Este corrupto gobierno que
nos desgobierna, y nos hunde cada viernes un poco más, ha demostrado otra vez
que, aunque parezca imposible, puede superarse.
Lo ha hecho la semana
pasada al tomar una decisión sobre el famoso déficit eléctrico que asciende a
la bonita cifra de 26.062
MM. de euros. Una tontería.
Recuerdo que esta deuda
que tenemos los consumidores con las eléctricas nace de ir acumulando con los
años la diferencia entre el precio al que nos facturaban la electricidad y el
que las eléctricas decían que realmente valía. Vamos, como si el tendero de la
esquina te vende pepinos a 1 € el kg. pero dice que valen 2 € y se apunta la
diferencia, diferencia que algún día le pagarás.
El tema verdaderamente
importante que hay detrás de este déficit acumulado es saber quien ha
comprobado que realmente los pepinos valían 2 € y era correcto ir anotándose la diferencia. ¿Lo ha hecho alguien, o nos fíamos de las eléctricas, como así parece?
Para acabar de complicar
la cuestión tenemos a la banca, que siempre se pone en medio (Business are Business). La banca les puso el caramelo en la boca y decidieron vender esta
deuda a la banca (naturalmente con un descuento). Las eléctricas hicieron así
cash y la banca se apuntó un buen negocio, ya que el Estado o los consumidores
acabarían pagando esta deuda. Y si se retrasaban en el pago irían pasando la
factura a las eléctricas vía intereses de demora.
Pero llega la crisis y el
Estado no tienen un euro y por lo tanto decide que corra la hostia. Primero les
ha ido sacudiendo a los consumidores. Entre 2003 y 2011 la tarifa ha subido un
63% poniendo a España en el candelero de los países con la electricidad más
cara.
Pero aún con estos aumentos
el déficit sigue siendo abultado. ¿Qué hacer? Pasarlo a los consumidores en su
totalidad sería una salvajada ya que el precio del Kw/h. alcanzaría precios
siderales. Por lo tanto únicamente cabía la decisión salomónica: repartirlo entre todos (pero unos más que otros).
Naturalmente y en primer
lugar nos pasarán factura a los consumidores con otro incremento del 3,2%. Era de
esperar que si a esto le llamaban “reforma” acabaría afectando plenamente a nuestros bolsillos.
En segundo lugar los
Presupuestos Generales del Estado pondrán 900 MM. para que en Ceuta,
Melilla y Canarias sigan teniendo electricidad subvencionada (propongo darles
la independencia).
En tercer lugar, las
compañías eléctricas no saldrán indemnes y las empresas de distribución y las renovables pondrán 2.700 MM.
Naturalmente las empresas
de renovables, que tienen contrato con el gobierno asegurando unos incentivos
durante años, han puesto el grito en el cielo. Conozco el tema ya que tuve un
megaproyecto entre manos (un huerto solar de magnitud impresionante) cuando
trabajaba en la banca y son proyectos de rentabilidad a muy largo plazo, pero
cuando se ha superado el punto muerto (es decir, queda amortizada la inversión),
la rentabilidad es altísima y al final del proyecto los beneficios son
tremendos. Ahora el gobierno les propone una rentabilidad del 7,5% (la de los
bonos a 10 años más 300 puntos, eso para las renovables), lo que supone
quitarles 1.500 MM.
de euros.
En cuarto lugar, al bajar
la rentabilidad de estas empresas su cotización en bolsa cayó bastante y
naturalmente los inversores en acciones de estas compañías están también
cabreados. La banca también se ha
enfadado como buen accionista que es de las eléctricas.
Los empresarios han puesto
el grito en el cielo. Por un lado bajando salarios para ser más competitivos y
por el otro subiendo el coste de la factura eléctrica (y en algunas empresas es
un coste muy importante). Y eso sin tener en cuenta el hecho de estar en una
moneda fuerte que no nos favorece en absoluto al encarecer nuestros productos.
Y, ojo, el consumidor además
de pagar el incremento citado del 3,2%, dado que el aumento del coste eléctrico
repercutirá en todos los precios, pagará también a través de otros productos
(inflación) este coste.
Los empresarios de las
renovables, con sus contratos en la mano, tienen claro que irán a los tribunales, pero esto, en España, lleva años y así mientras el gobierno vende la
moto de que les pasa factura. A lo mejor dentro de cinco años los tribunales dicen que no es de recibo lo que pretende el gobierno y el pretendido coste a pagar por estas empresas se trasladará de
nuevo a los consumidores.
Y finalmente los que
pueden pagar el pato también son los empleados de estas empresas. No se les ha
ocurrido a estos angelitos eléctricos nada más eficiente que amenazar con
despedir personal a saco.
Y todo esto con una sobreproducción
de electricidad enorme. Parece ser que sobran entre 4.000 y 6.000 MW de
potencia sobre los 25.000 instalados, lo que es una burrada. Tendrán que hacer
como los taxistas de Barcelona, repartirse el problema, porque el consumo de
electricidad en el primer semestre cayó un 3,8%. Que vaya vendiendo brotes verdes El Guindilla, que la realidad es otra. El consumo de electricidad es el
mejor de los indicadores sobre la evolución económica y nos dice que seguimos en recesión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario