lunes, julio 28, 2014

Col de Val Louron-Azet desde Génos (Tour 2014)

Excelente jornada ciclista. Una buena pedalada, en un día de meteo excelente, subiendo este puerto clasificado de primera categoría en la etapa 17 del Tour de Francia 2014 (23-7-2014). 

Este año casi todo ha sido mejor. En primer lugar porque he subido el puerto acompañado de mi cuñado Miguel y de su hijo Andrés, quien a sus años once se ha subido el puerto con una mountain bike y teniendo en cuenta que lo suyo es el fútbol y la bici la utiliza para dar vueltas en el pueblo, tiene mucho mérito. Hay que felicitarlo por el esfuerzo que hizo y por la constancia que le puso para llegar a lo alto del puerto. Con rampas del 10% otro chaval habría dicho que aquí me quedo, pero Andrés está fuerte y nos hizo toda una demostración. Pocos chavales de su edad vi haciendo lo mismo.

Bajando el túnel de Bielsa debatíamos si aparcar en St. Lary y subir al Pla d’Adet, puerto que lleva a la estación de esquí y que era final de etapa. Pero el tema nos quedó claro al llegar a St. Lary ya que de buena mañana no cabía ni un alfiler. Como además esta subida era más dura (y soleada) que la del puerto anterior que tenían que recorrer los ciclistas, pues nos fuimos a Arreau y desde allí a Génos, pueblo donde comienza el puerto de Val Louron-Azet (que subí el año pasado por la otra vertiente).

A pesar de que el gentío (coches, bicis, gente andando) era abrumador, encontramos donde aparcar muy cerca del comienzo del puerto. Después de hinchar ruedas y montar la intendencia (había que llevarse mochila con la comida, bebida, gorros, cremas de protección, etc.) ya que íbamos a estar unas cuantas horas en lo alto del puerto.

La subida (durilla al principio) es agradable ya que el puerto sube en constantes lazadas y con ocasión del Tour cualquier puerto se convierte en algo fantástico (además están cerrados al tráfico desde el día anterior), con todas las cunetas tomadas por multitud de gente. Tan pronto pasabas al lado de un acordeonista en plena sesión musical (¡que agradable que es subir un puerto oyendo el acordeón!) como de otro que tocaba fanfarrias con la trompeta (y con las televisiones en pleno trabajo filmándolos).

Fotos de la subida. Puede verse que el hijo le da sopas con honda al padre.

 
 
   

Me paré en una curva a esperar a Andrés y había un entoldado que se habían montado unos chavales con música a tope y todos bebiendo y comiendo que daba gusto (eran las once) y les faltó tiempo para darnos jamón de forma incansable. Obstinados estaban en que me bebiese un Ricard (o dos, decía uno por allí), pero al final lo dejamos en naranjada.

A medida que subíamos la masa iba in crescendo. Pasé a unos de Barbastro (el maillot lo dejaba claro) dejándoles claro que les pasaba uno del Club Ciclista de Graus (se excusaron diciendo que su mochila era más grande que la mía).

Alcanzamos el puerto con gran alegría y enseguida, al oírnos hablar en castellano, un tripulante de una Harley, que era de Binefar, se brindó a hacernos una foto. Lástima que metió el dedo delante del objetivo, lo que normalmente no permite obtener buenas fotos...



Como en los puertos del Tour no faltan entoldados, en la subida y en el puerto, en los cuales se vende cerveza fresquita, nos vengamos del calor acumulado en la subida.






Nos dedicamos a buscar un lugar donde comer y esperar la llegada de la caravana publicitaria y de los corredores. Bajamos unos centenares de metros hasta un lugar donde se divisaban las últimas lazadas de la subida. Mucho más tranquilo aquí que el año pasado en la Hourquette d’Ancizan.


Andrés flipó con la caravana publicitaria (en la de la Vuelta a España solo hay cinco o seis vehículos) que de entrada ya le dieron un maillot de líder de la montaña. Pero después caerían multitud de gorras, llaveros, magdalenas, tubitos de naranjada y un sinfín de cosas más. Además le regalé (premio a su esfuerzo) la bolsa oficial del Tour, con gorra y camiseta amarilla.



Desde donde estábamos sentados veíamos perfectamente, lejos, enfrente, el puerto del Peyresourde, por donde iban a bajar los corredores procedentes de Bagneres de Luchon.


Así que cuando aparecieron los helicópteros (seis) por el puerto, la gente ya empezó a tensionarse. Teníamos motorhomes cerca que tenían televisión y ya sabíamos que venía escapado Kiryienka del Sky y detrás los escaladores aspirantes al premio de la montaña: Purito y Majka. Y después los líderes: Nibali, Valverde, Bardet, Pinot y Péraud.

Y llegó el momento de la excitación máxima al paso de los héroes de la ruta, ya en el tercer puerto del día, y por lo tanto ya muy cansados. ¡Qué cerca me pasaron todos! Excepto Valverde que me pasó tapado y ni me enteré. Valverde iba segundo en el Tour en ese momento (ha acabado cuarto) y yo iba equipado igual, vestido totalmente de Movistar, para darle ánimos, ya que es el único español que podía conseguir pódium, y mira por donde me quedé esperando a Godot (Esperando a Godot es una obra de Samuel Beckett en la cual los protagonistas se pasan toda la obra esperando a Godot).


Los aspirantes al premio de la montaña. Delante va Michael Rogers del Tinkoff-Saxo cortándole el viento a su compañero Rafal Majka, que va de líder de la montaña (y ha acabado el Tour con el triunfo en la montaña derrotando a Purito), y detrás Purito.


Majka y Purito


El maillot blanco a la derecha es Pinot. Le siguen Bardet, que ha acabado sexto, una verdadera joven promesa francesa (23 años), como Pinot, que ha finalizado segundo. Y detrás Nibali, el ganador del Tour, claro, de amarillo.
 


Pasa el equipo Omega Pharma-Quick Step. Un equipo orientado a las contrarelojes y sprints. Por lo tanto en la montaña lo pasan mal, ya que no es lo suyo. Se quedaron sin líder al caerse Cavendish en la primera etapa. Aquí los vemos agrupaditos intentando sobrevivir. Al frente el holandés Niki Terpstra.


Van pasando corredores. Fotografiado por la espalda Raimunas Navardauskas (97), que por aquí va apuradillo, pero que sin embargo dos días después, en una etapa llana, fue el vencedor.


Y aqúi pasa Arnaud Démare, con el maillot de la bandera francesa, lo que lo acredita como campeón de Francia. Sin embargo por aquí pasa liderando una grupeta.




Y más y más grupetas, intentando defenderse de la descalificación por excesivo tiempo respecto al primero.


Y fueron pasando grupos de corredores (aquellos que en la montaña van mal) intentando salvar la dureza de la etapa y finalmente pasó el coche escoba y tocó bajar el puerto (cerrado al tráfico en dirección contraria, por lo que los coches circulaban por la derecha y las bicis los pasábamos por la izquierda). Fresquito en la bajada que fue muy bien para contrarrestar el calor que tuvimos en la espera. Visto el caos que había para volver por St. Lary (la etapa siguiente recorría los puertos Tourmalet-Hautacam y por lo tanto el desplazamiento de la masa era en dirección contraria) nos subimos el Pyresourde y volvimos por Luchón-Portillón-Viella-Túnel-Bonansa. Por lo tanto una jornada en la que recorrimos seis puertos con el coche y uno con la bici. Jornada completa.

Como puede comprobarse en esta altimetría, el puerto no es largo, pero es duro, especialmente los kilómetros 2-4. Total, casi 8 kms., 630 m. de desnivel y 7,9% de promedio.

Un buen relato con fotos (en un día normal) en 1001 puertos.




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