Gracias a la gentileza de Pili Fuster hemos podido disfrutar de uno de los mejores conjuntos de cámara actuales: el ENDELLION STRING QUARTET, que ha obtenido el premio de la Royal Philarmonic Society al mejor conjunto de cámara.
Este cuarteto creado en 1979 es uno de los más importantes del Reino Unido. Los componentes de este cuarteto, son:
Andrew Watkinson: violí
Ralph de Souza: violí
Garfield Jackson: viola
David Waterman: cello
Y el repertorio ha sido:
HAYDN: Quartet en sol menor, op.74 núm. 3, Hob. III.74, “The Rider”
ADÉS: Arcadiana, op. 12
BEETHOVEN: Quartet núm. 8 en mi menor, op. 59 núm.2,"Rasumovski"
La verdad es que nos ha sobrado la pieza central, de Adés, compositor que contaba tan sólo 23 años cuando la compuso. Una obra que permite todos los lucimientos técnicos posibles pero que como todas las composiciones modernas adolece de falta de melodía. Y por lo tanto lo mejor fue el bis con que nos obsequiaron. Toda una delicia, que desde una fila 3 se convierte en un placer para los oídos inigualable, cuando la perfección alcanza lo increíble.
Como que sólo soy auditor de orquestas sinfónicas, me he estrenado hoy en la Sala Oriol Martorell, una de las salas pequeñas con que cuenta el Auditorium de Barcelona (tan cercano a nuestra casa).
Este cuarteto creado en 1979 es uno de los más importantes del Reino Unido. Los componentes de este cuarteto, son:
Andrew Watkinson: violí
Ralph de Souza: violí
Garfield Jackson: viola
David Waterman: cello
Y el repertorio ha sido:
HAYDN: Quartet en sol menor, op.74 núm. 3, Hob. III.74, “The Rider”
ADÉS: Arcadiana, op. 12
BEETHOVEN: Quartet núm. 8 en mi menor, op. 59 núm.2,"Rasumovski"
La verdad es que nos ha sobrado la pieza central, de Adés, compositor que contaba tan sólo 23 años cuando la compuso. Una obra que permite todos los lucimientos técnicos posibles pero que como todas las composiciones modernas adolece de falta de melodía. Y por lo tanto lo mejor fue el bis con que nos obsequiaron. Toda una delicia, que desde una fila 3 se convierte en un placer para los oídos inigualable, cuando la perfección alcanza lo increíble.
Como que sólo soy auditor de orquestas sinfónicas, me he estrenado hoy en la Sala Oriol Martorell, una de las salas pequeñas con que cuenta el Auditorium de Barcelona (tan cercano a nuestra casa).
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