El Titanic
español, lleno ya de agua, hunde su proa de forma alarmante y la popa sobresale
ya del agua, con sus hélices girando inútilmente. Ya no hay remedio, esto se va al
fondo.
Hoy son Iberia
(nada más y nada menos que 4.500 empleos, que pueden ser muchos más) y Renfe. Mañana serán otros. Y así sin fin,
gracias a la "reforma" laboral aprobada en su día y a la política económica
basada en la austeridad y que lo que pretende claramente es implementar el
modelo neoliberal a toda costa a pesar de los nefastos resultados que se
obtienen, los cuales van agravando la crisis gradualmente (véanse las advertencias del FMI sobre esta espiral sin fin).
Lo que se pretende es imponerle a Europa grandes reformas estructurales y poner fin a un modelo social
que se considera obsoleto.
Que nadie lo
dude ya. No se trata de tranquilizar a los mercados, de salvar el Euro o de
reducir el déficit. De lo que se trata es de imponer por todos los medios
posibles a los pueblos europeos, empezando por los más débiles, un ajuste estructural
de gran amplitud con el fin de restaurar la competitividad europea (es decir, los beneficios empresariales) en una
guerra planetaria de grandes dimensiones frente a China y otros países
emergentes. Y la vía elegida para competir es igualar su nivel de salarios.
Por lo tanto la
pérdida de puestos de trabajos será gradual, sin fin e impresionante y el nivel
salarial poco a poco se situará a niveles tercermundistas. Esta es la apuesta
del neoliberalismo. Apuesta que cuenta con que el cuerpo social, por más que se
quiebre, no tiene poder de respuesta y dada su debilidad (con la
democracia en un agujero negro, con sus dirigentes ya incapaces de maniobrar
faltos de instrumentos de política económica) los españoles verán como gradualmente se
convierten en mano de obra barata, sin derechos y sin alternativas.
Y para
millones de personas, ni empleo.
Vemos como la
compra en su día por parte de Caja Madrid de una parte importante de las acciones de
Iberia al final no ha servido para salvar puestos de trabajo. Y vemos como
estar en una empresa estatal como Renfe, ya no salva a nadie de irse al paro. ¿Cuántos
puestos de trabajo se perderán en el 2013 en las empresas públicas?
Infame es ver como ahora la ministra Bañez pide ahora “sensibilidad” a Iberia en el uso de
la reforma laboral. Y lo dice quien ha aprobado la ley y por lo tanto permite
estos desmanes. Nunca antes se había visto tanta hipocresía.
Y no hay que perder de vista que en Iberia, además de los
despidos, se quiere reducir el salario de la plantilla entre un 25% y un 35%. Y
que además lanzan una OPA sobre Vueling, lo que llevará a nuevos ajustes. Esto nos da
idea de por donde van los tiros en este país.
No sirve ya de
nada que les digan a los asalariados que lo que hay que hacer es ser
emprendedor y montar su propio negocio. Lo que ocurre es que es imposible que
haya negocio: 50.000 autónomos han muerto en cuatro años, la mayoría
producto de la falta de financiación, un daño colateral de la crisis bancaria.
Las quiebras en empresas y familias siguen aumentando, el paro sigue sin freno, la producción industrial en pleno deterioro, el consumo se hunde y el déficit no tiene solución: este año cerraremos al 8% y por más que digan vamos a estar alrededor
de esta cifra siempre, ya que los ajustes son un fracaso, pero les da igual, ya
que el fin último, la implantación del neoliberalismo, se va cumpliendo.
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