Esta semana pasada he seguido con mucho interés la Volta a Catalunya, una carrera ciclista por etapas que dura exactamente una semana y que recorre cada año las comarcas catalanas.
La Volta está incluida en la UCI World Tour, lo que significa que es una de las 28 carreras más importantes del mundo. En España, además de la Volta, se incluyen la Vuelta a España (agosto-setiembre), la Clásica de San Sebastián (julio, después del Tour) y la Vuelta Ciclista al País Vasco (abril).
Fotos: los dos escapados, Salerno (Cannondale) y Meier (Orica-GreenEdge), que fueron cazados antes de la meta y que pasaron con ocho minutos de ventaja. Detrá venían a todo tren el Movistar de Valverde y el Sky de Wiggins.
El estar incluida en este calendario obliga a que los equipos ciclistas más importantes del mundo participen en ella, ya que han de ganar puntos para estar admitidos en las pruebas de nivel más importante: Tour, Vuelta y Giro.
Gracias a esto hemos podido ver en la Volta al ganador del último Tour, Wiggins; al ganador del Giro, Hesjedal; y los clasificados en segundo y tercer lugar en la Vuelta a España: Valverde y “Purito” Rodríguez (que quedó clasificado como mejor corredor mundial del 2012, ahí es nada). Sólo faltaba, entre los triunfadores del 2012, Contador.
Por lo tanto un excelente nivel que había que ver en directo. Y
así el primer día me dirigí al Montseny, ya que la primera etapa
Calella-Calella, pasaba por ese macizo montañoso.
Me subí el puerto de Coll Formic, pensando erróneamente que
pasarían por allí, pero ya vi subiendo que había piedras en la carretera, lo
que está reñido con una prueba así.
Nada más hacer el puerto bajé raudo y veloz y aún llegué a tiempo para ver el paso de los “pros” en un sitio ideal, ya que era estrecho y hacía subida (hacia la Costa del Montseny). Más cerca ya no se podía estar; ¡me tuve que apartar para que no me atropellaran, a pesar de estar fuera de la carretera!
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