domingo, diciembre 06, 2009

Un verano Griego - 5. Desde el puerto de Atenas (El Pireo), ferry hacia Creta (Heraklion)


Abandonado tengo el tema de escribir sobre el viaje veraniego por las islas griegas. Como este blog es mi diario y quiero que me quede escrito todo el viaje, lo seguiré haciendo a pesar del tiempo que va pasando.

Habiendo leído que el metro/tren de la capital hasta el famoso puerto de El Pireo es nido de carteristas y chorizos, decidimos tomar un taxi desde el Hotel hasta el puerto. El taxi es muy barato en Atenas, pero en cuanto te desplazas fuera de la ciudad la cosa cambia y especialmente si es de noche. Lo más divertido del taxi en Grecia es que durante el trayecto puede tomar más gente. Es normal que el taxista si ve una persona parada, como esperando taxi, afloje la marcha y pregunte, aunque solo en una ocasión el taxi en que ibamos nos incorporó un viajero.

En general los muchos taxistas que conocimos en Atenas fueron de lo más amables y más de uno hablaba inglés. A destacar que el segundo día en Atenas tuve que explicarle a uno el recorrido para llegar a los pies de la Acrópolis.

El taxista que nos llevó a El Pireo (que no lo pronuncian así en griego) llevaba ya su carajillo mañanero y parecía no haber dormido. Efectivamente, nos pidió nada más subir una parada técnica para recoger un enorme vaso de café. Todos los taxistas son muy aficionados a beberlo y llevan siempre un vaso con una cañita y así, de esta forma, van chupando todo el día el horroroso café griego, que es el turco, pero ni se te ocurra llamarlo así.

Aventura, pués, de buena mañana, con un taxista colocado. Llegamos al puerto dando un suspiro de alivio y por suerte (no hablaba inglés el taxista) sabíamos que íbamos al muelle “Epsilón dío” o sea E2. Poco después ya estábamos frente a nuestro rojo monstruo de las galletas, el
Knossos Palace de la naviera Minoan Lines (que tiene las oficinas en un precioso edificio de Heraklion). A pesar de que faltaba una hora para salir, el ferry ya estaba hasta la bandera y sólo pudimos encontrar un asiento (por casualidad al lado de cuatro españolas).

Impresionante la velocidad que alcanzan estos ferries modernos teniendo en cuenta lo que desplazan. La de coches y camiones que llegan a meter en las bodegas es impresionante y es que todo lo que consumen las islas, transportable en camión, llega a ellas a través de estos barcos.

El espectáculo estaba en recorrer las diferentes cubiertas y bares del barco y ver las diferentes opciones que toma la gente para afrontar el ¿largo? viaje. Sorprendentes alguna de ellas, ya que el trayecto duró menos de siete horas. Hay quien opta por pillar asiento y no moverse de él en todo el trayecto y hay quien prefiere estirarse por los alfombrados pasillos y pasarse el trayecto durmiendo. Hay también quien hace lo mismo, pero en cubierta, en sitios protegidos del viento.

Hay quien se mira la película que emiten multitud de pantallas de televisión repartidas por todo el barco (¡agggg!), otros se sienta en un bar y se pasan el viaje dándose tragos de esa buena cerveza griega que es Mythos y otros no se separan del ordenador portátil. Hay quien lee su primera novela en vacaciones y hay otros que dan los últimos repasos a las guías de viaje de Creta. Hay partidas de cartas y hay grupos de gente de todos las razas y etnias posibles. Hay familias numerosas que está claro que viven en la península, pero son de Creta y van a pasar las vacaciones de verano allí. Los abuelos, los niños, los juguetes, todo el clan en animada conversación. Han esperado todo el año este momento.

Los que lo pasan mal son los animales de compañía, principalmente perros, enjaulados todo el viaje en una de las cubiertas.
Pero las italianas son las que se lo pasan de maravilla dándole al telefonino sin parar (las compañías telefónicas italianas tienen el negocio asegurado) ya que, milagrosamente, gran parte del viaje hay cobertura.

Difícil explicar el desmadre en la vestimenta y la mezcla de idiomas que surca el aire. Lo de las maletas es música aparte, ya que tienes que llevártelas contigo.

Como en los viajes soy cronopio, me dediqué a recorrer el barco de arriba y abajo y ver todos los rincones posibles donde se podía encontrar gente. Casi ni me senté. Apoyado en la barandilla del barco vi desfilar ya un buen número de islas y mis máquinas de fotos empezaron a sacar humo. Hacía tanto que no navegaba que me entró mucha nostalgia y recordé la época en que tenía barco.

Cada vez que veía un velero cerca (eso fue casi una constante todo el viaje) miraba la posición de sus velas para enjuiciar (y algunas veces criticar) al patrón. También así sabía de donde venía exactamente el viento. El viento…..

Dos horas después de dejar El Pireo, mientras caía en el tópico de silbar la conocida canción de Los niños de El Pireo, se levantó mar. La enorme columna de humo del barco que se iba hacia popa, señal de que no hacía viento, se inclinó radicalmente hacia estribor, indicando que nos entraba un fuerte viento de norte. Aparecieron ricitos blancos sobre la mar en todo el horizonte. Calculé (difícil, dada la altura del barco) que las olas eran como máximo de metro y medio. Soportable.

El barco ni lo notaba, pero mi cabello sí. Le pregunté a un marinero si esto era ya el
meltemi y me contestó afirmativamente. Este viento del norte bate las islas griegas todo el verano con más o menos fuerza. Se origina porque encima de Grecia se colocan altas presiones y sobre Turquía bajas. Como los anticiclones giran hacia la derecha y las depresiones hacia la izquierda, se forma un canal de aire que fuerza al aire frío del norte a descender hasta latitudes muy bajas, como Creta, enfriando la atmósfera y así en las islas no hace el calor tórrido que debería registrarse por su latitud. Pero por otra parte muchos días bañarse es desagradable y siempre hay olas si no estas en un lugar a sotavento. Por lo tanto hacia el centro del mar Egeo es donde sopla con mayor fuerza. Es un viento térmico, que aparece con el sol y desaparece al anochecer.

Pronto nos acostumbramos a que el viento sería, al igual que el sol, nuestro compañero de viaje. Casi nunca vimos nubes y casi siempre notamos sus caricias.

El viento fue ganando fuerza y las olas aumentaron su tamaño a medida que entrábamos más en el Egeo, pero claro, estos “monstruos de las galletas” (así llamo yo a estos barcos que transportan entre tres mil y cinco mil personas) ni se enteran. Cuando navegaba con mi barco siempre pensaba, cuando me cruzaba con un ferry, yendo o volviendo de Palma o Menorca, que esta gente ni se enteran del mar. Comiendo en uno de los restaurantes del barco, la copa de cerveza no se movió lo más mínimo.

Llegamos a Heraklion (también la llaman Iraklio), capital de Creta (
Kriti en griego) a muy buena hora y asistimos al espectáculo gratuito que es ver salir de golpe toda esa masa de gente y coches del barco. Un caos total.
Había reservado hotel por Internet muy cerca del puerto para irnos tranquilamente caminando, aunque perezosos que estábamos pillamos un taxi que hizo la carrera más corta de su vida. Poco después estábamos en el
Lato Boutique Hotel, con habitación que daba al puerto antiguo, donde se levanta una preciosa fortaleza veneciana.

Fotografias: Arriba y primera abajo, subiendo a bordo del Knossos Palace.
2-5) Las diferentes cubiertas y bares.
6) Un bonito Cliper en el puerto de El Pireo.
7) Adelantando a toda máquina a una antiguo carguero.
8) Bar superior y chimenea del Knossos.
9) Virando para entrar en el puerto de Heraklion. Al fondo el islote inhabitado denominado Dia Nisida .
10) Heraklion y la entrada al puerto.
11) Panorámica del puerto de El Pireo (no se ve todo).
12) Mapa en que se muestra como se forma el meltemi.

Como siempre click en las fotos para verlas más grande, especialmente el panorama,que así, pequeñito,no se ve nada.

Y por si no os acordáis de como sonaba lo de Los niños de El Pireo, pues aquí podéis disfrutarla a la acordeón de un aficionado (como debe ser).
Y después Julio Cortazar le explica en una entrevista (aquí parcialmente) a Joaquín Soler Serrano como nació lo de los Cronopios.









No hay comentarios:

 
View blog top tags