Andrew Fastow y ENRON

A Andrew Fastow le han caído seis años de prisión, cinco años después de producirse la quiebra de ENRON en el 2001. Es decir, dentro de pocos días estará en la calle.
No está mal. Había pactado con los jueces diez años de cárcel y también devolver algo de lo robado, a cambio de soplar a la policía todo el colosal montaje que él y otros chicos de la banda montaron en esta Corporación, que ya no existe, pues quebró en el 2001 llegando a ser la séptima empresa de EEUU en tamaño y marcando el hito de ser la quiebra más importante de la historia.

Fastow fue el ingeniero financiero de la estafa. Se le imputaban 98 causas, incluyendo fraude, lavado de dinero y utilización de información privilegiada. Aceptó la culpabilidad de dos causas, admitiendo haber diseñado varios esquemas para ocultar la deuda de Enron e inflar los beneficios, mientras se enriquecía personalmente gracias a estos montajes. Entregó a la justicia una cifra próxima a los $30 millones de dólares en dinero contante y sonante y en propiedades. ¿Cuánto se habrá guardado en algún paraíso fiscal? Evidentemente Fastow no es tonto.

El tiempo pasa rápido y esta noticia ya aparece en un segundo término en la prensa. Pero ENRON fue la estafa empresarial más grande de la historia y es un claro ejemplo de lo que puede ocurrir cuando una empresa es asaltada por directivos que se ponen de acuerdo para diseñar sistemas orientados a estafar a todos aquellos que mantienen relaciones económicas con ella:

- Accionistas (como quebró la empresa, no vieron un duro de los 60 billones de dólares que valían las acciones).
- Empleados. Se perdieron 5.600 puestos de trabajo y además aquellos trabajadores cuyo Plan de Pensiones estaba en la empresa, vieron desaparecer sus ahorros para la jubilación, que alcanzaban la cifra de 2 billones de dólares.
- Bancos. Prestaron hasta la saciedad en un círculo infernal. Ellos mismos cavaron su tumba.
- Clientes. ENRON obtuvo de los consumidores de electricidad de California una cifra de 40 billones de dólares (creando escasez artificial de electricidad y subiendo el precio).
- Proveedores. Unos 20.000 estafados, con una deuda de 67 billones de dólares.

Todo este entramado tuvo colaboradores externos: algunos Bancos (Citigroup y J.P.Morgan) aceptaron actuaciones para maquillar el balance de Enron para ocultar su endeudamiento y la empresa Auditora Arthur Andersen falseó sus auditorías con la consecuencia de acabar quebrando también, ya que el impacto de las reclamaciones a esta empresa la obligaron a su desaparición (20.000 puestos de trabajo adicionales perdidos).

También la mujer de Fastow se subió al carro y en el 2004 fue condenada a un año de prisión por fraude fiscal y haber ayudado a su marido a ocultar beneficios. Dime con quien andas y te diré como acabas.
Recordemos la situación del resto de la banda. El presidente, Ken Lay (Bush lo llamaba Kenny Boy), murió de un ataque al corazón el 5 de Julio de este año. El cerebro de la banda, Jeff Skilling, tendrá sentencia este mes. Y John Clifford Baxter, ex vice-presidente (dimitió en el 2001, antes de la quiebra), fue encontrado muerto en su coche de un disparo (2002) y siempre se ha tratado el tema como un suicidio.
Por último comentar el ingenioso sistema que Enron montó con algunos Bancos, ya que necesitaba dinero para tapar el creciente y enorme agujero financiero que originaban sus negocios. Estos bancos estaban dispuestos a prestar el dinero, pero no podía hacerse así porque en los Balances habría figurado esta entrada de dinero como más deuda y cualquier analista habría descubierto que las cosas no funcionaban.
Ingeniaron el sistema de los prepagos. Por ejemplo Enron vendía Gas a un banco (en realidad a una empresa perteneciente al Banco situada en un paraíso fiscal). El gas se entregaría más tarde, pero de momento el Banco adelantaba el dinero, con un prepago.
Esta cifra de dinero figuraba como ventas y el ingreso como un anticipo. La mercancía, naturalmente, no se entregaba nunca, ya que se anulaba posteriormente la operación de venta. Enron devolvía entonces a los Bancos el dinero del anticipo, naturalmente con intereses. Es decir, un préstamo pero con otro nombre.
Entre los años 1992 y 2001, ambos bancos realizaron prepagos a la compañía Enron por valor de 8.000 millones de dólares.