Estupefacto me quedé al ver que El País dedicaba toda la
primera página con titulares enormes a la noticia del fallecimiento de Emilio
Botín. Como si se hubiese muerto Franco.
Resulta ser que Botín y Pujol tienen algo en común: haber
defraudado a Hacienda, teniendo cuentas opacas en Suiza. Los dos, por lo
tanto, chorizos confesos.
Pero mientras que a Pujol se le machaca en grado sumo (que nadie
entienda con esto que defiendo a Pujol). día sí día no, porque interesa, a Botín se le han dedicado páginas y páginas
de apestosas loas.
Claro que, ¿hay algún medio de comunicación que no tenga un crédito del
Santander? Por lo tanto toca decir que este señor era un ser formidable (no sea que te cancelen el crédito) y para
mayor demostración de su bondad intrínseca resulta que no amaba el dinero. Sí,
sí, he tenido que leer eso (y que se iba a jugar al golf en horas laborales, pero lo hacia muy rápido), lo que es una contradicción brutal. ¿Se imagina
alguien que en el entierro de un panadero el capellán de turno afirmase que el difunto no
amaba el pan como algo digno de admiración?
El País, periódico en que el Santander además es accionista,
el lameculos ha pasado por todas las firmas de la casa. Agradezco esta sarta de
encomios ilimitados ya que ha sido la gota que ha colmado el vaso y me ha
llevado a darme de baja de El País como suscriptor. Ya no podía aguantar más.
Hay que recordar que Botín tuvo conflictos judiciales,
algunos de los cuales derivaban de denuncias de un grupo encabezado por el
exconsejero de Banesto Rafael Pérez Escolar, con el que mantuvo duelos
históricos en las juntas de accionistas. Entre otros procesos, figuran las
cesiones de crédito, instrumentos financieros opacos que el Santander ofrecía a
sus clientes, y que le hicieron subir las escaleras de la Audiencia Nacional.
Aseguran los conocedores que un furgón de seguridad estaba cerca por si el juez
Moreiras fijaba una fianza millonaria —el fiscal pedía 8.000 millones de
pesetas—, lo que no sucedió. Recientemente, tuvo que regularizar cuentas en Suiza regularizar
cuentas en Suiza tras aparecer, junto a cinco de sus hijos y su hermano, entre
los 659 contribuyentes españoles que ocultaron más de 2.000 millones en la
filial suiza del HSBC. La Audiencia
archivó la causa tras pagar el banco una multa de 200 millones.
La toma de riesgo también le generó problemas con los
reguladores. En Reino Unido, el Santander afrontó una multa de 14,7 millones de
euros por mal asesoramiento. Asimismo, la CNMV expidió al banco una multa de
casi 17 millones por la mala comercialización de Valores Santander.
Todo un angelillo desahuciador. Un gran hombre. Espero que tenga su parcela en el infierno (como corresponde a todo usurero) con hipoteca incluida.
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