A tenor de lo que voy escribiendo puede parecer que disfruto con la aparición de malos datos económicos (o con el deseo de que aparezcan). Nada de eso. Sería algo absurdo. ¡Y además trabajo en una entidad financiera!
Lo único que deseo es que todos los desequilibrios que se están acumulando exploten lo antes posible antes de que el ajuste, que creo que tarde o temprano se producirá, nos lleve a una importante y profunda recesión. Deseo “fiebre” una temporada, antes de que acabemos en la UCI todos y me alegraré por lo tanto de que suban los tipos, de que estalle la burbuja inmobiliaria, de que la Bolsa sufra un importante correctivo, de que el dólar se devalúe y de que se limite ya la inmigración (y no es un problema racial).
Es evidente que el mantenimiento del ciclo actual (aunque hay quién opina que los ciclos han muerto y que ya por siempre jamás la economía no oscilará en ningún momento) se está basando en los últimos años en la acumulación de enormes desequilibrios y en el desajuste de los valores de los activos.
Pues bien, en estos momentos (véase el editorial del NYT de hoy) más de un economista piensa que estamos en el filo de la navaja. El objetivo es dominar la inflación sin caer en la recesión. Así de sencillo y así de fácil. ¿Se conseguirá?
Mientras, las bolsas, que tendrían como mínimo que permanecer estabilizadas esperando ver por donde van los tiros, alcanzan, como la española, máximos históricos. Muy sospechoso ¿no?. Es lo de siempre. La llevan a máximos, por si cae, que lo haga después de haber maximizado beneficios los manos fuertes.
Y todo esto ocurre en un entorno de malas noticias. Para mí la más importante es el hecho de que la burbuja inmobiliaria parece ser que está explotando (POP) en USA. Así lo explica Krugman en un artículo titulado “La construcción se pone fea”. El mayor constructor de McMansions (mira por donde me he enterado que esas horribles casas yanquis sin estilo las llaman McMansions y el nombre viene de McDonald, sinónimo de mala comida) ha entrado en pérdidas y ha cancelado todas sus opciones de compra de terrenos. Frenazo constructor. Todos rezan ya por el aterrizaje suave.
Hablando de la burbuja hoy leo en El País un artículo de Manuel Rivas en que explica como todas las tiendas se van convirtiendo en inmobiliarias. Las de todo a cien siguen con la misma denominación, pero ahora son ¡todo a cien millones!
También Krugman explica la pérdida creciente del poder adquisitivo del trabajador que comenzó con Reagan, siguió con una mejora ligera con Clinton y con Bush ha vuelto a empeorar desde el 2000. La gente ya dice que tiempos pasados fueron mejores. El estancamiento de los salarios dura ya 30 años.
En España ya tenemos indicios de que el consumo afloja. Muchas personas están ya sufriendo las consecuencias de la subida de tipos (y volverán a subir en Octubre) y el dinero disponible se reduce. La noticia esta semana la hemos tenido en los automóviles, sector muy sensible a todas estas cosas. En Agosto se vendieron un 4% menos de vehículos que el año pasado (y ya van tres meses de descenso). Pero, ojo al dato: es en las provincias con mayor renta donde el pinchazo es mayor, con 10-15% de reducción. Todo un síntoma.
Mientras, esta semana también, nos hemos enterado de que Paco el Pocero se está construyendo un nuevo barquito de 72 m. valorado en ¡60 millones de euros! (habéis leído bien: 10.000 millones de pelas, que se van a un astillero italiano). Ya tiene dos barcos más (uno de 46 m. valorado en 36 mill. y otro de 27 m.) y está intentando comprar Puerto Portals en Mallorca. Parece ser que este verano no le dejaron atracar en Portals y ha decidido comprar todo el puerto para que vean quién es. Hasta los ha demandado judicialmente. ¡Con los Poceros no se juega, chicos de la jet!
Daros cuenta adonde va invertida la mitad de los ingresos que muchas personas obtendrán a lo largo de toda su vida.
Esta semana como veis ha sido muy prolija en información económica (está apareciendo toda la información aparcada por vacaciones) y otro dato con el que nos han bombardeado ha sido de que el crecimiento Español es debido únicamente a la entrada de inmigrantes. Sin toda esa gente estaríamos en crecimiento cero. ¡Loado sea Dios! Regalemos inmediatamente las pateras (Paco el Pocero, experto en el tema naviero y beneficiado por la inmigración, podría ser el sponsor) y hagamos que los 100 millones de habitantes de Senegal y Nigeria se vengan rápidamente para esta maravillosa tierra de acogida, así nadaremos todos en el dólar. Es evidente que este fenómeno de la inmigración ha de tener su límite, al igual que el valor de los activos. La mano de obra es otro factor económico clave y no puede crecer ilimitadamente. Otro desequilibrio más, este en el mercado laboral. ¡No es un problema racial, es ya un problema económico! Hay que pedir la limitación de la inmigración aunque te puedan tildar de racista. Esa es la trampa que nos han tendido los que quieren que cada año haya 250.000 consumidores más.
Lo único que deseo es que todos los desequilibrios que se están acumulando exploten lo antes posible antes de que el ajuste, que creo que tarde o temprano se producirá, nos lleve a una importante y profunda recesión. Deseo “fiebre” una temporada, antes de que acabemos en la UCI todos y me alegraré por lo tanto de que suban los tipos, de que estalle la burbuja inmobiliaria, de que la Bolsa sufra un importante correctivo, de que el dólar se devalúe y de que se limite ya la inmigración (y no es un problema racial).
Es evidente que el mantenimiento del ciclo actual (aunque hay quién opina que los ciclos han muerto y que ya por siempre jamás la economía no oscilará en ningún momento) se está basando en los últimos años en la acumulación de enormes desequilibrios y en el desajuste de los valores de los activos.
Pues bien, en estos momentos (véase el editorial del NYT de hoy) más de un economista piensa que estamos en el filo de la navaja. El objetivo es dominar la inflación sin caer en la recesión. Así de sencillo y así de fácil. ¿Se conseguirá?
Mientras, las bolsas, que tendrían como mínimo que permanecer estabilizadas esperando ver por donde van los tiros, alcanzan, como la española, máximos históricos. Muy sospechoso ¿no?. Es lo de siempre. La llevan a máximos, por si cae, que lo haga después de haber maximizado beneficios los manos fuertes.
Y todo esto ocurre en un entorno de malas noticias. Para mí la más importante es el hecho de que la burbuja inmobiliaria parece ser que está explotando (POP) en USA. Así lo explica Krugman en un artículo titulado “La construcción se pone fea”. El mayor constructor de McMansions (mira por donde me he enterado que esas horribles casas yanquis sin estilo las llaman McMansions y el nombre viene de McDonald, sinónimo de mala comida) ha entrado en pérdidas y ha cancelado todas sus opciones de compra de terrenos. Frenazo constructor. Todos rezan ya por el aterrizaje suave.
Hablando de la burbuja hoy leo en El País un artículo de Manuel Rivas en que explica como todas las tiendas se van convirtiendo en inmobiliarias. Las de todo a cien siguen con la misma denominación, pero ahora son ¡todo a cien millones!
También Krugman explica la pérdida creciente del poder adquisitivo del trabajador que comenzó con Reagan, siguió con una mejora ligera con Clinton y con Bush ha vuelto a empeorar desde el 2000. La gente ya dice que tiempos pasados fueron mejores. El estancamiento de los salarios dura ya 30 años.
En España ya tenemos indicios de que el consumo afloja. Muchas personas están ya sufriendo las consecuencias de la subida de tipos (y volverán a subir en Octubre) y el dinero disponible se reduce. La noticia esta semana la hemos tenido en los automóviles, sector muy sensible a todas estas cosas. En Agosto se vendieron un 4% menos de vehículos que el año pasado (y ya van tres meses de descenso). Pero, ojo al dato: es en las provincias con mayor renta donde el pinchazo es mayor, con 10-15% de reducción. Todo un síntoma.
Mientras, esta semana también, nos hemos enterado de que Paco el Pocero se está construyendo un nuevo barquito de 72 m. valorado en ¡60 millones de euros! (habéis leído bien: 10.000 millones de pelas, que se van a un astillero italiano). Ya tiene dos barcos más (uno de 46 m. valorado en 36 mill. y otro de 27 m.) y está intentando comprar Puerto Portals en Mallorca. Parece ser que este verano no le dejaron atracar en Portals y ha decidido comprar todo el puerto para que vean quién es. Hasta los ha demandado judicialmente. ¡Con los Poceros no se juega, chicos de la jet!
Daros cuenta adonde va invertida la mitad de los ingresos que muchas personas obtendrán a lo largo de toda su vida.
Esta semana como veis ha sido muy prolija en información económica (está apareciendo toda la información aparcada por vacaciones) y otro dato con el que nos han bombardeado ha sido de que el crecimiento Español es debido únicamente a la entrada de inmigrantes. Sin toda esa gente estaríamos en crecimiento cero. ¡Loado sea Dios! Regalemos inmediatamente las pateras (Paco el Pocero, experto en el tema naviero y beneficiado por la inmigración, podría ser el sponsor) y hagamos que los 100 millones de habitantes de Senegal y Nigeria se vengan rápidamente para esta maravillosa tierra de acogida, así nadaremos todos en el dólar. Es evidente que este fenómeno de la inmigración ha de tener su límite, al igual que el valor de los activos. La mano de obra es otro factor económico clave y no puede crecer ilimitadamente. Otro desequilibrio más, este en el mercado laboral. ¡No es un problema racial, es ya un problema económico! Hay que pedir la limitación de la inmigración aunque te puedan tildar de racista. Esa es la trampa que nos han tendido los que quieren que cada año haya 250.000 consumidores más.
La foto es de una McMansion en construcción.
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