Hoy, en el cuaderno Negocios de El País, Serafí del Arco publica una entrevista al Presidente de la Auditora Ernst & Young.
Serafí le pregunta al Presidente, Jim Turley , si está superada la crisis del sector a raíz del caso Enron.
El Presidente contesta que “…la lección más importante que aprendimos es el peligro de ser arrogante, y también aprendimos la importancia de escuchar en varios niveles…”.
Serafí sigue persisitiendo correctamente y pregunta, ¿sólo a escuchar más? Y el Presidente responde con obviedades, nimiedades y otras cosas parecidas. Es decir se va por la tangente y el entrevistador lo permite.
Cuando hablamos del caso Enron, hablamos de la quiebra más importante de la historia, que arrastró a la desaparición de la empresa que auditaba a Enron, Arthur Andersen, una de las grandes firmas auditoras del mundo.
Dispongo del libro que escribieron Bethany Malean y Meter Elkind, titulado “The smartest guys in the room” (Editado por Porfolio-Penguin Group), libro que trata en profundidad sobre todo lo ocurrido en Enron. En la página 145 explica que Andersen, declarada culpable, pagó 75 MM. de dólares por demandas civiles y 7 MM. más de multa a la SEC.
Andersen ganó con Enron, entre 1988 y 1991, 54 MM. de dólares. A finales de los 90’s la cifra se disparó. El año 2000 sólo, Enron pagó 52 MM. de dólares. Muchos puestos importantes de la compañía se cubrían con gente de Arthur Andersen que había trabajado antes para Enron. Una buena forma de agradecer los servicios prestados (creo que debería haber una ley que impidiese a una empresa contratar personal de la firma que le audita, al menos durante unos años).
Estamos hablando de corrupción en letras mayúsculas. Arthur Andersen falseó las auditorias a cambio de importantes ingresos. Enron compró a Arthur Andersen y su quiebra llevó a la desaparición de la empresa auditora.
Por lo tanto la respuesta que tendría que dar JimTurley en esta entrevista es “hemos aprendido que la corrupción puede llevar a la desaparición de una firma auditora. Una auditora debe vigilar mucho donde está la línea que nunca debe cruzarse”.
Lástima que Serafín no haya incidido en el tema corrupción (que no se menciona ni una sola vez en la entrevista) y permita salir de rositas al entrevistado.
Por cierto Jim Turley tiene una bola de cristal y ya conoce el futuro: la crisis de liquidez de la Banca se superará en seis meses. El entrevistador podría haberle preguntado en que se basa para emitir esta opinión.
Lástima que con esta maravillosa bola no vea también la primitiva.
Serafí le pregunta al Presidente, Jim Turley , si está superada la crisis del sector a raíz del caso Enron.
El Presidente contesta que “…la lección más importante que aprendimos es el peligro de ser arrogante, y también aprendimos la importancia de escuchar en varios niveles…”.
Serafí sigue persisitiendo correctamente y pregunta, ¿sólo a escuchar más? Y el Presidente responde con obviedades, nimiedades y otras cosas parecidas. Es decir se va por la tangente y el entrevistador lo permite.
Cuando hablamos del caso Enron, hablamos de la quiebra más importante de la historia, que arrastró a la desaparición de la empresa que auditaba a Enron, Arthur Andersen, una de las grandes firmas auditoras del mundo.
Dispongo del libro que escribieron Bethany Malean y Meter Elkind, titulado “The smartest guys in the room” (Editado por Porfolio-Penguin Group), libro que trata en profundidad sobre todo lo ocurrido en Enron. En la página 145 explica que Andersen, declarada culpable, pagó 75 MM. de dólares por demandas civiles y 7 MM. más de multa a la SEC.
Andersen ganó con Enron, entre 1988 y 1991, 54 MM. de dólares. A finales de los 90’s la cifra se disparó. El año 2000 sólo, Enron pagó 52 MM. de dólares. Muchos puestos importantes de la compañía se cubrían con gente de Arthur Andersen que había trabajado antes para Enron. Una buena forma de agradecer los servicios prestados (creo que debería haber una ley que impidiese a una empresa contratar personal de la firma que le audita, al menos durante unos años).
Estamos hablando de corrupción en letras mayúsculas. Arthur Andersen falseó las auditorias a cambio de importantes ingresos. Enron compró a Arthur Andersen y su quiebra llevó a la desaparición de la empresa auditora.
Por lo tanto la respuesta que tendría que dar JimTurley en esta entrevista es “hemos aprendido que la corrupción puede llevar a la desaparición de una firma auditora. Una auditora debe vigilar mucho donde está la línea que nunca debe cruzarse”.
Lástima que Serafín no haya incidido en el tema corrupción (que no se menciona ni una sola vez en la entrevista) y permita salir de rositas al entrevistado.
Por cierto Jim Turley tiene una bola de cristal y ya conoce el futuro: la crisis de liquidez de la Banca se superará en seis meses. El entrevistador podría haberle preguntado en que se basa para emitir esta opinión.
Lástima que con esta maravillosa bola no vea también la primitiva.
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