viernes, mayo 31, 2013

A tortazo limpio en el Everest

Vimos hace pocos días como en el accidente del leridano Juanjo Garra en el Dhaulagiri, que le costó la vida, enseguida culparon al sherpa que le acompañaba de ser el que originó la caída. Decían las noticias que el sherpa se cayó y en la caída golpeó el tobillo de Garra, fracturándolo.

Pues nada de eso. El que se cayó fue Garra arratrando al sherpa en la caída, quien puso en juego su vida intentando salvar a Juanjo durante tres días (dormir a pelo a esa altura es comprar muchos números para irse al otro barrio). De entrada, siempre intentando culpabilizar a otros.

Antes de seguir aprovecho la ocasión para incidir en el tema de ir encordados en corto. Ya comenté este tema en una ocasión en mi blog a raíz de unas imágenes que vi de un guía con su cliente cruzando el Paso de Mahoma en el Aneto en invierno.

Ir encordados a 3 m. de distancia es un autoengaño salvaje. Si un miembro de la cordada se va para abajo, no hay tiempo material de reaccionar y el otro miembro de la cordada (que va en ensamble) tiene la garantía, salvo milagro divino, de que será arrastrado pendiente abajo, como ha ocurrido en esta ocasión. Ya se que en el Himalaya los horarios obligan a esto. Pero entonces hay que tenerlo claro: cara, cumbre; cruz, al otro barrio. Mejor ir sin encordar. Leer aquí toda la odisea del intento de rescate.

Pero escribo este artículo alucinado sobre lo que ya está ocurriendo en el Everest. Ya no es un tema de masificación, es algo peor. El País publica un artículo sobre el 60 aniversario de la ascensión al Everest y nos cuenta el lío que ha ocurrido recientemente, donde sherpas y expediciones comerciales han llegado a las manos.

Si esto es Alpinismo, que baje Dios y lo vea. ¡Vaya basura!

En la foto, Hillary y Tensing. Eran otros tiempos y había buen rollo occidentales-sherpas. Hillary y Tensing guardaron su secreto hasta la sepultura. No se ha sabido quien fue el primero en pisar la cumbre del Everest. 

No hay comentarios:

 
View blog top tags