Hace tan solo unas semanas que ascendí el Peyresourde desde Luchon y allí bien cerca hay otro puerto de creación reciente. Ha sido el Tour el que ha hecho la publicidad de esta joya ciclista y ya se está convirtiendo en un clásico.
Este año el Tour ha pasado de nuevo por su cumbre. La primera vez lo hizo en el 2007 y después en el 2010. Fue ese año cuando este puerto adquirió ya su bautismo mítico, ya que fue aquí donde en la enconada lucha entre Shleck y Contador por la general, ocurrió el percance de la cadena a Shleck (se le salió dos kilómetros antes de coronar) y Contador le atacó, consiguiendo en Luchon el maillot amarillo que llevaba hasta ese momento Shleck, con la consiguiente polémica. Ganó el Tour Contador, pero posteriormente fue descalificado por doping y se le entregó el maillot amarillo a Shleck, segundo clasificado, quien ahora es oficialmente ganador del Tour 2010.
El Port de Balès es un puerto apartado del mundanal ruido. Es una pista de alta montaña que fue asfaltada recientemente (2005) y la carretera es bastante estrecha. Hasta el mes de mayo puede estar cerrado por la nieve. Que nadie espere ver rayas blancas en el asfalto, ni guarda raíles protectores, especialmente en la vertiente de Mauléon. Y bajando, si te vas por la ladera, te vas sin perdón. Pero hay montones de puertos así.
Eso sí, pintadas en el asfalto de los seguidores del Tour las hay una tras otra. No falta ningún corredor. Hasta he leído “Quim”, pero claro no era para mí, supongo que era para Joaquín Rodríguez, “Purito”, aunque este año no ha corrido el Tour, o sea que la pintada lleva tiempo resistiendo las inclemencias atmosféricas. Y como justo ayer se hizo una marcha cicloturista por aquí, también hay pintadas para los héroes locales.
Basta echarle una ojeada a la ficha técnica para ver que este puerto se las trae. Duro de verdad. Mucho más que, por ejemplo, el Tourmalet. Son once kilómetros al 8-10 % permanente, pero con muchos momentos a porcentajes superiores que muelen las piernas.
En total son 20 km., pero la guerra de verdad empieza llegando al kilómetro 9. A partir de ahí once kms. casi sin perdón y por eso es un puerto HC, Hors Categorie, o sea dificultad máxima.
Idílico por la ausencia de tráfico, es como subir a una montaña con la BTT, pero con la pista asfaltada, y como este año ha pasado el Tour han dejado un firme impecable.
Decidí hacer el puerto en travesía, es decir subir por el lado más clásico (por donde lo hizo el Tour), o sea desde Mauléon-Barousse, y bajar por Bourg d’Oeil, pero para ello hay que dar una buena vuelta.
Aparqué el coche en Luchon en el mismo sitio que hace unos días, ya que el lugar es ideal para ascender al Peyresourde y también estupendo para tomar la carretera D125 que lleva hacia el norte, hacia St. Bertrand de Comminges.
He seguido esta carretera unos 24 km. hasta el desvío donde indica Siradan y Mauléon. Esta carretera D125 tiene mucho tráfico pero cuenta con arcén para bicis en la mayor parte del trayecto.
Se sale de la carretera sin problemas girando hacia la izquierda y ya entramos en la D924, carretera mucho más tranquila y bonita. El verde y los bosques ya no nos abandonarán.
Pasaremos por Cazarilh (los gallos cantaban que daba gusto) y se sigue hacia Mauléon-Barousse (se llevan aquí 33 km.), donde se inicia propiamente el puerto con una buena subida que parte del mismo centro del pueblo con el primer kilómetro al 7%.
Pasado este km. la ascensión es cómoda, fresca (sombra abundante sobre la carretera) y grata para la vista, con el río al lado (Gouffres de Saloue), durante siete kilómetros placenteros, que después pasarán factura, ya que en los nueve kilómetros finales subiremos 850 m.
La guerra empieza en las Granges de Crouhens, donde hay unos edificios de Colonias de Vacaciones.
Aquí el bosque se transforma y ya aparecen los pinos y abetos, algunos de ellos enormes.
Llegué por primera vez a lo alto de un puerto pidiendo la hora. Suerte que en la vertiente francesa esto del calor no saben lo que es. Esta subida con temperaturas españolas habría sido demoledora. Los dos bidones de agua se esfumaron rápidamente.
Y un descenso delicado, ya que la carretera es muy estrecha, más que por Mauléon. Sorprende que por aquí pueda pasar la inmensa caravana del Tour. Ahora le doy un valor enorme al descenso que hizo Valverde este año (ganó la etapa y pasó por aquí escapado), porque aquí con un pequeño error te premian con un castañazo inmenso. Claro que en el Tour bajan por carretera cerrada. Es tan estrecha que cada 300 m. hay un sitio más amplio para permitir el cruce de coches.
Bonitos pueblos ya más abajo (era mediodía y echaba en falta los manguitos) de Bourg d’Oeil (primer pueblo que encontraremos): Cirès, Caoubous y Mayrégne.
Finalmente se acaba saliendo al tramo final del Peyresourde, justo en las fuertes lazadas que hay antes de San Aventín. Y en esos 4 km. me he sacado las ganas de correr, porque había bajado reprimido.
Y después de aprox. 68 kms. (hoy he olvidado el Forerunner) de nuevo en el coche en Luchon ya (al fin) con más calor. El desnivel acumulado lo estimo como mínimo en 1.250 m.
Nota: a pesar de no haber encontrado tráfico en el puerto había muchos coches arriba, que evidentemente habían madrugado más, y es que desde el puerto mucha gente hace la ascensión caminando al Mont Né (2.147 m.), cumbre de la comarca muy frecuentada, con una gran vista hacia la cresta fronteriza.
Me hizo la foto en el puerto el padre de un chaval francés que iba con la camiseta de Messi. Soy de Barcelona y del Barça le dije, y al chico se le iluminó la cara, como si yo estuviese cerca del cielo. Le hice una foto.
En la foto anterior puede verse la cadena fronteriza, con los Crabioules a la izquierda, el Lezat-Quayrat, el Perdiguero (enorme) detrás, la gran brecha que le separa del Pico del Portillón de Oô y las cumbres de la Seil de la Bacquo a la derecha.
El momento de la cadena (TVE) en el 2010
Los kilometros finales y el descenso en el 2010
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