miércoles, noviembre 08, 2006

La "moral" del tripartito


Texto de los correos intercambiados con Josep Mª. Calvet sobre un comentario que efectuó en un artículo que publicó en La Vanguardia el día 2 de Noviembre.


Josep M.:

En relación a tu artículo del pasado día 2 donde escribías: “lo que llama más la atención de estos comicios es la enorme debilidad en la que ha quedado el PSC, que le impide moralmente liderar un nuevo tripartito”.

Los diccionarios dicen sobre la palabra moral lo siguiente: “Conjunto de costumbres, creencias, valores y normas de un individuo o grupo social determinado que ofician de guía para el obrar, vale decir, que orientan acerca de lo bueno o malo —o bien, correcto o incorrecto— de una acción.

Está muy claro que la moral que reclamas es tu propia moral (la que deseas) y no dudas, totalmente equivocado, en transferir el origen de esta escala de valores a alguien indeterminado. ¿Tendrá procedencia divina en este caso?¿Será Dios el que no quiere el tripartito?
Si la moral que aduces procede de un grupo social, es en este caso la del votante catalán, y está claro que lo que precisamente es “moral” es que gobierne la izquierda que suma 70 escaños, ya que es lo que desea el electorado y ha transmitido a través de sus votos.

No sabes lo que voy a disfrutar viviendo cuatro años en plena inmoralidad.


Contestación de Josep Mª Calvet.
Sr. Joaquim Ricarte
Gracias por su comentario. Es evidente que he fallado en mi pronóstico. Pero no se lleve a engaño. No es mi moral. A mi, particularmente, me parece bien la reedición del tripartito. Lo que me parece difícil de entender es que Montilla lo pueda liderar desde su debilidad fernte al resto de socios, respecto al PSC y respecto al PSOE (por sus propios malos resultados, creo que atribuibles a su candidatura) y sobre todo respecto a la sociedad catalana en su conjunto. Ya sé que las elecciones son al Parlament y por lo tanto no se elige presidente, pero el mapa de Catalunya en estos comicios es casi monocolor. Como usted define molral como costumbres, creencias y valores. Es costumbre, creencia y valor que en una democracia diriga la administración alguien que tenga el favor popular, no quien ha sido el más castigado. Pero es evidente que es legítimo que Montilla sea presidente. Es más, debo felicitarle por hacer de la necesidad virtud y dar un golpe en la mesa del PSOE para hacer valer la tan poco creída y a veces creíble autonomía del PSC.
Un saludo.
Josep M. Calvet

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