domingo, julio 15, 2007

El Monasterio de Pedralbes


Hoy tocaba playa. Pero el viento de Levante que soplaba y que como su nombre indica viene del este, es decir del mar, trae calor y humedad y no es el mejor para un día de playa. Además levanta mar y bañarse es desagradable. Hemos estado casi tres horas tomando el sol. A pesar del calor he podido disfrutar de los 35 barcos de vela que han salido a “desfilar” frente a las costas catalanas. Todo un espectáculo ver maniobrar al Amerigo Vespucci.
A mediodía en casa y suficiente tiempo aún para hacer una visita sorpresa. Y es que, como decía el otro día, estamos en un año de asignaturas pendientes. He cruzado con la moto Barcelona hasta la zona alta de la ciudad en tiempo récord (tráfico cero) y he llevado a Angelines a ver el Monasterio de Pedralbes. Hasta que no hemos llegado a la preciosa plaza llena de cipreses, donde se halla el Monasterio, Angelines no ha caído donde íbamos. Por lo tanto, sorpresa total.
Una visita que ha valido la pena, al módico precio de 5€ per cápita la entrada, pero que permite visitar muchos otros monumentos de Barcelona, sin limitación de tiempo.
El Monasterio de Pedralbes fue fundado por la reina Elisenda de Montcada el año 1327, con el apoyo de su esposo, el rey Jaime II, que quiso que la iglesia se dedicase a Santa María.
El monasterio está regentado desde entonces y hasta ahora por las monjas Clarisas, rama femenina de la orden de los Franciscanos.
Mira por dónde (confieso mi ignorancia) he descubierto que el nombre del barrio de Pedralbes viene del latín: Petras Albas, es decir “piedras blancas” y da nombre al Monasterio, nombre que eligió la reina Elisenda. La primera piedra se colocó el año 1326 y en mayo de 1327 ya daba alojo a las primeras monjas.
El edificio constituye uno de los mejores modelos del gótico catalán, tanto la iglesia como el claustro, que es uno de los más espaciosos y armónicos de su estilo.
Destaca el sepulcro de la reina Elisenda, que da al claustro y a la iglesia (sus vidrieras son del siglo XIV).
En el claustro destacan las celdas donde se retiraban las monjas para su recogimiento personal (a destacar la altura de las puertas que es muy baja) y la Capilla de San Miguel con pinturas de Ferrer Bassa que datan de 1343.
También son muy interesantes las cocinas, la sala de la Abadía y la sala Capitular.
Y para finalizar el Museo, donde hay unos retablos del XV-XVI preciosos.




La plaza donde se halla el Monasterio es deliciosa y llena de armonía y de simplicidad geométrica. Mereció los elogios de Le Corbusier.
Nos hemos ido muy contentos de haber hecho al fin esta visita. Y la NIKON D200 hoy ha empezado a mostrar sus poderes, y es que ayer ya me leí parte del manual…pero habrá que esperar bastante hasta que consiga dominar a esta supermáquina.



Fotos: La de arriba procede de un dibujo del libro Barcelona Pam a Pam de Alexandre Cirici. No sé si este libro se puede encontrar ahora. Lo compré en el 71 y es toda una joya para conocer Barcelona.

Sigue la iglesia con su portada (y la moto a la misma puerta) y el amplio interior con sus vidrieras.

Sigue la foto de la capilla de Sant Miguel con una parte de las preciosas pinturas de Ferrer Bassa y las tres tumbas que hay a la izquierda de la tumba de la reina Elisenda y que son: la de Elionor de Pinós, la de Constanza de Cardona y la de Beatriu de Fenollet.

Después una de las cocinas con unos mosaicos preciosos, sigue una vertical del claustro con los dos pisos y otra de la Sala Capitular.

Siguen cuatro fotos del inmenso claustro, luego la de la tumba de la Reina Elisenda y finaliza la serie con la preciosa plaza con cipreses que hay enfrente de la Iglesia.

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