¡Ya soy motero!

Aquí tenéis la foto de mi Honda Scoopy 125 adquirida el viernes. Después de largas prácticas atravesando Barcelona en día festivo en pleno amanecer, ya la utilizo para ir a trabajar. Barcelona se ha vuelto muy pequeña gracias a este artefacto. Ahora sólo hace falta que no me la pegue/me la peguen. Soy consciente del riesgo. He tenido barco, he pilotado avión, llevo muchas horas al volante del coche y además escalo. Sin embargo es ahora cuando tengo más sensación de riesgo... pero es una pasada. Como podéis ver casi me dieron los "cuatro patitos" en la matrícula.