Si acertar la primitiva fuese tan fácil como acertar la evolución de la economía española, en estos momentos sería millonario. Las decisiones económicas siguen lo previsto por todos aquellos que no forman parte del gobierno, quien sigue imaginando un mundo futuro irreal.
Una nueva mentira más hoy: el gobierno subirá el IVA en el 2013, cuando tan solo hace un mes lo negaba. Pero a su vez puede que sea una nueva mentira y lo hagan probablemente antes de final de año.
Y es que no hay vuelta de hoja según las matemáticas que exponía hace unos días. Se caen los ingresos (2,5% hasta marzo) y lo más fácil es anunciar que se subirán impuestos, no solo el IVA.
Lo malo es que parte de la subida no irá a corregir el déficit sino a arreglar el bolsillo de los empresarios, bajando las cotizaciones sociales. Seguimos con las transferencias de los trabajadores a los empresarios, degradando el modelo económico.
Nada menos que Rajoy decía hace unos días que no se puede subir el IVA ya que bajará el consumo (como también decía el mismo día que no bajaría el sueldo a los funcionarios; pues vayan estos tomando nota). Por lo tanto lo que puede pasar es que los ingresos de Hacienda se queden más o menos igual (más impuesto, pero menos consumo), pero de propina tendremos más paro y más gasto del estado para pagar prestaciones.
Ya vemos que lo de crear empleo con la reforma laboral era la mayor bola que nunca un gobierno dejó ir a los españoles.
Vamos a ver cifras de desempleo increíbles sin que el gobierno se inmute. Se vacunaron nada más tomar posesión para la insensibilidad social. ¿Vamos hacia el 30% de paro? ¿Lo puede aguantar el país? ¿Dónde está el límite del deterioro?
Siguen de nuevo la regla de dos años, como ya he comentado muchas veces. El cuento de siempre: ahora se creará empleo en el 2014. Siempre dos años más. Sin embargo los hay que ya opinan que hasta el 2016 nada de nada. Y ese año hay elecciones. ¿Qué le pasará al PP si llega a esa fecha (que seguro que llega) con un paro que supera el 26%, con multitud de familias sin ningún ingreso y con un paro juvenil del 60 o 70%? ¿O con este deterioro tendremos antes la intervención de España y un gobierno tecnócrata, es decir, adiós a la democracia definitivamente?
Si Soros nos veía tercermundistas en pocos años, Stiglitz afirma hoy que esto es un suicidio económico y confirma algo de cajón, pero que lo ha de decir un premio Nobel para que salga en los medios con letras grandes: “el crecimiento decreciente está causando el déficit, y no al revés. Creo que la idea de la austeridad va a llevar a niveles elevados de desempleo que serán políticamente inaceptables y empeorarían los déficits”.
La espiral infernal sigue girando y girando, hacia abajo, naturalmente. Como explica Irene Lozano, se nos está yendo la mano en los recortes. Lo que está ya por encima de nuestras posibilidades (no solo económicas, sino sociales y políticas) es recortar tanto.
El diezmado bancario sigue su proceso, tal como el GEAB adelantó en Enero. DB, Santander, Sabadell, BBVA… etc. Leas donde leas, mires donde mires, las noticias sobre el triple ajuste de la banca (estructura, o sea, oficinas, beneficios y personal, vease Barclays en España y otros muchos) aparecen por doquier. El rumor hoy (según Sala Martín) es la posible intervención de Bankia. No la ha querido absorber ninguno de los tres grandes (pedían 11.000 MM. de euros) y nuevas fusiones no son posibles. Se rumoreaba la posible compra por la banca extranjera, HSBC en concreto, pero esto lleva días y a lo mejor los problemas de liquidez de Bankia son ya inmediatos.
A lo que hay que añadir otro problema a la vista. Veíamos hace unos días que el dinero huye de España a chorro (leer este artículo que es muy didáctico).
No es de extrañar que hasta los bancos deshagan ya sus posiciones en deuda española. Pero la noticia del día es que Santander y BBVA están de deuda española hasta el gorro y ya no pueden comerse más papel. La ley lo impide, por concentración de riesgos. La pregunta es ¿quién comprará deuda española?
La semana próxima será curiosa, después de que S&P nos rebaje, una vez más, el rating, hasta que lleguemos a bono basura. Después vendrá Francia.
Escribiré sobre los lemas repitivos de nuestro gobierno (es su forma inteligente y didáctica de comunicar: repetir siempre lo mismo aunque luego sea mentira). El de la herencia es uno de ellos. Pero como dice Vidal-Foch, ¡ojalá el problema fuese la herencia!
Millás nos lo deja claro hoy de forma rotunda:
"Ya no se puede resumir mejor la situación: Desde que los ministros de Rajoy, en especial Montoro y Ana Mato, decidieron explicar didácticamente los porqués de la demolición del Estado, entendemos las cosas mucho mejor.
He aquí un resumen, claro como el agua, de sus argumentos: Se pone precio a la sanidad para que continúe siendo gratuita y se expulsa de ella a determinados colectivos para que siga siendo universal. Se liquidan las leyes laborales para salvaguardar los derechos de los trabajadores y se penaliza al jubilado y al enfermo para proteger a los colectivos más vulnerables.
En cuanto a la educación, ponemos las tasas universitarias por las nubes para defender la igualdad de oportunidades y estimulamos su privatización para que continúe siendo pública. No es todo, ya que al objeto de mantener el orden público amnistiamos a los delincuentes grandes, ofrecemos salidas fiscales a los defraudadores ambiciosos y metemos cuatro años en la cárcel al que rompa una farola.
Todo este programa reformador de gran calado no puede ponerse en marcha sin mentir, de modo que mentimos, sí, pero al modo de los novelistas: para que la verdad resplandezca. Dentro de esta lógica implacable, huimos de los periodistas para dar la cara y convocamos ruedas de prensa sin turno de preguntas para responder a todo.
Nadie que tenga un poco de buena voluntad pondrá en duda por tanto que hemos autorizado la subida del gas y de la luz a fin de que resulten más baratos y que obedecemos sin rechistar a Merkel para no perder soberanía. A no tardar mucho, quizá dispongamos que los aviones salgan con más retraso para que lleguen puntuales.
Convencidos de que el derecho a la información es sagrado en toda democracia que se precie, vamos a tomar RTVE al asalto para mantener la pluralidad informativa. A nadie extrañe que para garantizar la libertad, tengamos que suprimir las libertades".
"Ya no se puede resumir mejor la situación: Desde que los ministros de Rajoy, en especial Montoro y Ana Mato, decidieron explicar didácticamente los porqués de la demolición del Estado, entendemos las cosas mucho mejor.
He aquí un resumen, claro como el agua, de sus argumentos: Se pone precio a la sanidad para que continúe siendo gratuita y se expulsa de ella a determinados colectivos para que siga siendo universal. Se liquidan las leyes laborales para salvaguardar los derechos de los trabajadores y se penaliza al jubilado y al enfermo para proteger a los colectivos más vulnerables.
En cuanto a la educación, ponemos las tasas universitarias por las nubes para defender la igualdad de oportunidades y estimulamos su privatización para que continúe siendo pública. No es todo, ya que al objeto de mantener el orden público amnistiamos a los delincuentes grandes, ofrecemos salidas fiscales a los defraudadores ambiciosos y metemos cuatro años en la cárcel al que rompa una farola.
Todo este programa reformador de gran calado no puede ponerse en marcha sin mentir, de modo que mentimos, sí, pero al modo de los novelistas: para que la verdad resplandezca. Dentro de esta lógica implacable, huimos de los periodistas para dar la cara y convocamos ruedas de prensa sin turno de preguntas para responder a todo.
Nadie que tenga un poco de buena voluntad pondrá en duda por tanto que hemos autorizado la subida del gas y de la luz a fin de que resulten más baratos y que obedecemos sin rechistar a Merkel para no perder soberanía. A no tardar mucho, quizá dispongamos que los aviones salgan con más retraso para que lleguen puntuales.
Convencidos de que el derecho a la información es sagrado en toda democracia que se precie, vamos a tomar RTVE al asalto para mantener la pluralidad informativa. A nadie extrañe que para garantizar la libertad, tengamos que suprimir las libertades".
De momento riamos con la parodia de la TV3 catalana con el gobierno en la misma situación de supervivencia que sufrieron los chilenos que se estrellaron en los Andes. ¿A quién nos comemos? pregunta Rajoy.