Cuando, hace ya años, estuve un mes trabajando en México D.F. por deseos de la multinacional dónde por aquellas fechas trabajaba, descubrí la existencia de un personaje, de carne y hueso, que vestido a lo Spiderman se personaba en aquellos lugares donde se cometía un abuso de las autoridades. Su presencia convocaba tal ingente concentración de personas (no hay que olvidar que la capital tiene 20 mill. de habitantes), que impedían a la policía o los jueces llevar adelante su plan. Yo asistí por casualidad un día festivo a una de sus actuaciones en el centro de la ciudad. Creo que se trataba de un intento de embargo de una vivienda a una familia humilde que se había quedado en la miseria. No hay que decir que fue imposible echar a aquella familia de su casa. Es una pena que haya olvidado el nombre del personaje.
Lo que sí pensé es que estos personajes solo eran viables en países bananeros, donde la defensa de los intereses de los más necesitados se la había de tomar el pueblo de esa manera tan chusca, dado que las Instituciones fallaban estrepitosamente.
Pues mira por dónde ya tenemos algo parecido por nuestras tierras. En concreto en Barcelona han aparecido los SuperVivienda. Estos personajes, vestidos a lo Batman, sobrevuelan Barcelona detectando las viviendas vacías (unas 75.000 ya según sus registros) y lo que es más importante, se personan en los actos de los políticos que hacen electoralismo con el derecho a la vivienda. Los SuperVivienda son personas que de forma rotativa van tomando el papel y el disfraz y dedican unas horas por conseguir una vivienda digna. El último acto de la campaña electoral lo van a celebrar convocando una cacerolada en la Plaza de San Jaime.
Es triste ver nuestra evolución hacia un modelo de país bananero. Al igual que en su día se resolvió el derecho a la educación y a la sanidad (son hoy en día derechos universales), la vivienda debería tener ya idéntica solución y dejar de engordar a toda una mafia del ladrillo.
Pero bienvenidos sean si con esto conseguimos sacar los colores a nuestros políticos.
Lo que sí pensé es que estos personajes solo eran viables en países bananeros, donde la defensa de los intereses de los más necesitados se la había de tomar el pueblo de esa manera tan chusca, dado que las Instituciones fallaban estrepitosamente.
Pues mira por dónde ya tenemos algo parecido por nuestras tierras. En concreto en Barcelona han aparecido los SuperVivienda. Estos personajes, vestidos a lo Batman, sobrevuelan Barcelona detectando las viviendas vacías (unas 75.000 ya según sus registros) y lo que es más importante, se personan en los actos de los políticos que hacen electoralismo con el derecho a la vivienda. Los SuperVivienda son personas que de forma rotativa van tomando el papel y el disfraz y dedican unas horas por conseguir una vivienda digna. El último acto de la campaña electoral lo van a celebrar convocando una cacerolada en la Plaza de San Jaime.
Es triste ver nuestra evolución hacia un modelo de país bananero. Al igual que en su día se resolvió el derecho a la educación y a la sanidad (son hoy en día derechos universales), la vivienda debería tener ya idéntica solución y dejar de engordar a toda una mafia del ladrillo.
Pero bienvenidos sean si con esto conseguimos sacar los colores a nuestros políticos.
Por cierto, si queréis saber más sobre ellos y ver los pisos vacíos, hacer clic en este enlace.
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