Nuevos sacrificios al Dios Mercado por parte de nuestros socialistas que tanto aman lo social. Preocupados por esta sociedad han decidido dejar con el culo al aire a los parados que cobraban los 426 euros necesarios para comer y que son un montón. Ahora ni eso. ¡Mira que hay donde recortar antes que dejar sin comida a la gente! Pues bien, aquí tenemos el inicio de la quiebra social, inicio de la tercera fase de esta crisis. Primero lo financiero, segundo lo económico, tercero lo social y por último la fase del deterioro político, que también llegará cuando el personal compruebe con el paso del tiempo que ni CiUs ni PPs ni el Hada Mágica con varita láser les devuelve el puesto de trabajo o el nivel de vida perdido, con las medidas que se están tomando y que se tomarán por los recambios políticos deseados por algunos.
Las medidas que componen esta nueva ronda de peoras (aunque para algunos serán mejoras-parchezillo) cabía esperarlas. En primer lugar ya vemos que no hay que esperar a que llegue el PP para que el Estado se acabe de pulir todo el patrimonio empresarial propiedad de los españoles. Para abrir boca ya se ha anunciado la privatización de AENA (Barajas y El Prat) y Loterías y Apuestas del Estado, un negocio redondo al cual se irá dando entrada gradualmente al capital privado. Un buen regalo. Esto es lo que persigue el Neoliberalismo: ir liquidando el Estado y que todo buen negocio caiga en manos privadas. Naturalmente a Rajoy le ha encantado todo esto.
Pero hay más. Ya sabemos que una medida anticrisis es bajar impuestos a la gente para que consuman más y se reactive la economía. El problema es que la bajada de impuestos puede transformarse en ahorro y la gente siga sin consumir.
Pues bien, no hay problema en aplicar esta medida a las PYME y autónomos. Ya dije hace unos días que si Irlanda hacía dumping fiscal con un Impuesto de Sociedades del 12,5% (como máximo), no se le ocurriría a nuestro Gobierno otra cosa que copiar este objetivo (inaplicable en lo del 12,5%, ya que Bruselas no lo permitiría) y nada mejor para competir que permitir el fraude y bajar los impuestos a las PYME (un 25% generalizado para las PYMES en el IS no está nada mal, más otras medidas como la libertad de amortización, más el criterio de PYME, que ahora se amplia). Aunque habrá que leer la letra pequeña de esta medida, no sea una de esas hecha de cara a la galaería para calmar a los Dioses.
Pero, ¿quién me asegura que los mayores beneficios que obtendrán las empresas se transformarán en puestos de trabajo? Tengo serias dudas de que sea una medida que aporte algo. Bueno, más beneficios a los empresarios es evidente que aporta. Vemos que la presión es la presión y el Gobierno va soltando lastre. La ocasión la pintan calva, dice el refrán.
La pregunta del millón es que si el Gobierno ingresa menos con estas medidas y hemos de reducir el déficit ¿quién aportará el dinero de este nuevo agujero? Algo vendrá con las privatizaciones, pero eso es un efecto puntual (y además no reduce déficit) y la reducción de los impuestos se va a quedar hasta el día del Juicio Final. Por lo tanto, piensa mal y acertarás, dice el refrán. De momento dejamos con el culo al aire a todos esos parados que ya ni tan siquiera tenían prestación de desempleo y que ahora irán a comer a Caritas y a dormir al metro. Aunque alguno, a lo mejor, le da por desenfundar la navaja. Siguiendo el pensamiento conservador, al encontrar que no comen se pondrán a buscar trabajo, y así ¡oh milagro! aumentará de repente el número de empleados, ya que según ellos se reducirá el desempleo, ya que en el fondo lo que pasa es que no quieren trabajar. Macroeconomía simplista y medidas de un Partido que se llamaba Socialista. ¿Ha tomado nota el PSOE de lo de Catalunya? De momento los 688.000 parados (una barbaridad) que se quedan sin los 426 € no les votarán.
Las medidas que componen esta nueva ronda de peoras (aunque para algunos serán mejoras-parchezillo) cabía esperarlas. En primer lugar ya vemos que no hay que esperar a que llegue el PP para que el Estado se acabe de pulir todo el patrimonio empresarial propiedad de los españoles. Para abrir boca ya se ha anunciado la privatización de AENA (Barajas y El Prat) y Loterías y Apuestas del Estado, un negocio redondo al cual se irá dando entrada gradualmente al capital privado. Un buen regalo. Esto es lo que persigue el Neoliberalismo: ir liquidando el Estado y que todo buen negocio caiga en manos privadas. Naturalmente a Rajoy le ha encantado todo esto.
Pero hay más. Ya sabemos que una medida anticrisis es bajar impuestos a la gente para que consuman más y se reactive la economía. El problema es que la bajada de impuestos puede transformarse en ahorro y la gente siga sin consumir.
Pues bien, no hay problema en aplicar esta medida a las PYME y autónomos. Ya dije hace unos días que si Irlanda hacía dumping fiscal con un Impuesto de Sociedades del 12,5% (como máximo), no se le ocurriría a nuestro Gobierno otra cosa que copiar este objetivo (inaplicable en lo del 12,5%, ya que Bruselas no lo permitiría) y nada mejor para competir que permitir el fraude y bajar los impuestos a las PYME (un 25% generalizado para las PYMES en el IS no está nada mal, más otras medidas como la libertad de amortización, más el criterio de PYME, que ahora se amplia). Aunque habrá que leer la letra pequeña de esta medida, no sea una de esas hecha de cara a la galaería para calmar a los Dioses.
Pero, ¿quién me asegura que los mayores beneficios que obtendrán las empresas se transformarán en puestos de trabajo? Tengo serias dudas de que sea una medida que aporte algo. Bueno, más beneficios a los empresarios es evidente que aporta. Vemos que la presión es la presión y el Gobierno va soltando lastre. La ocasión la pintan calva, dice el refrán.
La pregunta del millón es que si el Gobierno ingresa menos con estas medidas y hemos de reducir el déficit ¿quién aportará el dinero de este nuevo agujero? Algo vendrá con las privatizaciones, pero eso es un efecto puntual (y además no reduce déficit) y la reducción de los impuestos se va a quedar hasta el día del Juicio Final. Por lo tanto, piensa mal y acertarás, dice el refrán. De momento dejamos con el culo al aire a todos esos parados que ya ni tan siquiera tenían prestación de desempleo y que ahora irán a comer a Caritas y a dormir al metro. Aunque alguno, a lo mejor, le da por desenfundar la navaja. Siguiendo el pensamiento conservador, al encontrar que no comen se pondrán a buscar trabajo, y así ¡oh milagro! aumentará de repente el número de empleados, ya que según ellos se reducirá el desempleo, ya que en el fondo lo que pasa es que no quieren trabajar. Macroeconomía simplista y medidas de un Partido que se llamaba Socialista. ¿Ha tomado nota el PSOE de lo de Catalunya? De momento los 688.000 parados (una barbaridad) que se quedan sin los 426 € no les votarán.
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