viernes, junio 17, 2011

Fascismo según Joan B. Culla i Clarà

¡Y se rasgan las vestiduras delante de las cámaras de las televisiones que pagamos todos con nuestros bolsillos! Aggg. ¡Qué indignados qué estamos! ¡Han atacado la democracia! Aggg. ¡Han atacado a los representantes del pueblo! ¿Cuántos son? ¿Mil? ¿Cinco mil? Como mucho treinta mil. Pero a nosotros nos han votado millones. Chusma social es lo que son. Kaleborroka. Acampados de mierda. Lumpen, radicales. Antisistemas que quieren provocar a la policía, para que les sacudan, masocas que son, que les va la marcha, vaya.

Ellos, los políticos, representan a los ciudadanos de orden, los intachables, los respetables. En una palabra, fascistas es lo que son toda esta basura aberrante. ¡Y enciman piden Democracia Real!

La democracia somos nosotros, dicen estos políticos elegidos por el pueblo. Esos políticos que ya han perdido los papeles y que ya no deciden nada desde ya hace tiempo, ya que las políticas las fijan los nuevos amos, el nuevo gobierno en la sombra. ¡Los indignados estaban bloqueando la democracia afirman, mesándose los cabellos! Un sarcasmo.

Fascismo es dejar a cinco millones de personas sin trabajo y no mover ni un dedo para intentar darles trabajo. Fascismo es rebajar los salarios de los españoles. Fascismo es alargar la edad de jubilación. Fascismo es reducir las pensiones. Fascismo es dejar a la gente sin vivienda y encima reclamarles dinero. Fascismo es que el Estado tenga que cubrir las pérdidas de la banca. Fascismo es que “como no hay dinero” lo primero que se recorta es la Educación y la Sanidad. Fascismo es que la mitad de los jóvenes no tengan trabajo ni lo tendrán en años. Fascismo es que los bienes y servicios básicos suban y suban de precio. Fascismo es cargarse los derechos del trabajador. Fascismo es reducir las prestaciones del paro. Fascismo es el despido libre y barato. Fascismo es decir que si quieres trabajo que emigres. Fascismo es infiltrar polícia secreta entre los indignados para que generen la violencia que justificará la agresión del estado contra ellos.

Fascismo, en una palabra, es que los elegidos por el pueblo no sean los que realmente nos gobiernen.

Fascismo es todo eso señor Joan B. Culla i Clarà, no se confunda usted. Indecente artículo el que ha publicado hoy. ¡Qué bajo ha caído! Gracias a plumas como la suya, el fascismo auténtico, el de unos pocos que quieren quedárselo todo (y lo están consiguiendo), encuentran siempre serviciales compañeros de viaje, como usted, dispuestos a servir con su pretendida intelectualidad a cambio de cuatro monedas.

3 comentarios:

amnesia dijo...

Genial réplica al indecente artículo. Estoy cansado de oir durante estos días el argumento del número de electores frente al de "indignados" para minimizar la trascendencia de lo que está sucediendo. No quieren enterarse de que muchos de los que votamos compartimos la indignación aunque no estemos acampados. Y que lo que pretendemos precisamente es reforzar las instituciones para defendernos del avasallador poder financiero.
Es triste comprobar que para muchos de nuestros políticos la participación de los ciudadanos en la democracia se limita a depositar un voto en las urnas cada cuatro años. El resto del tiempo a callar y a tragar.

estepares dijo...

Bueno... Todavía no he leído el artículo; pero que justo después de haberse celebrado un proceso electoral de resultado bastante significativo en el que-efectivamente; porque pienso que es un dato crucial-se han expresado libre y responsablemente millones de personas, surja un movimiento que se autodenomina indignado, que echa pestes contra el sistema con frases grandilocuentes y que, por otro lado, no acepten la responsabilidad de organizarse, trabajar y crear alguna opción política tangible y concreta... pues eso: me llama mucho la atención. Todo esto del poder financiero me suena más a manual del buen marxista que a otra cosa: quien más quien menos, tiene sus ahorrillos y su cuenta corriente; se financia un ordenador caro con el que organizar algaradas por twitter o facebook o se compra un coche para poder ir a los Pirineos o a los Alpes. Creo que sobran métodos de coacción a través de la utilización de las masas, y falta mucha imaginación. Los siento, tenía que decirlo.

amnesia dijo...

Como ciudadano indignado debo de ser: marxista, fascista, irresponsable, vago, antisistema….

Pero voté en las elecciones, tengo que visitar urgentemente la consulta de un psicólogo para resolver este episodio de conducta contradictoria
Y resulta que tengo unos ahorrillos en un banco (en el que todas las mañanas hacemos asamblea de clientes para determinar la política de inversiones de la entidad) tengo ordenador (se lo venden a cualquiera, incluso a los que están dispuestos a montar algaradas) y además un coche con el que de vez en cuando me doy una vuelta por los Pirineos (pensaba llegar algún día a los Alpes, pero si el sueldo sigue bajando los seguiré conociendo exclusivamente a través de este blog) Vaya, resulta que soy todo un potentado. Ya me siento mucho más cerca de las consignas del FMI. Que sigan bajando los salarios, que se despida a todos los funcionarios, despido libre, que se retrase hasta los 80 años la edad de jubilación y que se bajen las pensiones, sanidad y educación para el que se la pueda pagar, y privaticemos cualquier empresa del sector público que pueda dar beneficios…

Y si no se resuelve la crisis ya mismo, la culpa es del 15M que llevan más de un mes dando la brasa sin que bajen los intereses de la deuda pública.

 
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