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Buscando fotos siempre aparecen las que no buscas. En mi mano aparecieron de repente unas fotografías en blanco y negro (la cámara de entonces, una Yashica, ya hacía fotos en color, pero era todo un lujo que guardaba para ocasiones memorables, como la de alcanzar una cumbre en el Pirineo. Así las fotos de mi primera ascensión al Aneto, son ya en color) y solté un ¡anda, las fotos del Montseny!.
Ahora se cumplen 36 años. Fue el 3 de julio de 1970 por la tarde. Un Comet IV Havilland (matrícula G-APDN), procedente de Manchester con destino a Barcelona, iba a aterrizar en el Prat siguiendo la aerovía UB31. Había sobrevolado Toulouse, siguió hasta Arbucias y allí se equivocó. Y como siempre el azar, en este caso terriblemente, intervino para que el accidente se produjera. Se trataba de un vuelo charter y los pilotos era la primera vez que volaban a Barcelona. Ahora nos puede parecer impensable que en el mes de Julio por la tarde, toda la montaña del Montseny, hasta las partes más bajas, se hallasen envueltas en niebla muy espesa.
El piloto, que navegaba siguiendo el tradicional sistema de VOR's, confundió el VOR y se pensó que estaba sobre Sabadell. Informó de la posición y le dijeron desde El Prat que girara a la izquierda rumbo 140. Ya había descendido mucho considerando su proximidad al aeropuerto (3.900 pies, unos 1.300 metros). Siguió las instrucciones y fue directo a la destrucción. Hoy en día este accidente es imposible con el GPS, ya que marca exactamente la posición del avión en la pantalla sobre un mapa.
Y junto al error del piloto intervino el azar. En el radar del aeropuerto de Barcelona los controladores vieron un avión en Sabadell y relacionaron el punto en la pantalla con el avión inglés (hoy en día esto también es imposible, porque en la pantalla, junto al eco, habría salido escrita la identificación del avión). Todo cuadraba.
El avión se estrelló a las 18.05 horas muy cerca de la carretera de Santa Fe del Montseny, entre este lugar y Sant Marçal. Es decir, en la parte baja de la montaña.
Chocó a 450 km./h. y sólo en el último segundo se dieron cuenta que se estrellaban. El avión corto todas las copas de los pinos en su intento de ganar altura y quedó totalmente destrozado, excepto la cola. Todo el equipaje quedó desparramado por las copas de los árboles. Los cadáveres, totalmente mutilados, no se repatriaron a Inglaterra y todos están enterrados en el cementerio de Arbucias.
Yo estaba en el Montseny aquella tarde y muy pronto por la mañana me acerqué al lugar del accidente. No se podía pasar, pero...llegó un alto mando del Ejercito del Aire (creo que era un Teniente Coronel) que ejercía de Juez. Salió toda la Guardia Civil, que vigilaba el área, en pleno para saludarle y me puse a hacer fotos. Iba con pantalón y camisa azul igualitos al azul del ejército (¡que casualidad!). Me dí cuenta que los Guardias Civiles se pensaban que iba con él como fotográfo y el Teniente Coronel pensó que yo era de la prensa y que había acudido para fotografiar su llegada.
Lo primero que vimos era la cola del avión, que era lo único más o menos reconocible. Aunque ya se habían retirado los cadáveres, aparecían muchos pequeños restos humanos. En ese momento el mando militar se giró hacia los guardia civiles y les dijo: "y sobre todo no dejen pasar a nadie que no lleve las credenciales de periodista". Se oyó un multitudinario "a la orden". Yo no sabía que cara poner y seguí haciendo fotos...
El choque del avión produjo un incendio que no prosperó. Hoy en día habría ardido todo el Montseny.
Fue como una bomba. Recuerdo cuando vimos las ruedas delanteras, que muy cerca aparecieron las palancas de los mandos de potencia de los motores (cuatro) y enganchadas en ellas había la mano envuelta en un guante negro del comandante. Avisé y la recogieron...
Lo que no he olvidado es el olor. Todos los objetos de valor más o menos ya estaban apilados en un sitio y vigilados. Pero aún se encontraba cosas. Y me encontré una. Sin ningún valor. Era una agenda pequeña de una de las pasajeras. Tenía los bordes quemados. La abrí. Era de una enfermera que explicaba como iba preparándose sus vacaciones en España...la compra del bikini, moneda, pero especialmente me dejó sin respiración la tira de color rojo puesta en el día del accidente. En la tira dice: "Tomorrow my holiday starts". Me la guardé en el bolsillo y me la quedé. No sé si hice bien. Pero es una de las cosas que guardo como oro en paño. Después de 36 años no ha perdido el olor. Basta cerrar los ojos y recordar aquello.
La propietaria de la agenda creo que era enfermera. Se llamaba B. Enwistle y vivía en Bury, Lancashire, en el 173 de Parkhills Road.
Y como siempre Internet me ha ayudado a encontrar información. Buscándola me he quedado anonadado. Hay una página con toda la historia de estos aviones Comet IV y todos los accidentes están descritos. En la red hallé un PDF con toda la información de este accidente (hasta está el mapa del recorrido). Pero lo más impresionante es ver que había otra persona, muy cerca mío, Josep Ayats que también hizo fotos. Increible.