El hundimiento

España se hunde. Se hunde en lo social, en lo político y en lo económico a velocidades de vértigo. Deberíamos ya utilizar una escala logarítmica para medir el desorden y el caos en el que nos hallamos inmersos, porque cada día es diez veces peor que el anterior. La demencia total impera por los despachos de los ministerios y el todo vale ya es la norma de actuación.

La justicia, tanto la fiscal como la penal o la civil ya ha desaparecido del mapa. Ya solo faltaba hoy el indulto a los condenados por el accidente del Yak-42. Los afines al PP siempre a salvo del delito. Pueden ya prevaricar y corromperse a gusto y placer ya que si les pillan y si además les condenan (que ya es difícil), pues se les indulta y asunto arreglado.

El asalto mediático avanza a toda máquina. El PP ha decidido apoderarse de TVE y pasarse por el forro el acuerdo existente según el cual el director de ente estatal había de ser aprobado por dos tercios del congreso. Preparémonos a ver borrados de la faz televisiva estatal a sindicatos, indignados, parados, trabajadores y universitarios que presenten un discurso antigobierno. A partir de ahora veremos el mejor de los mundos a través de la "1". La vida es rosa. Todos de acuerdo con los recortes y todos de acuerdo con más impuestos. Esto lo arreglamos entre todos.

La medida del gobierno, que atenta directamente contra la democracia, va acompañada con de una nueva ley que permite la privatización, venta o cierre de las teles autonómicas. Cuanta menos información, mejor, sobre todo si no se controla. Veremos como en Catalunya se cepillan también rápidamente a la directora actual, bastante neutral hasta la fecha, dentro de lo que cabe. Pero se acabó la neutralidad. Hay que lavar el cerebro a la gente a saco paco ya que el deterioro se va a acelerar de forma salvaje.

Y ¡ojo!, que las cadenas privadas de TV también han de estar por la labor. Les van a controlar ahora en todos los ámbitos. Y la que no cumpla corre el riesgo de que le enseñen tarjeta amarilla o roja… salvo que esté por la labor de hacer unos informativos pervirtiendo también la realidad y aplaudiendo al gobierno al grado máximo. Si es así, que no se preocupen, que podrán emitir pornografía en horario infantil y no pasará nada.

Hundimiento de la enseñanza universitaria, como ya era previsible. Se ha acabado para muchos la posibilidad de estudiar carrera universitaria (y de trabajar, ya que no hay ni alternativa). Menos estudiantes y menos carreras. Se acabó la igualdad de oportunidades y las carreras (y los pocos puestos de trabajo que proporcionarán) serán para "ellos". Y ya sabemos quienes son ellos.

Y en lo económico para que vamos a hablar. El dinero huye de España, como ya vengo escribiendo hace días, y FUNCAS ya predice un peor PIB, mucho más paro, el IVA al 21-23% y más déficit. Una predicción fácil, de cajón, diría yo. Hacia el infierno sin remedio gracias a los iluminados que nos gobiernan, (pollos sin cabeza, como los denomina Millás hoy en su columna) que no pararán hasta que conviertan a España en un país tercermundista, como avanzaba Soros.

Veremos como la justicia va a endurecer las leyes ante la ola de protesta social que se avecina y que el Gobierno no podrá evitar. Para ver el grado de estupidez en que nos encontramos basta leer artículos como el de Irene Lozano (Se les averió el sentido común) y comprobar como la racionalidad más elemental ha desaparecido del mapa.  

Vienen tiempos muy duros. Vamos directos al hundimiento sin remisión. Ni uno, ni dos, ni cinco años. Grecia, Portugal e Irlanda son pequeñas. España es muy grande y su explosión tendrá consecuencias importantes. Lo malo es que la explosión nos acabará de rematar a todos, empezando por los lerdos que nos gobiernan (y también incluidos los talibanes alemanes).

Gráficos. Los medios extranjeros van llenos de ellos. El primero es de la peor bolsa del mundo. El siguiente muestra en su parte superior la morosidad bancaria y su relación con el PIB. En la parte de abajo vemos la evolución de los créditos dudosos en relación a los totales (ya en el 20%) y la tasa de desempleo (que va hacia el 25% sin remisión), mostrando un paralelismo salvaje ambas variables.