No me voy a referir hoy al gobierno, tiempo habrá para
hablar de corrupción. Me remito hoy al impresentable que rige la patronal
española, Juan Rosell. ¿Por qué siempre esta institución ha de estar dirigida por inmorales? Ya hemos
visto como el anterior presidente incluso está ahora procesado, es decir, un presunto delicuente. A eso hemos llegado
en esta querida España.
Hoy el actual presidente de la patronal española nos expone
que la reforma laboral no ha sido suficientemente destructora de empleo
(recuerdo que se hizo para crearlo) y hay que dar una nueva vuelta de tuerca:
seguir el modelo Chino hasta el final.
Juan Rosell, que así se llama la desgracia que hemos de soportar ahora, quiere contratos de tres líneas. Es decir, quiere no contratos, o sea un contrato-esclavo, miniempleos, con sueldos por debajo de convenio y que lo que falta para que el trabajador pueda comer (con lo que le van a dar no tendría ni para agua) lo ponga el gobierno con subsidios. Para esto, para complementar los salarios que no él quiere pagar, no le importa que el gobierno se gaste dinero. No se atreve aún a pedir trabajo gratuito, o sea todos becarios, pero pronto llegará. ¡Mira que seríamos competitivos!
Juan Rosell, que así se llama la desgracia que hemos de soportar ahora, quiere contratos de tres líneas. Es decir, quiere no contratos, o sea un contrato-esclavo, miniempleos, con sueldos por debajo de convenio y que lo que falta para que el trabajador pueda comer (con lo que le van a dar no tendría ni para agua) lo ponga el gobierno con subsidios. Para esto, para complementar los salarios que no él quiere pagar, no le importa que el gobierno se gaste dinero. No se atreve aún a pedir trabajo gratuito, o sea todos becarios, pero pronto llegará. ¡Mira que seríamos competitivos!
No hay la más mínima duda de que acabaríamos con el paro. Yo
me ofrezco a contratar diez personas a 1 € / 4 horas de trabajo para que me
cocinen, limpien los zapatos, limpien la casa, rieguen las macetas y me den
masaje un rato y hasta estoy pensando que vengan a vestirme. ¡Seríamos el país con el nivel de empleo más alto del mundo! ¡Todo
arreglado! Pero, ¿esto es empleo? Los miniempleos ¿son empleo? ¿Soluciona algo esto? ¿Incrementa el PIB? O es una tomadura de empleo para falsear estadísticas y acallar conciencias.
Como ya he explicado varias veces en este blog, es un mantra
de la derecha negar el paro, o al menos minimizarlo. En seguida puedes detectar
si una persona es de la derechona si minimiza el paro, si dice que es mentira,
que en realidad lo que pasa es que todos están trabajando en negro. De esta forma sus
conciencias duermen tranquilas.
Rosell, como era de esperar, niega la EPA, encuesta
totalmente homologada y que, como toda encuesta (¡basada en 200.000 personas!), puede tener un pequeño margen de error. Pero Rosell
reconoce solo como parados aquellos que se apuntan en el INEM. Un error
conceptual grave, ya que es evidente que todo el mundo no se apunta al INEM. ¿En que criterios se basa para justificar que la EPA es
incorrecta? Pues ninguno, sencillamente porque quiere negar el paro y ¡ya está!
Rosell no tiene ni puñetera idea y ¡es el presidente de la patronal! Y quiere negar el paro, porque quiere endurecer la reforma laboral... lo que generaría más paro con toda seguridad.
Las visceralidades de este impresentable van más lejos y
arremete de nuevo contra los funcionarios (que ya han contestado) a los que enviaría a casa para que no
gasten en papel y lápiz, ya que sobran casi todos (aunque dijo no saber “cuántos funcionarios sobran”). “Hay grasa en todas partes”, afirmó, sin mirarse su
voluminosa tripa ni en el interior de su cerebro, que debe de tener de todo, menos
neuronas, por lo que se ve. Querido Rosell, si el Estado tiene que complementar
salarios para que tus costes laborales sean bajos, esto es también grasa, pero
claro, esta grasa te alivia tu bolsillo. Bienvenida sea ¿no?.
Lo dicho, nos merecemos algo mejor.
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