Maravillosa época es el verano para los gobiernos, ya que se les puede hacer tragar a los consumidores (antes denominados ciudadanos) todos los sapos habidos y por haber mientras disfrutan del botijo, de la tumbona y este año además se les hincha de circo (fútbol).
Planificado parece todo esto, por lo que no nos ha de extrañar que la sentencia del Constitucional sobre el Estatut de Catalunya aparezca en plena canícula, esperando que las redacciones de los medios estén ya en pleno sopor y parte de la gente de campo y playa. Menos gente para ir de manifestación y una buena torrada para aquel que pise el asfalto.
El golpe de Estado Jurídico, que atenta contra lo que el pueblo pacta, pacto aprobado en referéndum, aprobado por el Parlamento Catalán y por las Cortes Españolas, asesta un duro golpe al encaje de Catalunya en España. Ya vemos que los Mercados imponen su ley en lo económico y lo social y otros poderes fácticos, que no han sido elegidos por el pueblo y que son de dudosa legalidad (visto que el mandato de algunos de los jueces hacía tiempo que había vencido), son los que imponen finalmente su imperio al ciudadano. ¿Es esto una democracia? ¿Cómo es que se puede anular un pacto legal, aunque sea en una coma? Fijémonos que si el PP no lo hubiera recurrido, ¡sería legal! y el Constitucional no habría abierto la boca. Mal lo tiene el PP en Catalunya, que deberá esconderse una vez más en la caverna.
El PP recibe como castigo divino a su falta de visión política un auténtico boomerang, ya que si no obtiene mayoría en las próximas elecciones no podrá contar con los votos de CiU. Con está sentencia a CiU le es imposible arrimarse, como amagaba hacerlo, a los Peperos, a cambio del consabido y habitual plato de lentejas.
Si en lo Político se inicia la guerra (una auténtica crisis de Estado), en lo Social y en lo Económico los tambores ya han dejado de sonar y empiezan los disparos. Parece ser que la gente empieza a ver las orejas al lobo y a abrir los ojos ante lo que se les viene encima.
Tenemos ya la primera gran batalla en marcha que se está produciendo en el Metro de Madrid. Un convenio (no es sector público) pasado por el forro y como es lógico, si una parte se salta la ley la otra no ha dudado en hacerlo también y ha empezado la primera huelga salvaje, en la que ya no se respetan esos servicios mínimos establecidos para que las huelgas se conviertan en molestias light y así se puedan vencer sin problema alguno.
Mi aplauso para los trabajadores del Metro de Madrid y los de los Ferrocariles Catalanes, que también han decidido pasarse por el forro lo de los servicios mínimos. La guerra es la guerra, como ya ocurre también en Euskadi. ¿Se pensaban que aquí no iba a pasar nada?
Vemos como el IPC no sube, ni subirá, lo más mínimo, aunque suba el IVA pasado mañana y el gas (un buen ejemplo) el ¡6%! dentro de poco. Y la electricidad amenaza un incremento del 4%, aumento que no se ha llevado a cabo ya que PP y PSOE están de un pasteleo peligroso en este tema y que a buen seguro afectará a nuestros bolsillo; ¡Dios sabe lo que pueden acordar en el tema energético!.
Nos dirán en Setiembre que las rebajas de verano han sido tales que compensan todos los aumentos habidos y por haber. Que nadie sufra si le bajan el sueldo, porque todo esta ya más barato. Bueno, casi todo.
Tendremos que seguir dando la razón al GEAB cuando habla de la entrada en la fase de desarticulación geopolítica. Es obvio que la reunión última del G-20 (que ha costado la alucinante cifra de 800 MM. de dólares y que paga el ciudadano canadiense con sus impuestos) marca el inicio de esa fase de disgregación, o sea, yo por aquí y tú por allá y que cada uno campe como pueda. No sé para que se reúnen, si resulta que es para certificar las diferencias que existen sobre las medidas a tomar para salir de esta gran crisis. Los americanos, de momento, aún manteniendo las ayudas estatales y los europeos recortando casi todo lo recortable (el gasto militar no tanto) en una locura colectiva que pasará factura (el gregarismo, la manada, similar a la de Castelldefels, pero cruzando las vías de la Depresión).
Krugman se desespera indicando (Ahora y luego) que esto puede acabar muy mal (la tercera depresión), como en la época de Hoover. Se está haciendo lo mismo. No hay indicios de que la economía se recupera y no solo retiramos las ayudas, sino que reducimos el gasto del Estado de forma salvaje que es lo único que puede arreglar la crisis.
Hoy vemos toda una sarta de noticias negativas, tanto en China como en EE.UU. Probablemente pasado el verano empezará la nueva rueda hacia abajo (adiós consumo) y el desempleo en España es fácil que se sitúe en los 5 MM., tal como ha afirmado hoy el líder de CC.OO., Toxo.
Vemos como la mascletá inmobiliaria en España no cesa y todas las patadas adelante realizadas en su día, mediante refinanciaciones que eran un brindis al viento, acaban como debían haber acabado hace ya muchos meses: en suspensión de pagos. Y Sacresa no es precisamente una pequeña inmobiliaria.
Y para acabar de dejarnos contentos, mientras la gente aporta parte de sus salarios para reducir el déficit, vemos que aquellos que originan el elevado fraude (19,5%) de la Hacienda española, son perdonados cuando se les descubre. Premio a la defraudación. Si no te pillan defraudas y ganas. Y si te pillan pagas lo que tocaba. Siempre de rositas. Ciudadanos de primera y ciudadanos de tercera.
Planificado parece todo esto, por lo que no nos ha de extrañar que la sentencia del Constitucional sobre el Estatut de Catalunya aparezca en plena canícula, esperando que las redacciones de los medios estén ya en pleno sopor y parte de la gente de campo y playa. Menos gente para ir de manifestación y una buena torrada para aquel que pise el asfalto.
El golpe de Estado Jurídico, que atenta contra lo que el pueblo pacta, pacto aprobado en referéndum, aprobado por el Parlamento Catalán y por las Cortes Españolas, asesta un duro golpe al encaje de Catalunya en España. Ya vemos que los Mercados imponen su ley en lo económico y lo social y otros poderes fácticos, que no han sido elegidos por el pueblo y que son de dudosa legalidad (visto que el mandato de algunos de los jueces hacía tiempo que había vencido), son los que imponen finalmente su imperio al ciudadano. ¿Es esto una democracia? ¿Cómo es que se puede anular un pacto legal, aunque sea en una coma? Fijémonos que si el PP no lo hubiera recurrido, ¡sería legal! y el Constitucional no habría abierto la boca. Mal lo tiene el PP en Catalunya, que deberá esconderse una vez más en la caverna.
El PP recibe como castigo divino a su falta de visión política un auténtico boomerang, ya que si no obtiene mayoría en las próximas elecciones no podrá contar con los votos de CiU. Con está sentencia a CiU le es imposible arrimarse, como amagaba hacerlo, a los Peperos, a cambio del consabido y habitual plato de lentejas.
Si en lo Político se inicia la guerra (una auténtica crisis de Estado), en lo Social y en lo Económico los tambores ya han dejado de sonar y empiezan los disparos. Parece ser que la gente empieza a ver las orejas al lobo y a abrir los ojos ante lo que se les viene encima.
Tenemos ya la primera gran batalla en marcha que se está produciendo en el Metro de Madrid. Un convenio (no es sector público) pasado por el forro y como es lógico, si una parte se salta la ley la otra no ha dudado en hacerlo también y ha empezado la primera huelga salvaje, en la que ya no se respetan esos servicios mínimos establecidos para que las huelgas se conviertan en molestias light y así se puedan vencer sin problema alguno.
Mi aplauso para los trabajadores del Metro de Madrid y los de los Ferrocariles Catalanes, que también han decidido pasarse por el forro lo de los servicios mínimos. La guerra es la guerra, como ya ocurre también en Euskadi. ¿Se pensaban que aquí no iba a pasar nada?
Vemos como el IPC no sube, ni subirá, lo más mínimo, aunque suba el IVA pasado mañana y el gas (un buen ejemplo) el ¡6%! dentro de poco. Y la electricidad amenaza un incremento del 4%, aumento que no se ha llevado a cabo ya que PP y PSOE están de un pasteleo peligroso en este tema y que a buen seguro afectará a nuestros bolsillo; ¡Dios sabe lo que pueden acordar en el tema energético!.
Nos dirán en Setiembre que las rebajas de verano han sido tales que compensan todos los aumentos habidos y por haber. Que nadie sufra si le bajan el sueldo, porque todo esta ya más barato. Bueno, casi todo.
Tendremos que seguir dando la razón al GEAB cuando habla de la entrada en la fase de desarticulación geopolítica. Es obvio que la reunión última del G-20 (que ha costado la alucinante cifra de 800 MM. de dólares y que paga el ciudadano canadiense con sus impuestos) marca el inicio de esa fase de disgregación, o sea, yo por aquí y tú por allá y que cada uno campe como pueda. No sé para que se reúnen, si resulta que es para certificar las diferencias que existen sobre las medidas a tomar para salir de esta gran crisis. Los americanos, de momento, aún manteniendo las ayudas estatales y los europeos recortando casi todo lo recortable (el gasto militar no tanto) en una locura colectiva que pasará factura (el gregarismo, la manada, similar a la de Castelldefels, pero cruzando las vías de la Depresión).
Krugman se desespera indicando (Ahora y luego) que esto puede acabar muy mal (la tercera depresión), como en la época de Hoover. Se está haciendo lo mismo. No hay indicios de que la economía se recupera y no solo retiramos las ayudas, sino que reducimos el gasto del Estado de forma salvaje que es lo único que puede arreglar la crisis.
Hoy vemos toda una sarta de noticias negativas, tanto en China como en EE.UU. Probablemente pasado el verano empezará la nueva rueda hacia abajo (adiós consumo) y el desempleo en España es fácil que se sitúe en los 5 MM., tal como ha afirmado hoy el líder de CC.OO., Toxo.
Vemos como la mascletá inmobiliaria en España no cesa y todas las patadas adelante realizadas en su día, mediante refinanciaciones que eran un brindis al viento, acaban como debían haber acabado hace ya muchos meses: en suspensión de pagos. Y Sacresa no es precisamente una pequeña inmobiliaria.
Y para acabar de dejarnos contentos, mientras la gente aporta parte de sus salarios para reducir el déficit, vemos que aquellos que originan el elevado fraude (19,5%) de la Hacienda española, son perdonados cuando se les descubre. Premio a la defraudación. Si no te pillan defraudas y ganas. Y si te pillan pagas lo que tocaba. Siempre de rositas. Ciudadanos de primera y ciudadanos de tercera.