martes, septiembre 23, 2014

¡Venga!, más estupideces

Resulta que el pueblo suizo es el referente mundial en cuanto a democracia. Y eso es así porque cuando hace falta y es conveniente se hacen referéndums. Es decir, el pueblo suizo vota esto o aquello directamente sin pasar por el parlamento. En Suiza, para realizar cualquier cambio en una ley se puede solicitar la celebración de un referéndum y así los queridos padres de la patria no pueden bloquear los deseos del pueblo. Esto que es tan fácil de hacer, que la opinión popular se manifieste de forma directa, en algunos países es impensable.

Bueno, la realidad es que cuando interesa el referéndum es bueno, como se hizo en España para la ley de sucesión orgánica de Paquito Franco (año 1967 y que fue todo menos un referéndum ya que salió el sí por narices), para permanecer en la OTAN (1986), aprobar la Ley de Reforma Política (1976), Ratificación de la Constitución (1978) o Aprobar la Constitución Europea (2005). Esto parece ser que si fue democrático. Cuando no interesa, pues, el referéndum no vale.

Lo sorprendente es leer a estas alturas en la prensa (y no precisamente en la caverna mediática), que HACER UN REFERENDUM NO ES DEMOCRÁTICO. Que es algo horroroso, dictatorial y que nunca hay que hacerlos. Claro que aquí hay que añadir lo de antes, o sea, cuando no convengan.

Léase la sarta de estupideces que escribió el señor Francesc de Carreras en El País hace unos días para invalidar los referéndums, como la que dice que “las opciones que se les ofrecen a los ciudadanos son simples y poco matizadas”. La sarta de razones que enumera en el artículo son delirantes, aunque la mejor es esta: "el voto directo de los ciudadanos sólo expresa la suma de sus voluntades individuales, pero no asegura que estas voluntades se hayan formado de una manera adecuada a los fines que se pretenden". ¡Bravo!


3 comentarios:

Unknown dijo...

REFERENDUM SI, PERO SI NO HAY "RUPTURA" DEL ESTADO (DISCONTINUIDAD DE LA LEGALIDAD VIGENTE) EL REFERENDUM LO TIENE QUE CONVOCAR EL ESTADO Y PARA TODOS LOS CIUDADANOS DEL ESTADO. DE LO QUE SALGA EN CATALUÑA SE PODRAN HACER "LECTURAS" Y ORIENTARÁ PARA LOS POSIBLES PASOS A SEGUIR. A MI, COMO CASI VIEJO, NO ME ATRAE DEMASIADO LA AVENTURA, PERO, SIENDO IRREGULAR(ESTILO CURRO ROMERO), CUANDO ESTOY INSPIRADO SOY VALIENTE.

EL DERECHO A DECIDIR (EL DRET A DECIDIR)

Nací en un estado que ya estaba en funcionamiento antes de mi existencia. Pero poco después de cumplir los 18 años tuve ocasión de "decidir" un poco sobre la forma de organizarse el estado. Pude decidir muy poco: votar si o no a la constitución de 1978 actualmente en vigor. Pero si el estado que me da una identidad que va un poco más lejos de mis vecinos y conocidos, además de derechos y obligaciones, tiene que cambiar, yo pido, desde mi insignificancia como individuo ciudadano del estado, poder decidir un poco: ni más ni menos que lo que puedan decidir otros ciudadanos del estado.



Si escribo esta carta es porque tengo una propuesta en relación al referéndum que el Presidente de la Generalitat de Catalunya anuncia para el 9 de noviembre a la que quiero dar un mínimo de circulación, tan poca que se agota en esta carta, pero ahí va:



Que el Gobierno del Estado adopte la pregunta propuesta por la Generalitat de Catalunya, en su literalidad, y que convoque un referéndum ámbito estatal consultando a todos los ciudadanos del estado.



Creo que la propuesta tiene varias virtudes. Una es que se podrá conocer fehacientemente lo que los ciudadanos con derecho a voto, que vayan a votar, hayan depositado en las urnas: por colegios electorales, por comarcas, por provincias y por comunidades autónomas. Otra es que se acabará con la incertidumbre de no saber qué sucedería en un referéndum en Cataluña. Y la última y principal es que no es necesario plantearse una modificación de la Constitución para convocar el mismo referéndum que desea convocar el señor Mas y la masa social que representa. Los resultados de este hipotético referéndum creo que aportarían claridad sobre lo que la ciudadanía española, catalana, aragonesa, y otras depositan en las urnas y podría orientar para un futuro cambio constitucional que no es necesario "a priori".



Ambrosio Ezquerra Trillo

73.189.676.L

Baja, 1

22161 Puibolea

974702742

Kim Ricarte Aventín dijo...

Ambrosio, que no lo pillas. Estoy escribiendo sobre alguien que niega el referéndum de forma generalizada.

Respecto a que todos los españolitos voten en el referéndum sería como si
un matrimonio se quiere divorciar y una de las partes le tenga que dar permiso a la otra, o sea el sí. Eso es suponer que una parte se considera propietaria de la otra.

Unknown dijo...

MÁS QUE DE UN MATRIMONIO SE TRATARÍA DE UN PARTO

Creo que sí lo pillo. La comparación con el matrimonio no es válida, porque los ciudadanos, tanto de la comunidad, por el momento, Catalana, como del resto del estado, somos más de dos y hay que sopesar cuantos son/somos los partidarios del divorcio o de mantener el matrimonio. Un referéndum estatal permitiría saber lo que depositan las personas en las urnas, que ya es algo, y aportaría claridad. El referéndum estatal tiene la ventaja de mantener la continuidad legal, permitiendo al mismo tiempo conocer lo que depositan en las urnas los ciudadanos catalanes con derecho a voto y que decidan acudir a votar. Esto creo que es lo primero que hay que clarificar fehacientemente. La legitimidad de los resultados, en Cataluña, sería la misma aunque el referéndum sólo tuviera un carácter consultivo y no vinculante o decisorio. La decisión estaría tomada y expresada.

Si no hay referéndum no habrá más que bulla. No veo otra posibilidad de referéndum legal que no sea a iniciativa estatal.

Un estado potencial se ha gestado en el seno de otro estado. Creo que habrá que intentar que ninguno de los dos muera en el parto, si lo hay.

A Maidan y Novarossia no me apunto, pero, si llueve, habrá que dejarla caer.

 
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