No podía ser de otra forma. Cada vez más dinero está concentrado en menos manos a nivel mundial. La evolución no tendrá fin si las cosas siguen igual. Menores salarios significan mayores ganancias acumuladas de capital por unos pocos. Si a esto añadimos que al dinero se le deja circular libremente para ir a donde quiera en cuestión de minutos, tenemos servida la posibilidad de burbujas permanentes.
Así está ocurriendo con el bono americano. Ante la posibilidad de un Double Dip (W), o sea de que entremos en recesión de nuevo y la bolsa vuelva a bajar, nada mejor que refugiarse en la renta fija garantizada por un estado, siendo preferible el de una economía grande aparentemente segura, como la de EE.UU.
Así vemos que unos 561 billones de dólares han ido a parar a los bonos yanquis desde el comienzo de este año, mientras que a la bolsa de EE.UU., en contraste, han ido a parar tan solo 42 billones. Esto ya da una idea de lo que ocurre.
Esto naturalmente trae y traerá consecuencias. La primera es que, como ya es sabido, cuando un bono sube de precio baja su tipo de interés (a mayor precio, menor rentabilidad, siendo la inversa también valida), lo que está hundiendo los tipos a largo plazo en EE.UU. (lo cual gusta porque abarata los créditos para vivienda, sector que no se recupera).
Pero la segunda consecuencia es la que se deriva de toda burbuja. A nadie se le va a ocurrir desmontarla. Los Fondos están encantados de las comisiones que obtienen moviendo estas masas de dinero y las autoridades monetarias también muestran satisfacción al ver como los agujeros fiscales (déficit) se tapan fácilmente y los tipos bajan.
Y como toda burbuja explotará. Al fin y al cabo, la deuda americana ha llegado a un límite en el que probablemente aparezcan en el futuro (aunque parezca increíble) problemas para pagarla. El GEAB lo viene advirtiendo desde hace meses.
No hay que olvidar que los tipos casi cero que está aplicando la FED en EE.UU. no pueden aguantarse de por vida. ¿Qué pasara cuando suban? Pues que las nuevas emisiones de bonos darán más rentabilidad. Por lo tanto los que tengan bonos antiguos comprados verán como su precio baja (los tipos suben) y puede hacerlo hasta niveles que absorban toda la rentabilidad que tenían y registrar así pérdidas (¡sí, en renta fija se puede perder parte de la inversión!, como en Bolsa, tema que parece ser no acaba de comprender la gente).
También Taleb, el famoso autor del Cisne Negro y que viene advirtiendo de estos procesos, ya ha avisado del riesgo de que esto explote. ¿Es asunto ya de los psicólogos esta incapacidad crónica para denunciar las burbujas tanto por parte de los Gobiernos como por parte del mundo económico?
En el momento que los datos muestren que no hay recuperación económica y que la recesión sigue irresoluble, pueden entrar serias dudas sobre la bondad de la inversión en deuda americana, es decir, que se den cuenta que en realidad el dinero esté invertido en verdaderos valores basura. Y dados los precios alcanzados, la huida de los inversores puede provocar una explosión al igual que ocurrió con las Punto Com. Los desmesurados altos precios alcanzados son un auténtico barril de pólvora.
Así está ocurriendo con el bono americano. Ante la posibilidad de un Double Dip (W), o sea de que entremos en recesión de nuevo y la bolsa vuelva a bajar, nada mejor que refugiarse en la renta fija garantizada por un estado, siendo preferible el de una economía grande aparentemente segura, como la de EE.UU.
Así vemos que unos 561 billones de dólares han ido a parar a los bonos yanquis desde el comienzo de este año, mientras que a la bolsa de EE.UU., en contraste, han ido a parar tan solo 42 billones. Esto ya da una idea de lo que ocurre.
Esto naturalmente trae y traerá consecuencias. La primera es que, como ya es sabido, cuando un bono sube de precio baja su tipo de interés (a mayor precio, menor rentabilidad, siendo la inversa también valida), lo que está hundiendo los tipos a largo plazo en EE.UU. (lo cual gusta porque abarata los créditos para vivienda, sector que no se recupera).
Pero la segunda consecuencia es la que se deriva de toda burbuja. A nadie se le va a ocurrir desmontarla. Los Fondos están encantados de las comisiones que obtienen moviendo estas masas de dinero y las autoridades monetarias también muestran satisfacción al ver como los agujeros fiscales (déficit) se tapan fácilmente y los tipos bajan.
Y como toda burbuja explotará. Al fin y al cabo, la deuda americana ha llegado a un límite en el que probablemente aparezcan en el futuro (aunque parezca increíble) problemas para pagarla. El GEAB lo viene advirtiendo desde hace meses.
No hay que olvidar que los tipos casi cero que está aplicando la FED en EE.UU. no pueden aguantarse de por vida. ¿Qué pasara cuando suban? Pues que las nuevas emisiones de bonos darán más rentabilidad. Por lo tanto los que tengan bonos antiguos comprados verán como su precio baja (los tipos suben) y puede hacerlo hasta niveles que absorban toda la rentabilidad que tenían y registrar así pérdidas (¡sí, en renta fija se puede perder parte de la inversión!, como en Bolsa, tema que parece ser no acaba de comprender la gente).
También Taleb, el famoso autor del Cisne Negro y que viene advirtiendo de estos procesos, ya ha avisado del riesgo de que esto explote. ¿Es asunto ya de los psicólogos esta incapacidad crónica para denunciar las burbujas tanto por parte de los Gobiernos como por parte del mundo económico?
En el momento que los datos muestren que no hay recuperación económica y que la recesión sigue irresoluble, pueden entrar serias dudas sobre la bondad de la inversión en deuda americana, es decir, que se den cuenta que en realidad el dinero esté invertido en verdaderos valores basura. Y dados los precios alcanzados, la huida de los inversores puede provocar una explosión al igual que ocurrió con las Punto Com. Los desmesurados altos precios alcanzados son un auténtico barril de pólvora.
Y como siempre nada mejor que una imagen (que compara la evolución de la bolsa y la evolución del valor de los bonos a 10 años) para ver lo que está ocurriendo y lo que probablemente ocurrirá.
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