De nuevo en la Font de l’Atmelló

El miércoles, que fue un día excelente y soleado, no pude salir, ya que es el día que voy a Tai-Chi y ayer jueves esto se puso otra vez mal. ¡Vaya invierno! En principio la lluvia no llegaba hasta la tarde, pero cuando paramos en el puerto del Ordal para desayunar, ya estaba todo cubierto e incluso había llovido un buen chaparrón. Desayunamos tranquilamente, conscientes de que tendríamos pocas oportunidades de escalar. Habíamos decidido volver a la Font de l’Atmelló, ya que a Xavi se le había escapado el otro día el dato de que han reequipado vías. Convenía ir a verlo. Atravesamos las viñas del Pénedes por el pueblo de Moja, donde se hallan viñedos de VallFormosa y de Cavas Hill y al llegar a la pista que lleva enfrente de la ermita de Olérdola estaba todo encharcado. Aquí había incluso llovido más.

Y mientras destrepábamos la pared por las cuerdas fijas que hay instaladas, un cielo plomizo y unas cuantas gotas nos anunciaban que no había nada que hacer. Nos dedicamos a mirar los reequipamientos y hasta descubrimos una nueva vía que hicimos en Tope Rope al no tener referencias. Xavi ya ha encontrado que se llama El Petit Princep y que le dan V (muy atlético). Es una vía preciosa (ver foto); cinco estrellas.

La roca estaba (milagros del calcáreo) seca y después de las cuatro gotas al llegar ya no cayó ni una más. No hizo frío y estuvimos casi solos. Xavi hizo ocho vías y yo siete. La última, según Xavi, era un 6a, que me lo pasé bien. Ayer, ¿tenía el día inspirado o es que voy progresando?

Y no hay mejor música para este lugar (ya sé que el mar no está muy cerca, pero se le vé escalando) que la canción de LLuis Llach, basada en la letra de un poema de Josep María de Sagarra, Vinyes verdes vora el mar. Un buen ejemplo de musicalización de un poema. De lo mejor de Llach. Adjunto un maravilloso trabajo que han hecho en el IES de LLançà.

La foto es de la ermita de Olérdola bajo un sol moribundo, que en algunos momentos hasta llegamos a ver.