miércoles, agosto 20, 2008

Vuelvo de las vacaciones y me reencuentro con los mercados “eficientes”

Vuelvo de las minivacaciones montañeras de este raro verano del 2008 y como me quedan aún unos días de asueto encerrado en la vida urbana, me dedico a una actividad placentera: leer y escribir. Cero patatero para las olimpíadas, que finalizarán sin que haya visto ni dos segundos de ellas. Todo un éxito haberse librado de esta pérdida de tiempo. Cambiar hábitos es saludable.
Pero vayamos al grano. Lectura rápida de lo ocurrido económicamente estos días de Agosto y ¡vaya!, todo parece ir en la dirección de mis previsiones.
Pero vayamos por partes.

1. El petróleo.
Ya está a 112 $/barril. La burbuja se desinfla. Curioso ver que no hace ni dos meses estaba alrededor de 150 $ y ahora ha bajado su precio estrepitosamente, cuando varias voces interesadas en hinchar esta burbuja, como Goldman Sachs, nos predecían 200 $/barril a final de año, afirmando que se había acabado la época del petróleo barato.
Curioso también ver como hace cuatro días los países productores hablaban de aumentar la producción para hundir a los especuladores y cuatro días después están hablando de reducirla. La locura.
Es obvio que la demanda y la oferta no varía salvajemente en dos meses de tal forma que originen estas variaciones de precio. ¿Mercado eficiente el del petróleo?

2. Alimentos.
Más de lo mismo. Tenemos las mismas oscilaciones, ahora con los precios cayendo en picado. Aquí también nos habían vendido lo de que se había acabado la época de alimentos baratos, etc.

La noticia sorprendente es estos mercados eficientes es la que leo hoy y que recomiendo su lectura, para entender hasta donde hemos llegado: las empresas de alimentación entran en los mercados especulativos de futuros.
¿Mercados eficientes los de la alimentación?

3. Inflación-Recesión
Lo que no se ha acabado es la inflación, que galopa y corta el viento, como la jaca aquella caminito de Jerez. Registros máximos de los índices por todos los sitios. España no es una excepción.
Y los precios aún altos de energía y alimentos son consecuencia directa de las Políticas Económicas llevadas a cabo para tapar los desastres del sector financiero y que a través de la inflación vamos a pagar todos.
Ahora, una vez gastado y agotado el extintor de la crisis con la bajada de precios del dinero en EEUU, otro fuego más voraz asola a todas las economías: la inflación. Y ahora parece ser que Trichet no iba tan desencaminado. ¿No habrá que seguir subiendo tipos, a pesar de la recesión?

Porque ya es evidente lo que se veía venir y es que todas las economías, sin excepción, van entrando en crecimiento negativo y con inflación. O sea estanflación. Lo peor de lo peor.

4. Globalización.
Vamos a leer mucho y se va a cuestionar ampliamente el modelo globalizador actual. Ya se que de “modelo” nada, ya que la globalización no está soportada por ninguna teoría económica. Lo que si se está poniendo en evidencia es que no funciona y como en muchas otras ocasiones que nos ha mostrado la historia económica, posiblemente esta crisis, que ahora acaba de empezar, sea el detonante que cambie este paradigma de desarrollo descerebrado al que hemos estado sujetos durante varias décadas.
El problema es saber el grado de ajuste que requerirán las economías para corregir los desmanes ocurridos por la falta de supervisión y control de capitales que se han movido sin limitaciones creando burbujas permanentes y permitiendo fenómenos como los de las subprimes.

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