En las ascensiones alpinas los esfuerzos y la meteorología no permiten muchos excesos fotográficos. Las mejores fotos se pueden obtener en la mayoría de ocasiones en sitios expuestos (por ejemplo crestas de nieve y hielo) lugar que no es el óptimo para sacar cámaras sino para agarrar bien fuerte con las dos manos el piolet.
Mucho menos la cosa está para ir filmando. Como mucho se filma en la cumbre.
De todas las ascensiones efectuadas este pasado mes de Julio en los Alpes, únicamente he filmado unas pocas imágenes en la cumbre del Bishorn y en el refugio de Tracuit, punto de partida final para esta ascensión.
Lo hice porque me quedaba batería suficiente y porque había que reflejar que lo que muestran las fotos (maravilloso día con un perfecto cielo azul) no es así en vídeo, o sea la realidad. He dejado el sonido en la cumbre, con su amplio dialogo: ¿Te lo pasas bien?, le pregunto a Sara, quién me contesta ¿y tú?. Pues de puta madre, es la respuesta… Así estaban los ánimos después de muchas horas aguantando el vendaval.
Y es que era durillo (y frío). Las imágenes pueden dar a entender que vamos bebidos, pero no. Algún ¡epaaa..! se me escapa cuando el viento está a punto de tirarme.
Sara lo resolvió pronto. Hincó la rodilla a tierra y fuera problemas. Josep Emili lo resolvió a su manera: elaboró un teorema, le añadió un axioma más una ecuación diofántica y encontró el ángulo justo que debían formar las piernas para no oscilar lo más mínimo. El resto de mortales aguantamos los embates de Eolo como pudimos.
El clip se inicia en un pequeño agujero que hay antes del cono final y que permite resguardarse un poco del viento y así poder comer y beber un poco.
Mucho menos la cosa está para ir filmando. Como mucho se filma en la cumbre.
De todas las ascensiones efectuadas este pasado mes de Julio en los Alpes, únicamente he filmado unas pocas imágenes en la cumbre del Bishorn y en el refugio de Tracuit, punto de partida final para esta ascensión.
Lo hice porque me quedaba batería suficiente y porque había que reflejar que lo que muestran las fotos (maravilloso día con un perfecto cielo azul) no es así en vídeo, o sea la realidad. He dejado el sonido en la cumbre, con su amplio dialogo: ¿Te lo pasas bien?, le pregunto a Sara, quién me contesta ¿y tú?. Pues de puta madre, es la respuesta… Así estaban los ánimos después de muchas horas aguantando el vendaval.
Y es que era durillo (y frío). Las imágenes pueden dar a entender que vamos bebidos, pero no. Algún ¡epaaa..! se me escapa cuando el viento está a punto de tirarme.
Sara lo resolvió pronto. Hincó la rodilla a tierra y fuera problemas. Josep Emili lo resolvió a su manera: elaboró un teorema, le añadió un axioma más una ecuación diofántica y encontró el ángulo justo que debían formar las piernas para no oscilar lo más mínimo. El resto de mortales aguantamos los embates de Eolo como pudimos.
El clip se inicia en un pequeño agujero que hay antes del cono final y que permite resguardarse un poco del viento y así poder comer y beber un poco.