Vaya día!
Fotos: arriba, Assumpcio pasando cuerda por la exprés en el descuelgue de la Dopkas.
Después fotografia de los Gorros bien tapaditos, Carlos en la Ilbera de la Miranda, flores por doquier y Assumpcio empezando la Niágara. Puede verse que la parte de abajo es ya de color verde.
Clicando encima de las fotos las podéis ver aumentadas.
Como la Meteo anunciaba lluvias, pero por la tarde, nos las prometíamos muy felices y hemos vuelto a Gorros. Ya se ve que nos gusta la zona. Hasta hemos madrugado y estábamos dispuestos a coger el primer “funi”, y así ha sido. Pero hoy no había absolutamente nadie. Primeros en cruzar la puerta de la estación.
Y es que por arriba estaba totalmente tapado sin que se viese la cumbre de una sola aguja. Pero convencidos de que se abriría de nuevo nos hemos ido para la Magdalena inferior otra vez. Para acabar de complicarlo, el viento (así lo indicaban en las pantallas de TV que hay en la estación del funi) era de más de 40 Km./h.. Eso sí, a rachas.
Nos hemos ido al recurso de siempre, a la Miranda, que está más protegida de las inclemencias, pero nos hemos encontrado que la humedad originada por las lluvias diarias de las últimas semanas está haciendo estragos y los comienzos de las vías se han ido cubriendo de musgo. El verde aparece por todos los sitios y el riesgo de resbalar es enorme. Los pies de gato no están evidentemente hechos para esto. A eso hay que añadirle el maravilloso día que disfrutábamos con la roca impregnándose de agua por la niebla. Y la visibilidad...
La vías Dokpas y Niágara Falls estaban especialmente pintadas de verde en sus primeros metros. Por lo tanto nos hemos ido al otro extremo de la pared. Creía yo que estaba al pie de la vía Master Forever, pero en realidad era la vía Singularidad. Craso error. Como Carlos ya adivinaba que podíamos acabar practicando el Resbaling, me ha cedido la iniciativa. Después de colocar siete cintas ya tenía más que claro que aquello era quintillo húmedo y lo he tenido seguro cuando me he encontrado poco antes de la reunión un murillo, debido a que me he ido muy a la izquierda, saliéndome un poco de la vía. Total, que no lo veía y me he bajado cediéndole amablemente los trastos a Carlos que ya estaba más confiado al ver que yo no había resbalado. Estas cosas pasan por no llevar las reseñas.
Visto el panorama hemos vuelto al otro extremo de la pared y allí nos hemos encontrado con conocidos de Carlos: Assumpcio y Jordi, que estaban comprobando lo del Resbaling. Carlos, que está muy fanático, nos ha abierto la Dokpas y la Niágara y así las hemos podido hacer, eso sí, yo he practicado el Resbaling en las dos, y uno de los Resbalings con los dos pies a la vez, que tiene mucho mérito. A eso se le llama saque…a dos metros del suelo. ¡Vaya día!
Fotos: arriba, Assumpcio pasando cuerda por la exprés en el descuelgue de la Dopkas.
Después fotografia de los Gorros bien tapaditos, Carlos en la Ilbera de la Miranda, flores por doquier y Assumpcio empezando la Niágara. Puede verse que la parte de abajo es ya de color verde.
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