martes, diciembre 14, 2010

La altura a veces no perdona


Muchas personas creen que el mal de altura únicamente afecta a aquellos que pretenden subir a gran altitud sin realizar la correspondiente preparación/adaptación. Pues no. Se puede ser un gran deportista, hacer todo el deporte del mundo, estar en forma e incluso haber estado previamente otras veces a gran altura sin ningún problema, para que de repente la cosa no funcione y tengas que bajarte corriendo.

Eso es lo que le ocurrió a Navratilova (desarrolló un edema pulmonar), una gran deportista, en el Kilimanjaro hace unos días. El Kilimanjaro es una ascensión fácil, que se efectúa caminando, y sólo requiere adaptación. Pero como es Reserva Natural el permiso para ascender es de pocos días y hay pocas opciones. O te aclimatas y subes en los días que te conceden o media vuelta. No hay segunda oportunidad.

Como siempre el artículo destila ignorancia alpinista por parte de los periodistas. Como les debe de parecer muy alto, hablan de “escalada” (cuando es un pateo) y de “expedición” (cuando está ya todo montadito y organizado en grado sumo). El Kilimanjaro es como el Puigmal, pero más alto...

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