Ya saben los que leen este blog que creo firmemente en lo de que “los agujeros se tapan”. Es decir, tramos de cotización de un valor o índice que se saltan y en lo cuales, por lo tanto, no se cruzan transacciones a esos precios, son recorridos en sentido contrario en fecha posterior no muy lejana, ya sea el agujero alcista (producido con la bolsa subiendo) o bajista.
Pues bien, el 1 y 2 de abril del 2009 el Ibex dejó un precioso agujero alcista (por lo tanto se tapará bajando) en el tramo 8002-8112,70, cuando la bolsa, creyendo que aquí ya se había acabado la crisis y que todo eran brotes verdes, inició una subida que llevó el índice hasta 12.239 en enero de este año, como si aquí no estuviese pasando nada.
Parecía muy atrevido afirmar que este agujero se taparía en poco más de un año, ya que eso significaba una bajada de 4.200 puntos desde máximos, es decir, un 35%, todo un crack. Pero ahora estamos en ello. Rotos hoy de nuevo soportes no sería extraño ver el IBEX en el 8.000 y colorín colorado, agujero tapado. Sería una demostración definitiva y elocuente de que “los agujeros se tapan”.
Pues bien, el 1 y 2 de abril del 2009 el Ibex dejó un precioso agujero alcista (por lo tanto se tapará bajando) en el tramo 8002-8112,70, cuando la bolsa, creyendo que aquí ya se había acabado la crisis y que todo eran brotes verdes, inició una subida que llevó el índice hasta 12.239 en enero de este año, como si aquí no estuviese pasando nada.
Parecía muy atrevido afirmar que este agujero se taparía en poco más de un año, ya que eso significaba una bajada de 4.200 puntos desde máximos, es decir, un 35%, todo un crack. Pero ahora estamos en ello. Rotos hoy de nuevo soportes no sería extraño ver el IBEX en el 8.000 y colorín colorado, agujero tapado. Sería una demostración definitiva y elocuente de que “los agujeros se tapan”.
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