miércoles, febrero 05, 2014

No me equivoqué (la superola)

Escribía ayer sobre este fenómeno que se produce en el mar y veo que en el ejemplo que puse a boleo acerté en los números. Siempre hay una neurona que se guarda las cosas, sorprendiéndonos.

Hoy El País publica un artículo en el que explica los medidores (sondas, con un total de 15 unidades a 50 km. de la costa) que hay en la costa norte española, dotadas de la última tecnología. Desde el 2008 se miden las olas y los valores máximos de altura significante de olas medidos en la costa norte española ronda los 13 metros, todos ellos registrados en invierno, pero la ola máxima registrada fue en Santander, con una altura de 26,13 metros

Por lo tanto tenemos una relación de dos a uno. En un mar de 13 metros tendremos superolas de 26 metros. En el ejemplo que ponía ayer decía que para un mar de 10 metros podíamos tener superolas de 20 metros. Veo que acerté.

En verano, cuando voy a la playa, me divierto mucho con esto de la superola. A las nueve de la mañana ya estoy en la orilla y el mar habitualmente está plano como un salón. No hay olas y la gente se sitúa muy cerca del mar. 

Sólo hay que esperar que el sol empiece a calentar y aparezca fielmente el Garbí, viento del suroeste (en el Adriático es el Siroco) que poco a poco y a medida que avanza el día va aumentando su fuerza y levantando mar. Primero son unas olitas simpáticas, pero hacia las dos del mediodía ya tienen a veces medio metro. Suficiente para que la superola, que solo tendrá un mísero metro de altura, cuando llegue a la orilla ponga a caldo a todos aquellos que se han puesto muy cerca del mar y plácidamente toman el sol tumbados sobre la arena. Oiremos muchos gritos de sorpresa.

¡Esto es una superola!




No hay comentarios:

 
View blog top tags