Como continuación a mi escrito de ayer sobre los talibanes políticos y económicos que nos gobiernan, he aquí una joya más que deja bien claro quien gobierna.
Talibanes por aquí
Primero recordemos que los Bancos Centrales son quienes tienen las riendas de la Política Monetaria, es decir, deciden entre otras cosas la cantidad de dinero que circula y los tipos de interés (en nuestro caso es el BCE quien lo decide en el área del Euro). A efectos de que los Políticos, tan peligrosos ellos (nos decían), no le diesen a la máquina de billetes para financiar sus excesos o manipulasen los tipos de interés a su antojo (peligros inflacionarios) se consideró que los Bancos Centrales debían ser independientes del poder político.
Pues bien, hoy se ha sabido que hay una carta secreta de Trichet, presidente del BCE, al gobierno italiano, donde le dice de pe a pa las medidas de política económica que ha de seguir, calendario incluido. Un auténtico programa de gobierno. O eso, o no te compramos bonos, le han dicho a Berlusconi.
Vemos que la independencia del BCE se ha transformado en un poder en la sombra y por lo tanto la pérdida de soberanía es impresionante. ¿Podemos afirmar que Italia es una democracia cuando son los banqueros alemanes los que deciden las políticas económicas y sociales a seguir? Habrá que empezar a pensar que la independencia concedida en su día fue un error y que en el fondo de lo que se trataba, como vemos, era de situar el poder económico por encima del poder político, una estrategia neoliberal de dominio que ahora queda clara.
Talibanes por allá
Hoy El País publica un artículo de Krugman que se pudo leer ya ayer en el NYT, titulado “Credibilidad, descaro y deuda”.
Krugman nos explica que “los problemas de Estados Unidos no son asunto de dos (republicanos y demócratas). Los problemas son casi enteramente cosa de uno. Concretamente, se deben al auge de una derecha extremista que está dispuesta a crear crisis repetidas antes que ceder un ápice en sus demandas”. Es el cuanto “peor mejor” que comentaba ayer.
Y Krugman acaba el artículo afirmando que “la verdadera incógnita a la que se enfrenta Estados Unidos, incluso en términos puramente fiscales, no es si recortaremos un billón aquí y allí de los déficits. Es si los extremistas que ahora bloquean cualquier clase de política responsable pueden ser derrotados y marginados”. Más claro, imposible.
Todo esto acompañado de especuladores de altos vuelos que obtienen impresionantes beneficios de decisiones como las de S&P al bajar el rating de EE.UU. ¿Cuánto millones vale saber que se iba a producir esta rebaja?
Nada mejor que ver el gráfico de la bolsa de EE.UU. que adjunto. Se ha producido una figura conocida por los analistas técnicos como cabeza y hombros, figura que pronostica fuertes descensos. Como vemos hay tres grandes bajadas claramente producidas por los vendedores conocedores de la noticia. Los ignorantes, desconocedores de la noticia que se iba a producir, compraron creyendo hacer un buen negocio.
Y casualmente ayer, un día que se prevía de alto riesgo para los mercados, apareció la noticia de la demanda multimillonaria por el fraude de las subprime al Bank of America. La acción, debido a la noticia, bajó casi un 13% y como este banco pesa lo suyo en el índice, este bajó un 5,5%, cuando a lo mejor solo habría bajado un 2-3%. Ya vemos que se trata de echar leña al fuego por parte de los talibanes para asegurarse una situación de shock que llevé a los americanos a los brazos del Tea Party, buscando una falsa salvación.
Por cierto, Warren Buffet, es socio de una de las tres agencias (Moody’s) y ha afirmado que no había motivo para la degradación, que va acompañada de errores de cálculo. Muy bonito lo que dice WB pero probablemente es uno de los que conocía el chivatazo y probablemente se ha hinchado una vez más.
S&P demuestra ser un brazo armado del neoliberalismo para imponer en todo el orbe sus tres objetivos: privatización de lo público desmontando el estado y las prestaciones sociales (con el objetivo de reducir los impuestos a las empresas y al capital al mínimo), desregular la economía permitiendo a los depredadores financieros actuar a sus anchas y reducir los costes del trabajo al mínimo.
Sólo una buena noticia: Grecia ha prohibido las ventas a corto (durante dos meses, no se vayan a enfadar los navajeros) en su bolsa. Les ha quitado temporalmente una navajita a los especuladores. Algo es algo.
Talibanes por aquí
Primero recordemos que los Bancos Centrales son quienes tienen las riendas de la Política Monetaria, es decir, deciden entre otras cosas la cantidad de dinero que circula y los tipos de interés (en nuestro caso es el BCE quien lo decide en el área del Euro). A efectos de que los Políticos, tan peligrosos ellos (nos decían), no le diesen a la máquina de billetes para financiar sus excesos o manipulasen los tipos de interés a su antojo (peligros inflacionarios) se consideró que los Bancos Centrales debían ser independientes del poder político.
Pues bien, hoy se ha sabido que hay una carta secreta de Trichet, presidente del BCE, al gobierno italiano, donde le dice de pe a pa las medidas de política económica que ha de seguir, calendario incluido. Un auténtico programa de gobierno. O eso, o no te compramos bonos, le han dicho a Berlusconi.
Vemos que la independencia del BCE se ha transformado en un poder en la sombra y por lo tanto la pérdida de soberanía es impresionante. ¿Podemos afirmar que Italia es una democracia cuando son los banqueros alemanes los que deciden las políticas económicas y sociales a seguir? Habrá que empezar a pensar que la independencia concedida en su día fue un error y que en el fondo de lo que se trataba, como vemos, era de situar el poder económico por encima del poder político, una estrategia neoliberal de dominio que ahora queda clara.
Talibanes por allá
Hoy El País publica un artículo de Krugman que se pudo leer ya ayer en el NYT, titulado “Credibilidad, descaro y deuda”.
Krugman nos explica que “los problemas de Estados Unidos no son asunto de dos (republicanos y demócratas). Los problemas son casi enteramente cosa de uno. Concretamente, se deben al auge de una derecha extremista que está dispuesta a crear crisis repetidas antes que ceder un ápice en sus demandas”. Es el cuanto “peor mejor” que comentaba ayer.
Y Krugman acaba el artículo afirmando que “la verdadera incógnita a la que se enfrenta Estados Unidos, incluso en términos puramente fiscales, no es si recortaremos un billón aquí y allí de los déficits. Es si los extremistas que ahora bloquean cualquier clase de política responsable pueden ser derrotados y marginados”. Más claro, imposible.
Todo esto acompañado de especuladores de altos vuelos que obtienen impresionantes beneficios de decisiones como las de S&P al bajar el rating de EE.UU. ¿Cuánto millones vale saber que se iba a producir esta rebaja?
Nada mejor que ver el gráfico de la bolsa de EE.UU. que adjunto. Se ha producido una figura conocida por los analistas técnicos como cabeza y hombros, figura que pronostica fuertes descensos. Como vemos hay tres grandes bajadas claramente producidas por los vendedores conocedores de la noticia. Los ignorantes, desconocedores de la noticia que se iba a producir, compraron creyendo hacer un buen negocio.
Y casualmente ayer, un día que se prevía de alto riesgo para los mercados, apareció la noticia de la demanda multimillonaria por el fraude de las subprime al Bank of America. La acción, debido a la noticia, bajó casi un 13% y como este banco pesa lo suyo en el índice, este bajó un 5,5%, cuando a lo mejor solo habría bajado un 2-3%. Ya vemos que se trata de echar leña al fuego por parte de los talibanes para asegurarse una situación de shock que llevé a los americanos a los brazos del Tea Party, buscando una falsa salvación.
Por cierto, Warren Buffet, es socio de una de las tres agencias (Moody’s) y ha afirmado que no había motivo para la degradación, que va acompañada de errores de cálculo. Muy bonito lo que dice WB pero probablemente es uno de los que conocía el chivatazo y probablemente se ha hinchado una vez más.
S&P demuestra ser un brazo armado del neoliberalismo para imponer en todo el orbe sus tres objetivos: privatización de lo público desmontando el estado y las prestaciones sociales (con el objetivo de reducir los impuestos a las empresas y al capital al mínimo), desregular la economía permitiendo a los depredadores financieros actuar a sus anchas y reducir los costes del trabajo al mínimo.
Sólo una buena noticia: Grecia ha prohibido las ventas a corto (durante dos meses, no se vayan a enfadar los navajeros) en su bolsa. Les ha quitado temporalmente una navajita a los especuladores. Algo es algo.
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