No puede bajar. El precio de la vivienda no puede bajar. Se resisten como japoneses en una isla del Pacífico en la segunda guerra mundial. Caladas las bayonetas, los promotores, constructores, chiringuitos inmobiliarios, API's, Notarios, Banca, etc, etc, se niegan a reconocer la realidad. Sí chicos, sí, los precios bajan. Hoy la noticia roza el rídiculo: informan de que los precios de la vivienda subieron un 0,5% en Barcelona y un 0,8 % en Madrid. Mirando en Barcelona, resulta que baja casi en todos los barrios, menos en Sarriá. Se promedia y sale así el 0,5%. La cuestión es seguir mintiendo y que no cunda el pánico. Dentro de dos meses dirán que sube el 0,1 % y luego el 0,01%. Prohibida antes la palabra burbuja, ahora está prohibido decir que los precios de la vivienda bajan. Lo que sí está permitido decir es que "desaceleran".
Pero es un hecho que el Euribor sube (éste sí que sube) y ya está en el 4,23 %. Un buen tirón esta Semana Santa que va a hacer mucha pupa. No pueden seguir subiendo los tipos y también los precios. Los milagros no existen.
Y lo que si ocurre es que la renta bruta de las familias aumentó un 6,8%, pero más lo hizo su gasto (7,4%). Como resultado, la tasa de ahorro se reduce. La inversión, fundamentalmente en vivienda, fue el elemento con mayor subida, un 11,9% respecto a 2005. Es decir, lo que se veía venir: la gente cada vez tiene menos pasta.
No sé si tiene que ver, pero 150.000 vehículos (familias) regresaron a Barcelona el Domingo y redujeron la Semana Santa en un día. Yo ví la estación de esquí de Cerler más vacía que nunca y estos datos siempre son significativos.
El Santander informaba hace pocos días que muchas hipotecas ya pagan la cuota con un mes de retraso. La bola está en marcha.
Mientras en EE.UU. siguen quebrando las empresas de préstamos hipotecarios. La última víctima es New Century Financial. Una treintena de entidades rivales, como Fremont General, Ownit Mortgage Solutions, Mortgage Lenders Network, ResMae Mortgage Corp y People's Choice Financial, la han precedido y han dejado de operar o se han declarado en quiebra.
El que sí ha bajado, y al fondo del mar, ha sido el Sea Diamond (por cierto, ¿lo tendrían asegurado a todo riesgo?). Un pasajero decía que nunca podía haber imaginado que se pudiese hundir "su" barco. Más o menos lo mismo que dirán los hipotecados dentro de meses: "nunca pensé que los tipos podían subir o que los precios de la vivienda podían bajar". Aprenderán que las certezas no existen.