Que la crisis la vamos a pagar todos los españolitos está ya bastante claro a estas alturas. Pero la cosa sigue. No creáis que ya está todo pagado. Hay y habrá más. Véase si no el último invento en lo que respecta al mercado laboral. Lo van a poner en marcha los alemanes que son muy listos y son un país más o menos serio.
Como tienen claro que el despido no es solución a la recesión (por aquí se piensa todo lo contrario) han inventado lo de las medias tintas. Los empresarios que lo deseen (puede ser que esten en beneficios, pero con la plantilla subocupada) podrán reducir la jornada laboral de algunos trabajadores. El trabajador verá reducido su salario en proporción a la reducción, pero aquí aparece el Estado que le compensará (no todo, claro, faltaría más) una parte del salario que pierda. En Alemania, que como digo son más serios, las horas que no trabajará el empleado las tendrá que dedicar a formación.
Por lo tanto, según los inventores, todos felices: tanto el empresario que mantiene el negocio en marcha y no ha de despedir a nadie, y el trabajador que trabajará menos horas y que verá reducidos sus ingresos “un poco” pero a cambio conserva su trabajo. En este marco de felicidad no aparece el contribuyente, que es al fin y al cabo el que le pasará a los trabajadores el dinero que antes le pagaba el empresario. Maravilloso.
Pero ahora viene la variante española. Y como aquí no somos serios como los alemanes, veamos un ejemplo de como funcionará en este país esto de la reducción de jornada.
Al día siguiente de aprobarse la ley, el propietario de la empresilla ejemplo convocará a sus quince trabajadores y les dirá que la cosa no va bien. Que lleva días pensando en despedir a gente, pero que gracias a la ley que se acaba de aprobar les comunica con gran satisfacción que no despedirá a nadie (aplausos del personal), pero sí que se acogerá a ella. Pero no os preocupéis, les dirá, porque cobraréis casi lo mismo (nuevos aplausos del personal). Pero un pequeño matiz, les dirá el empresario, ¡hay que mantener el esfuerzo! Por lo tanto os voy a pedir que sigáis trabajando las mismas horas, ya que en el fondo cobráis casi igual (aquí no hay aplausos). Debéis entender que cuando gobierne el PP habrá despido libre y no quiero verme obligado a despedir a nadie porque ahora no me arrima el hombro (las amenazas de siempre).
La reunión se acaba obviamente aquí y todos tienen claro que seguirán trabajando las mismas horas, cobrando menos y el empresario chupando dinero de todos los españoles.
Supongo que queda claro que todo esto no genera ni un puesto de trabajo. ¿Evitará despidos? ¿O ya se ha despedido todo lo despedible?
Más aún y más grave. Los importes que no pague el empresario y pague la Seguridad Social SON PARO. O sea, que lo que vaya cobrando la gente por este concepto se les irá merendando su fondo de paro. Es decir, si están mucho tiempo con reducción de jornada (en Alemania puede alcanzar un período máximo de 24 meses) si finalmente la empresa cierra o sencillamente al final despiden al trabajador, se encontrará este con que casi no tienen subsidio de paro.
Felicidades Zapatero. Seguimos machacando votantes. Todo por el trabajador ¿o por el empresario?
Como tienen claro que el despido no es solución a la recesión (por aquí se piensa todo lo contrario) han inventado lo de las medias tintas. Los empresarios que lo deseen (puede ser que esten en beneficios, pero con la plantilla subocupada) podrán reducir la jornada laboral de algunos trabajadores. El trabajador verá reducido su salario en proporción a la reducción, pero aquí aparece el Estado que le compensará (no todo, claro, faltaría más) una parte del salario que pierda. En Alemania, que como digo son más serios, las horas que no trabajará el empleado las tendrá que dedicar a formación.
Por lo tanto, según los inventores, todos felices: tanto el empresario que mantiene el negocio en marcha y no ha de despedir a nadie, y el trabajador que trabajará menos horas y que verá reducidos sus ingresos “un poco” pero a cambio conserva su trabajo. En este marco de felicidad no aparece el contribuyente, que es al fin y al cabo el que le pasará a los trabajadores el dinero que antes le pagaba el empresario. Maravilloso.
Pero ahora viene la variante española. Y como aquí no somos serios como los alemanes, veamos un ejemplo de como funcionará en este país esto de la reducción de jornada.
Al día siguiente de aprobarse la ley, el propietario de la empresilla ejemplo convocará a sus quince trabajadores y les dirá que la cosa no va bien. Que lleva días pensando en despedir a gente, pero que gracias a la ley que se acaba de aprobar les comunica con gran satisfacción que no despedirá a nadie (aplausos del personal), pero sí que se acogerá a ella. Pero no os preocupéis, les dirá, porque cobraréis casi lo mismo (nuevos aplausos del personal). Pero un pequeño matiz, les dirá el empresario, ¡hay que mantener el esfuerzo! Por lo tanto os voy a pedir que sigáis trabajando las mismas horas, ya que en el fondo cobráis casi igual (aquí no hay aplausos). Debéis entender que cuando gobierne el PP habrá despido libre y no quiero verme obligado a despedir a nadie porque ahora no me arrima el hombro (las amenazas de siempre).
La reunión se acaba obviamente aquí y todos tienen claro que seguirán trabajando las mismas horas, cobrando menos y el empresario chupando dinero de todos los españoles.
Supongo que queda claro que todo esto no genera ni un puesto de trabajo. ¿Evitará despidos? ¿O ya se ha despedido todo lo despedible?
Más aún y más grave. Los importes que no pague el empresario y pague la Seguridad Social SON PARO. O sea, que lo que vaya cobrando la gente por este concepto se les irá merendando su fondo de paro. Es decir, si están mucho tiempo con reducción de jornada (en Alemania puede alcanzar un período máximo de 24 meses) si finalmente la empresa cierra o sencillamente al final despiden al trabajador, se encontrará este con que casi no tienen subsidio de paro.
Felicidades Zapatero. Seguimos machacando votantes. Todo por el trabajador ¿o por el empresario?
1 comentario:
He leído con interes su entrada en el blog relativa a la reducción de jornada y me gustaría compartir con usted una reflexión sobre.
Nadie está parado por gusto por mucha red de protección social que exista, pero hay que mudar el concepto de percepción de la indemnización como algo que nos corresponde por derecho de haber trabajado (como una paga devengada y pendiente de liquidar), hacia el derecho a estar en el mercado de trabajo con opciones de empleabilidad y hacia la responsabilidad de las empresas de ayudar a sus trabajadores a mantener esa empleabilidad.
Creo que partiendo de este cambio de paradigma sobre el porqué del derecho a la indemnización podemos enfocar el diálogo social a discutir el qué hacer con el dinero que nuestra economía dedica a las indemnizaciones por despido y cómo y a través de quien se debe administrar, en lugar de estar todo el día negociando su coste.
Si tiene usted interés en comentarlo mi cuenta gmail es lluis.clusella@gmail.com
Saludos y adelante con un blog tan interesante.
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