Va tan rápido el hundimiento del mercado inmobiliario, que si escribes cuatro líneas sobre el tema a los cinco días los acontecimientos superan lo previsto y así en dos semanas hemos visto como Tremón, Habitat y Aifos presentaban suspensión de pagos.
Escribía el 15 de noviembre sobre los importantes y graves problemas de muchas de las grandes inmobiliarias y hemos visto en los últimos días una gran “mascletá”, y no tenemos más suspensiones grandes porque los bancos han decidido entrar como accionistas transformando así la deuda en acciones y enladrillándose hasta las cejas (Metrovacesa). La banca va a tener que abrir nuevas oficinas, pero no para dar créditos (negocio difícil hoy en día), sino para vender pisos.
Ahora es el semanario inglés The Economist quien advierte en su próximo número de que “lo peor está por venir en la crisis del sector inmobiliario español y de que el mercado se va a encargar de terminar con una queja constante de los españoles durante los últimos años, la de que la vivienda tiene unos precios exorbitantes”.
Algún día u otro toda está inmensa cantidad de pisos y terrenos que se están quedando los Bancos tendrá que salir al mercado y como explicaba McCoy en Cotizalia (de forma muy bien argumentada, leer el artículo) hace unos días, la fuerte caída de precios será inevitable. Y claro, con la baja demanda que hay y ausentes las facilidades financieras, la caída de precios puede estar en el 50% tantas veces anunciado. Mira por donde vamos a terminar definitivamente en España con el mito del ladrillo, que ha sido la apuesta segura de inversores durante mucho tiempo. A los españoles les va a resultar difícil de entender que los precios caigan tan drásticamente después de años comprando ciegamente a cualquier precio bajo el lema de “compra hoy que mañana será más caro”. Pero ya se sabe: todo lo que sube baja.
Escribía el 15 de noviembre sobre los importantes y graves problemas de muchas de las grandes inmobiliarias y hemos visto en los últimos días una gran “mascletá”, y no tenemos más suspensiones grandes porque los bancos han decidido entrar como accionistas transformando así la deuda en acciones y enladrillándose hasta las cejas (Metrovacesa). La banca va a tener que abrir nuevas oficinas, pero no para dar créditos (negocio difícil hoy en día), sino para vender pisos.
Ahora es el semanario inglés The Economist quien advierte en su próximo número de que “lo peor está por venir en la crisis del sector inmobiliario español y de que el mercado se va a encargar de terminar con una queja constante de los españoles durante los últimos años, la de que la vivienda tiene unos precios exorbitantes”.
Algún día u otro toda está inmensa cantidad de pisos y terrenos que se están quedando los Bancos tendrá que salir al mercado y como explicaba McCoy en Cotizalia (de forma muy bien argumentada, leer el artículo) hace unos días, la fuerte caída de precios será inevitable. Y claro, con la baja demanda que hay y ausentes las facilidades financieras, la caída de precios puede estar en el 50% tantas veces anunciado. Mira por donde vamos a terminar definitivamente en España con el mito del ladrillo, que ha sido la apuesta segura de inversores durante mucho tiempo. A los españoles les va a resultar difícil de entender que los precios caigan tan drásticamente después de años comprando ciegamente a cualquier precio bajo el lema de “compra hoy que mañana será más caro”. Pero ya se sabe: todo lo que sube baja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario