Krugman lo explica hoy claramente en el NYT. No habrá recuperación, y por lo tanto tendremos paro durante muchos años, porque el poder económico lo tienen los rentistas. Y hay que entender claramente quienes son los rentistas: bancos y particulares inmensamente ricos con miles y miles de bonos en sus carteras. No se trata precisamente de quien tiene 200.000 euros ahorrados y le cae una rentita mensual.
Se trata de defender estas rentas como sea. Por lo tanto es prioritario garantizar la devolución de lo prestado. Nada mejor que imponer políticas que garanticen que cobrarán lo que han prestado a diferentes países, ahora en crisis. Por lo tanto primero son los déficits y si para ello hay que crear más dolor, o sea más paro y más crisis, eso les es indiferente. Estamos ante un juego de suma negativa, en el cual el intento de proteger a los rentistas de tener pérdidas está inflingiendo aún pérdidas mayores. La única forma de parar este círculo infernal sería acabar con este juego negativo.
En segundo lugar, con las políticas actuales se garantiza de que al no haber recuperación no habrá inflación (y si hay deflación, encantados), lo que garantiza que su inversión no pierda valor.
Lo correcto sería hablar de mayor endeudamiento para salir de la crisis, pero ya vemos que estamos en el proceso contrario, buscando su reducción, lo que ocasiona males mayores. Una auténtica locura. Se protegen los intereses de los prestamistas, sin importar el coste. Aumentar el déficit pondría la gente a trabajar, pero eso iría contra sus intereses.
El problema es que la política está dominada por este grupo. Esta gente no solo son los que aportan dinero para las campañas electorales de los partidos, sino que es el tipo de gente que tiene acceso directo a los políticos, muchos de los cuales, cuando cesan en la política son contratados por ellos para premiarles por los servicios prestados. Una variante de la corrupción política que no está penalizada. Y aún seguimos afirmando que estamos en democracia.
Recientemente, y como ejemplo, vemos como Solbes, exvicepresidente económico del Gobierno español con Zapatero, ha sido contratado por Barclays (ya el FMI le está pagando también). ¿Para hacer, qué?, se pregunta uno. ¿Para asesorarles, como dice la prensa? Para hacer nada, es la respuesta. Ya hizo lo que debía en su momento. Ahora, a cobrar. ¿Quién contratará a Elena Salgado? Un pozo de sabiduría económica que alguien no dudará en fichar cuando cese el año que viene. La inteligencia no debe permanecer ociosa.
Y así vamos. Adjunto el gráfico de empleo USA que compara la crisis del empleo actual con las anteriores. Estamos, obviamente, ante lo peor. El dato americano es impresionante: en promedio, el desempleado americano lleva ya sin trabajar 40 semanas. Algo no visto desde hace lustros.
Se trata de defender estas rentas como sea. Por lo tanto es prioritario garantizar la devolución de lo prestado. Nada mejor que imponer políticas que garanticen que cobrarán lo que han prestado a diferentes países, ahora en crisis. Por lo tanto primero son los déficits y si para ello hay que crear más dolor, o sea más paro y más crisis, eso les es indiferente. Estamos ante un juego de suma negativa, en el cual el intento de proteger a los rentistas de tener pérdidas está inflingiendo aún pérdidas mayores. La única forma de parar este círculo infernal sería acabar con este juego negativo.
En segundo lugar, con las políticas actuales se garantiza de que al no haber recuperación no habrá inflación (y si hay deflación, encantados), lo que garantiza que su inversión no pierda valor.
Lo correcto sería hablar de mayor endeudamiento para salir de la crisis, pero ya vemos que estamos en el proceso contrario, buscando su reducción, lo que ocasiona males mayores. Una auténtica locura. Se protegen los intereses de los prestamistas, sin importar el coste. Aumentar el déficit pondría la gente a trabajar, pero eso iría contra sus intereses.
El problema es que la política está dominada por este grupo. Esta gente no solo son los que aportan dinero para las campañas electorales de los partidos, sino que es el tipo de gente que tiene acceso directo a los políticos, muchos de los cuales, cuando cesan en la política son contratados por ellos para premiarles por los servicios prestados. Una variante de la corrupción política que no está penalizada. Y aún seguimos afirmando que estamos en democracia.
Recientemente, y como ejemplo, vemos como Solbes, exvicepresidente económico del Gobierno español con Zapatero, ha sido contratado por Barclays (ya el FMI le está pagando también). ¿Para hacer, qué?, se pregunta uno. ¿Para asesorarles, como dice la prensa? Para hacer nada, es la respuesta. Ya hizo lo que debía en su momento. Ahora, a cobrar. ¿Quién contratará a Elena Salgado? Un pozo de sabiduría económica que alguien no dudará en fichar cuando cese el año que viene. La inteligencia no debe permanecer ociosa.
Y así vamos. Adjunto el gráfico de empleo USA que compara la crisis del empleo actual con las anteriores. Estamos, obviamente, ante lo peor. El dato americano es impresionante: en promedio, el desempleado americano lleva ya sin trabajar 40 semanas. Algo no visto desde hace lustros.
1 comentario:
Permíteme un comentario, Kim. El Sr. Krugman es probablemente uno de esos rentistas de 200.000 € en la cuenta corriente que no tienen la culpa de nada... Y que tampoco son amigos del gran capital, solamente del suyo.
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