Suena como aquella película titulada "Sexo, mentiras y cintas de vídeo", o también como el socorrido "Sexo, drogas & rock-and-roll.
SELLOS. El tema me fascina. Por la cantidad de gente que durante años ha creído que se pueden asegurar rentabilidades que doblaban los tipos pagados por la renta fija. Hay gente que tiene una capacidad ilimitada en creer que existe la inversión-maná. Hoy, El País, explica que el agujero es de 3.500 MM. de euros, importe que los estafadores ya tienen a buen recaudo en paraísos fiscales. Si alguién espera recuperar algo, va dado. Un perfecto sistema piramidal, que nadie ha querido destapar. Agencia Tributaria, Auditores, OCU, etc. han seguido la táctica del avestruz. Estamos ante unas empresas que gestionaban inversiones y por lo tanto eran asimilables a entidades financieras. Y todos tapándose los ojos.
ACCIONES (Mercado de Renta Variable). Se podría decir que no hay ninguna relación entre los sellos y las acciones. Evidentemente los activos que se negocian en los mercados de renta variable (tomadas en su conjunto) están sujetos a total transparencia y convenientemente regulados. Por lo tanto, en teoría, no pueden verse involucrados en una estafa similar a la ocurrida con los sellos. Pero recuerdo que la estafa de los sellos, en el fondo, se basaba en valorar los activos (sellos) a precios muy superiores a los reales (de 7 a 10 veces su valor).¿Y las acciones? ¿Están sobrevaloradas? Porque si compramos activos sobrevalorados, estamos incurriendo en un error parecido a los compradores de sellos, aunque con la diferencia de que con las acciones nadie te asegura nada. Ya sabes a que juegas. ¿Y a que juegas? Esto se lo podrían preguntar a los que compraron acciones de Terra a 120 o a 130 pensando que los árboles pueden llegar al cielo.
Reconozco que lo de la Bolsa (como economista que soy) me fascina continúamente. Y es que tiene mucho mérito lo que hacen los "manos fuertes" de forma cíclica, haciendo al fin y al cabo lo mismo que las empresas filátelicas ahora procesadas.Veamos. A comienzos del año 2000 el índice de la bolsa española (IBEX 35) alcanzó un valor de 12.816. A finales del 2002, después de una caída gradual y sistemática que duro dos años, se alcanzó un nivel aproximado de 5.600. Una pérdida superior al 50% de su valor. No está mal.Desde ese momento se inició un proceso gradual de ascenso, que ha conseguido llevar el índice al valor del 12.083. En los últimos días, parece ser que se ha iniciado otra vez el proceso inverso. El aumento de valor de los últimos meses (que desde Diciembre hasta Mayo ha supuesto un aumento del 15%.) va contra todo lo establecido. En un entorno macroecónmico con desequilibrios importantes, inflación, precios de las materias primas desbocados y dudas sobre el crecimiento, conseguir llevar la bolsa a nuevos valores máximos tiene mérito.
Y digo "llevar" porque al igual que los sellos tenían "conductor", la bolsa siempre tiene conductores: "los manos fuertes".
En ausencia de un marco vendedor, los manos fuertes mantienen un proceso de compra/venta entre ellos con incremento gradual de los precios. Cuando consideran que el nivel alcanzado proporciona ganancias suficientes, se inicia el proceso de distribución, es decir (previa campaña de marketing, indicando que "aún tiene mucho recorrido" y que se puede ganar aún mucho dinero, veáse el artículo de David Cano en el País del martes y de J.J.Millás ayer Viernes), se pasan las acciones de los manos fuertes a los "benditos pringados", que denominaremos BP. A partir de ese momento todos sus esfuerzos serán para que caiga el mercado. Los BP, que no saben aguantar una inversión con pérdidas, las "soltarán" finalmente a cualquier precio y los manos fuertes tendrán otra vez las acciones en su poder a precios de ganga. Y otra vez se repetirá el ciclo.
Es sorprendente que en un plazo tan corto (dos años de bajada y dos de subida) hayan aparecido nuevos BP dispuestos a aportar sus ahorros. En el tema de los sellos pasarán lustros antes de que a nadie se le ocurra comprar uno.
Pero en acciones el aluvión de BP es continuo.
PISOS. O sea Vivienda. Y llegamos al extásis.
¿Puede un bien aumentar su oferta y su precio de forma continuada? Cualquier manual de economía nos dirá que no. Y si ocurre es lo que se denomina una "burbuja".
Lo ocurrido con la vivienda en España ya supera con creces lo que se puede definir como burbuja y está ya en la fase final que podríamos denominar de euforia. Los crecimientos son tan alucinantes (el volumen de las hipotecas crece actualmente al mayor ritmo de los doce últimos años) que esto acabará, cuando explote, siendo estudiado en todas las Facultades de Economía a lo largo y ancho del mundo.
Llegar a esta situación ha sido posible gracias al control del mercado, no ya por manos fuertes, sino por grupos oligopolísticos, que mantienen un férreo control sobre la oferta.
Lo alucinante es lo que ocurre con la demanda. ¿Dónde esta el límite de lo que se puede pagar?
No hay que olvidar que lo que se puede pagar por una vivienda es al final la cuota mensual que se puede pagar por la hipoteca. Por lo tanto, tenemos tres factores importantes en juego: precio de la vivienda, coste de la financiación y plazo de pago. La subida de los dos últimos factores se ha compensado con el aumento gradual de los años a pagar. Se ha pasado de 15/20 años a 30/40 años en un plazo muy corto de tiempo. Si tenemos en cuenta que los tipos de interés han iniciado una carrera imparable hacia arriba, el precio finalmente tendrá que caer. Una vivienda no puede tener valor infinito. ¿Que pasará con los precios cuando empieze la caída? ¿Podrán controlar el proceso? Para que compremos sin miedo, cada vez a precios más altos, estos manos fuertes aseguran (como aseguraban los de los sellos una rentabilidad del 6%) que en el peor de los casos lo que pasará es que no subirán más. Curioso este bien, que por primera vez en la Historia Económica, sólo sube y no baja nunca (¡vaya, como los sellos!). Recordemos que en París y Japón, cuando estallaron sus respectivas burbujas inmobiliarias, cayeron los precios un 50 y un 30%.
Creo que los tiempos del dinero barato, mejor dicho gratuito, se han acabado. La perversa permanencia durante años de tipos bajos (negativos en España), ha llevado a la distorsión del valor de todos los activos financieros e inmobiliarios, especialmente la vivienda.
Mucha gente se piensa que cuando llega el verano y se pone en camiseta de manga corta, esta situación perdurará ya siempre. Pero llega el invierno. Los que han comprado pisos con financiación a 30 años, esperan que los tipos de interés se mantengan a niveles actuales durante todo este largo plazo de tiempo. Esto no ha ocurrido nunca en la Historia Económica. Lo de los sellos ha acabado como el rosario de la aurora, a farolazos. Lo de la vivienda acabará con embargos, que hace más daño. Y los BP en este caso serán legión.
Pero pensemos otra vez en los manos fuertes. Los financiadores/embargadores comprarán los pisos a precios de saldo, los mantendrán en su cartera/balance durante años y al final venderán sin problemas y con ganancias. Es la eterna historia de quién gana y quién pierde, y siempre son los mismos.
Si no hay desinversión (ventas), los precios de los activos se pueden llevar a cualquier nivel. Cualquier mercado de activos se puede convertir en un juego piramidal.