martes, abril 08, 2014

El País de la Gran Mentira (1)

Me refiero a España. Es tal el cúmulo de mentiras que este Gobierno le ha dicho a los españoles que esta época será conocida como el Tiempo de la Gran Mentira.

Hoy el FMI alerta (por cierto, ¿a quién se lo alerta? Si es al BCE que se lo diga sin tapujos) de que España es el país donde más bajan los precios. ¿Sorprendente? ¿Preocupante?

Veamos. ¿No nos dijeron que como no podíamos devaluar debíamos hacer una “devaluación interna” consistente en reducir salarios y precios? Esto hasta nos lo decía el Nobel Krugman (y al leerlo me lleve las manos a la cabeza ya que decía que había de ser de un 15%). Pues bien, ya hemos bajado los salarios (y seguimos). ¿Es de extrañar que si los españoles, reducidos sus salarios, aumentados sus impuestos y con el culo al aire en su trabajo, no compren y baje la demanda de bienes? Y ya sabemos que a menor demanda bajada de precios?

Dicen que “la deflación es venenosa para la economía porque la expectativa de que los costes bajarán frena muchas decisiones de compra —sobre todo en los viene duraderos aplazables— y la expectativa de devaluación de los activos desincentiva la inversión de las empresas. Esta tendencia se retroalimenta a sí misma, lastrado aún más los precios, y acaba por petrificar la economía”.

Pues nada, que suban los precios, a ver qué pasa, pero como los oferentes de bienes no van a subir ni locos los precios si no hay demanda, ¿cómo se hace para subir precios?

Hoy dan ideas, geniales por cierto. Una sería penalizar el ahorro bancario. O sea que el banco ya no solo no te pagaría cero euros por el dinero de tu cuenta, sino que la penalizaría con intereses negativos. Así que todo el mundo correría a gastárselo. Eso es lo que suponen.

Una buena paja mental. Se pone en el colchón o se pone en bolsa o se pone en mil sitios diferentes antes que dárselo al banco en estas condiciones o gastarlo en no se qué.

Otra sería que el BCE compre deuda española (horror germánico, "antes muerta que sencilla") y así inyectar dinero a la banca que podría dar más crédito. Y a más crédito más compras. 

Vuelvo a recordar que esto nos pasa por estar en el Euro. No habríamos tenido burbujazo (dinero barato y a montones), no habríamos tenido quiebra bancaria y la solución a la crisis, que no tendría el nivel que tiene, se podría atajar de otra forma. Si la política monetaria y fiscal, si los tipos de interés y la moneda, estuviese bajo nuestro control la solución a la crisis habría ido por otros derroteros. El problema es que ni hay solución. El Euro obliga a la cuadratura del círculo de la Política Económica. Sencillamente: es imposible ajustar una economía como la española, totalmente divergente de otra como la alemana, con el mismo rosario de soluciones. 

Ya lo advirtió más de uno antes de que entrásemos al euro, cuando explicaron lo de las asimetrías. En ellas estamos. Y cuando no hay solución el problema perdura y perdura. Amén.

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