Ya es sabido que cada vez que se produce un accidente de aviación nos indican que a pesar de la magnitud del accidente, el avión es el medio más seguro para viajar.
Nada que ver con los miles de accidentes que se producen por ejemplo viajando en automóvil.
¿Es así?
Para contestar con certeza a esta pregunta hemos de conocer el ratio de la división entre número de fallecidos, por ejemplo, en un año, y número de horas de viaje o millas recorridas.
El transporte que de el ratio más bajo, es el sistema más seguro.
Si hablamos de vuelos es perfectamente posible saber el número de fallecidos en accidentes de aviación y probablemente obtengamos un número muy aproximado de horas o millas voladas. Por lo tanto tenemos un ratio aceptable.
Probablemente también obtengamos un ratio correcto para los viajes en tren. Pero ¿y el automóvil?. Sabemos los fallecidos, pero ¿cuántos kilómetros han efectuado los automovilistas de un determinado país en un año? Respuesta: no lo sabe nadie.
Por lo tanto no podemos afirmar que el avión es más seguro porque no tenemos datos comparables. Se puede intuir, pero no afirmar. ¿Y si resulta que es el tren?
Por otra parte siempre me sorprenden las reacciones desmesuradas en este país cuando ocurre una catástrofe de este estilo.
Si mueren 15 en un autobús, más o menos, la indiferencia estatal y de los medios es evidente. No venden.
Pero si mueren más agrupados, como ocurre en un accidente de aviación, cosa bastante natural ya que los pasajeros de un vuelo triplican a los de un autobús, entonces se lía la de Dios es Cristo. Mientras un muerto en accidente de autobús no tiene derecho a nada, un muerto en accidente de aviación vale por 100 accidentados en la carretera. Páginas y páginas en los medios de comunicación. Así es la vida.
Y banderas a media asta para los del avión. Los 2.742 muertos en accidentes de tráfico (año 2007) son de segunda clase, amigos.
Nada que ver con los miles de accidentes que se producen por ejemplo viajando en automóvil.
¿Es así?
Para contestar con certeza a esta pregunta hemos de conocer el ratio de la división entre número de fallecidos, por ejemplo, en un año, y número de horas de viaje o millas recorridas.
El transporte que de el ratio más bajo, es el sistema más seguro.
Si hablamos de vuelos es perfectamente posible saber el número de fallecidos en accidentes de aviación y probablemente obtengamos un número muy aproximado de horas o millas voladas. Por lo tanto tenemos un ratio aceptable.
Probablemente también obtengamos un ratio correcto para los viajes en tren. Pero ¿y el automóvil?. Sabemos los fallecidos, pero ¿cuántos kilómetros han efectuado los automovilistas de un determinado país en un año? Respuesta: no lo sabe nadie.
Por lo tanto no podemos afirmar que el avión es más seguro porque no tenemos datos comparables. Se puede intuir, pero no afirmar. ¿Y si resulta que es el tren?
Por otra parte siempre me sorprenden las reacciones desmesuradas en este país cuando ocurre una catástrofe de este estilo.
Si mueren 15 en un autobús, más o menos, la indiferencia estatal y de los medios es evidente. No venden.
Pero si mueren más agrupados, como ocurre en un accidente de aviación, cosa bastante natural ya que los pasajeros de un vuelo triplican a los de un autobús, entonces se lía la de Dios es Cristo. Mientras un muerto en accidente de autobús no tiene derecho a nada, un muerto en accidente de aviación vale por 100 accidentados en la carretera. Páginas y páginas en los medios de comunicación. Así es la vida.
Y banderas a media asta para los del avión. Los 2.742 muertos en accidentes de tráfico (año 2007) son de segunda clase, amigos.
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